Sagardui supera el trámite de la reprobación en el Parlamento por las vacunaciones irregulares en Euskadi arropada por Urkullu y la mayoría absoluta
El guion estaba escrito. La mayoría absoluta con la que cuenta el PNV merced al apoyo del PSE-EE en el Parlamento Vasco ha impedido que prospere la propuesta de EH Bildu para la reprobación cuatro meses después de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, por las vacunaciones irregulares que se dieron a principios de enero en los hospitales bilbaínos de Basurto y de Santa Marina, ambos dirigidos por sendos exconcejales nacionalistas, Eduardo Maíz y José Luis Sabas. Elkarrekin Podemos-IU, en una jornada parlamentaria en la que el Gobierno le había echado flores por sus pactos con nacionalistas y socialistas, ha cambiado de postura a última hora y ha secundado la iniciativa, aunque ha hecho ver que siempre había tenido clara su postura. También ha pedido un relevo en Salud la coalición PP+Cs, mientras que la única representante de Vox se ha ausentado de la Cámara por estar de baja.
La imagen de la sesión parlamentaria, con gruesas palabras de la oposición hacia Sagardui, que accedió al cargo en septiembre de 2020 y que es la cabeza visible de la lucha contra la pandemia, ha sido muy diferente a la de hace dos años, cuando otro consejero de Salud, en aquel caso Jon Darpón, estaba contra las cuerdas. Entonces se iba a cumplir un año del escándalo por las irregularidades en las oposiciones médicas de 2018 en el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Era marzo de 2019 y la oposición, que ya había forzado unos meses atrás la dimisión de la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, había presentado ya una moción para la reprobación del máximo responsable político de la Sanidad vasca. El Gobierno estaba a falta de un escaño para la mayoría absoluta y no hizo falta ni que se votara, puesto que Darpón dimitió antes.
Y Sagardui ha salido claramente vencedora de la votación. En realidad han sido dos. La primera la ha ganado por 27 a 41 escaños y era el texto de EH Bildu, apoyado por Elkarrekin Podemos-IU y rechazado por el Gobierno y ante el que se ha abstenido PP+Cs. La segunda ha quedado 33 a 41. Era el texto de PP+Cs, de contenido similar al original y que ha sumado a toda la oposición. Además, el Gobierno y, en primera persona, el lehendakari, Iñigo Urkullu, han querido hacer ver el arrope total a un cargo clave del gabinete en un momento clave. Urkullu suele llegar al Parlamento o en solitario o con sus asesores, pero esta vez lo ha hecho con Sagardui, caminando y dejándose fotografiar con ella. El portavoz, Bingen Zupiria, la ha defendido ante los medios de comunicación. Y, ya en la sesión, el resto de consejeros también han ido ocupando sus escaños conforme se acercaba la hora del debate. ¿Todos? No. Ha habido dos excepciones llamativas. La vicelehendakari, Idoia Mendia, del PSE-EE no ha asistido. Es más, Sagardui ha ocupado su escaño para sentarse más cerca de Urkullu en el hemiciclo. En su equipo esgrimen que tenía una comparecencia pública en Bilbao en horas similares. Tampoco ha llegado a tiempo otro de los consejeros socialistas, Iñaki Arriola. Fuentes de su Departamento han indicado que se le ha “alargado” una reunión. Con los representantes del PNV sí estaba en todo momento el tercero de los socialistas en el Ejecutivo de coalición, Javier Hurtado, consejero de Turismo, Comercio y Consumo.
