Un superhéroe de barrio entre bambalinas
Katxopan es un superhéroe algo singular. No se encarga de salvar vidas, sino sueños. Los de aquellas personas que se atreven a soñar diferente. Como Hodei, ese niño que logró rescatar un bogavante que iba a ser cocinado en una marisquería y llevarlo al mar, o una abuela, que del miedo a la soledad y al rechazo de la sociedad pidió a Katxopan que la hiciera volar, y así fue. Tras muchas acciones de activismo creativo en las calles, este superhéroe, junto a otros más que se le han ido uniendo por el camino, ha querido dar el salto al escenario y transformar sus acciones en teatro. La obra, que lleva el título de Superhéroes de barrio: teatro, deporte y albañilería en general, se estrena el próximo viernes 14 de junio en La Fundición, en Bilbao.
El Clark Kent de esta historia es un bilbaíno llamado Iñigo Iraultza, y al igual que su apellido, que en euskera significa “revolución”, busca romper con lo establecido con un objetivo sencillo: “hacer lo que se le ponga en la punta del corazón”. Bajo ese lema, ha viajado por el mundo cumpliendo deseos, ha sido un Olentzero en la valla de Melilla y ha repartido regalos a hijos de personas sin hogar.
“Los límites que hay impuestos en esta sociedad muchas veces no te dejan volar. Hay veces que quieres hacer cosas que se te ponen en la punta del corazón y, por mucho que se salga de la norma, no me parece que sea algo malo. Hay consecuencias de todo, pero yo los límites los pongo en el momento en el que estoy molestando a otra persona. Si tú sientes que no estás molestando a nadie, pues tiras para adelante. Yo intento no ponerme límites, y los niños menos, entonces, ese juego es maravilloso”, ha explicado Iraultza con un brillo en los ojos y un entusiasmo más propio de un niño que acaba de recibir un regalo que de un adulto que se dedica a entregarlos.
Con sus acciones, Iraultza, no pretende cambiar el mundo. Afirma, que dedicarse a los otros es una forma de dedicarse a sí mismo y, de esta manera, “puedan disfrutar todos y compartir las experiencias, porque si los procesos creativos involucran a más personas, se disfrutan mucho más”.
Al proyecto de Iraultza se han ido sumando diferentes tipos de personas, que, con sus acciones han querido aportar un poco a la mejora del mundo o, en este caso, de su barrio. Se trata de algunos jóvenes del barrio bilbaíno de Otxarkoaga, que utilizan el parkour -actividad que por prejuicios en ocasiones está ligada con el vandalismo- para dejar regalos en las casas de sus vecinos.
El público que se acerque a ver a Katxopan en acción encima del escenario, podrá ser testigo de “una reunión de superhéroes de barrio. De activistas recién nacidos”. Una mezcla entre actuación en vivo, vídeos de acciones previas realizadas e improvisación, intercaladas con música y, lo más importante, el entusiasmo y la ilusión de las personas. La obra contará con dos funciones: la primera a las 18:00 de la tarde y la segunda 20:00 y las entradas se pueden adquirir en taquilla o a través de Internet.