Urkullu promete una subida del 40% en las ayudas contra la pobreza energética y apoyo a la industria
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha podido fijar este lunes todos los mensajes que deseaba en una entrevista realizada por su propio equipo con preguntas enviadas por la ciudadanía que conocía de antemano y cuyas respuestas parecía estar leyendo, tanto en euskera como en castellano. Urkullu ha aprovechado el formato para anunciar una subida del 40% de las ayudas contra la pobreza energética en un contexto de precios rampantes de la electricidad y también para reclamar más competencias para Euskadi, entre las que ha incluido los ferrocarriles de Cercanías de Renfe y FEVE, los puertos y los aeropuertos. Ha defendido también su gestión de la pandemia y ha recalcado que en el caso vasco ha habido menos contagios, ingresados y fallecidos que en el “entorno”.
Cuestionado por la capacidad del Gobierno vasco para limitar los precios de la energía, el lehendakari ha enfatizado que “no tiene competencias en esta materia” pero que sí puede “reforzar las ayudas contra la pobreza energética, que subirán un 40%” en los presupuestos que el Ejecutivo presentará este martes. Como adelantó este periódico, también se actualizarán por vez primera en una década las ayudas para el alquiler. Urkullu ha añadido que en esta materia toca “dejar de lado la demagogia” y “analizar el efecto en la industria” de esta crisis, porque si afecta a quienes generan riqueza se ve afectada toda la ciudadanía, ha razonado. En los últimos días, formaciones como EH Bildu o Elkarrekin Podemos-IU han denunciado que excargos del PNV estén ahora en grandes empresas del sector y que esas “puertas giratorias” condicionan su posición política. Urkullu ha asegurado que Josu Jon Imaz o José Antonio Ardanza -en Repsol ahora y en Euskaltel antes, respectivamente- ya eran profesionales con altos cargos en el sector privado antes de la política. “Este tránsito debe estar regulado y lo está”, ha zanjado.
Urkullu ha aprovechado que este lunes el Estatuto de Gernika cumple para 42 años para dejar constancia de que sigue estando incompleto. Ha recalcado que “casi 30 competencias” están pendientes y ha situado como objetivos a corto plazo la gestión completa de Cercanías pero también los puertos y aeropuertos. En este caso, el bloque constitucional marca que el Estado gestionará los de interés general, categoría que ahora mantienen dos puertos marítimos como los de Santurtzi y Pasaia y tres aéreos, Loiu, Foronda y Hondarribia, que no podrían ser cedidos a la Administración autonómica. Además, ha reclamado el desarrollo de la alta velocidad prometida “desde 1992” y que se acuerden los “soterramientos” de Bilbao y Vitoria para los accesos de los trenes AVE. En materia de autogobierno, sí se ha felicitado por la recepción de la transferencia de Prisiones este mes de octubre y ha explicado algunos de los cambios que se pretenden introducir, como la creación de Aukerak para fomentar la resocialización de los reclusos.
Sobre la pandemia, Urkullu ha recibido una pregunta en euskera que aludía a posibles errores de gestión durante estos meses. El lehendakari ha optado por contestar en castellano -ha sido la única vez en todo el cuestionario en que no ha respetado el idioma elegido- y ha subrayado que “hablar de gestión caótica no responde a la realidad”. Ha comprometido una “evaluación completa” de las medidas adoptadas pero ha insistido en que en Euskadi ha habido “menos personas enfermas, ingresadas y fallecidas”, “más test realizados y más personas vacunadas” y “actividad por encima del entorno” en cultura, educación o industria. Como ha sido criticado ya porque algunas de esas cifras no coinciden con los datos oficiales del Ministerio de Sanidad -este mismo lunes los casos en Euskadi acumulan 268.005, el 12,30% de la población, y en España 5.002.217, el 10,56%-, ha cuestionado que las cifras de otras autonomías estén ajustadas y ha criticado también “titulares” de medios de comunicación “estatales”.
En materia social, ha asegurado que la jornada partida en educación es una demanda mayoritaria frente a las peticiones de horario continuo, ha prometido que a final de 2021 la atención primaria en Osakidetza recuperará los niveles de presencialidad previos a la pandemia, ha mostrado su confianza en poder inaugurar un nuevo centro sanitario en Zalla antes de 2024 y ha destacado que la brecha salarial en Euskadi es “inferior a la media europea” y que ha caído “un punto y medio desde 2015”. Y, en materia ambiental, ha asegurado que hay planes contra los ecocidios y el bioterrorismo y que Glefaran no se puede cerrar a pesar de las quejas por su impacto ambiental en la zona de Güeñes y Zalla.
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