El portavoz del PSE-EE en el debate, en todo caso, sí ha hecho una férrea defensa de la gestión del PNV al frente de Salud. Ekain Rico -abogado de profesión- ha ironizado que el juicio ha llegado mucho después de que la sentencia de culpabilidad fuese dictada por parte de la oposición. “No es verdad que no les haya satisfecho la investigación o que las explicaciones no les hayan parecido suficientes. Ustedes tenían decidido que la consejera era culpable”, ha aseverado al destacar que la iniciativa llevaba en espera desde el 12 de febrero, “tres meses y un día”. Ha remarcado, además que, allá por enero, fue “la propia consejera” la que dio cuenta de las irregularidades y prescindió de Maíz y Sabas. También ha citado que, como adelantó este periódico, la Fiscalía archivó este caso al no hallar indicios de delito.
El PNV ha encarado el debate sin preocupación aunque sí con una acusación de que someter a debate cuestiones como ésta en el Parlamento es una “miserable manera de hacer política”. Ha empleado, asimismo, los calificativos de “ruin” e “indigente”. Su portavoz, Luis Javier Tellería, ha hecho un 'spoiler' en el arranque de su intervención y ha adelantado cuál sería el resultado, negativo. Ya lo hizo antes en una comisión de Salud cuando EH Bildu anunció que elevaría a pleno la reprobación: retó a la oposición a presentar todas las mociones que quieran y esgrimió la mayoría absoluta. Los nacionalistas han querido hacer ver que, en Euskadi, una oposición tan heterogénea como la que conforman la izquierda abertzale, Elkarrekin Podemos-IU, PP+Cs y la ultraderecha de Vox está coordinada contra ellos. Ha dicho incluso que EH Bildu y los 'populares' llevan años “concertando” iniciativas con tal de atacarles aunque formalmente no las firmen por pudor ante la opinión pública y su parroquia. “El 95% en esta legislatura”, ha enumerado Tellería sobre esos pactos.Son todos ellos “compañeros de dormitorio en una fiesta del pijama”, ha bromeado. Ha criticado también a los medios de comunicación, aunque el PSE-EE ha felicitado que destaparan casos de irregularidades en Murcia. Sin embargo, ha mencionado también que el porcentaje de la población contagiado en Euskadi es del 5,9%, cuando todos los positivos confirmados son ya más de 200.000, el equivalente a un 9% de la población.
“Como si el país fuera suyo y el Parlamento su cortijo”
En la réplica, Rebeka Ubera (EH Bildu) ha considerado que lo “miserable” es ocultar las irregularidades en las vacunaciones y ha enfatizado que su formación no sólo ha sido crítica cuando tocaba sino propositiva cuando la pandemia lo requería, con “69 iniciativas” y las primeras “antes del primer positivo”. “Nos mintió. Con Santa Marina, con Basurto y vete a saber qué más irregularidades tenemos en Santiago. La sociedad vasca merece saber la verdad. ¿Piensan de verdad que el PNV se ha investigado a sí mismo con honestidad? ¿Qué más ha pasado? No nos merecemos esto, un Gobierno que nos mienta, que maneje las vacunas, que hagan y deshagan como si esta país fuera suyo y este Parlamento su cortijo”, ha añadido Ubera.
Desde la bancada de Elkarrekin Podemos-IU, que inicialmente tenía un texto más genérico sin menciones a la reprobación, Jon Hernández ha indicado que se ha producido una “mordaza” a la oposición para esclarecer las vacunaciones irregulares en el Parlamento. “Es imposible que le demos un voto de confianza”, ha concluido Hernández, aunque ha admitido que “ni la reprobación ni la dimisión aclara por sí solas” lo ocurrido. Laura Garrido (PP+Cs) ha dicho ser una “inocente” por haber creído que tantos meses después de los hechos Sagardui no estaría ya en el cargo por haber mentido. En todo caso, ha ampliado las quejas a la gestión general del Gobierno en la pandemia. “El mito de la buena gestión del PNV aquí ya se ha caído”, ha sentenciado. Lo llamativo es que, justo en el final de su alocución, Garrido ha rebajado toda la importancia política de la reprobación al mencionar que al Gobierno de Mariano Rajoy le reprobaron a tres ministros sin que pasara “nada”.
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