Usansolo, un camino a la independencia con muchas piedras que saltar
El camino para que el barrio de Usansolo se convierta en el municipio 252 de Euskadi tiene más de una piedra. Después de que la población respaldara mayoritariamente la desanexión del municipio de Galdakao en la consulta popular con el 80% de los votos, la maquinaria institucional para la ratificación de la creación del nuevo pueblo está ya en marcha, pero el proceso no será fácil y son muchas las dudas sobre si finalmente se conseguirá un objetivo que choca con la legislación vigente. Y esa es una piedra que no suele ser fácil de salvar, aunque tenga el respaldo de la voluntad popular. Usansolo puso en marcha la consulta popular sobre la desanexión de Galdakao de acuerdo con la legislación de foral de Bizkaia, que permite constituir un nuevo municipio siempre que se cumplan unas reglas económicas que permitan que los dos municipios sean financieramente sostenibles y cuenten con recursos suficientes para el cumplimiento de las competencias municipales, y fija el límite mínimo de población en los 2.500 habitantes. Sin embargo, esta normativa foral sobre la constitución de municipios choca con la normativa estatal, que fija que el mínimo de población para ser un nuevo ayuntamiento en los 5.000 habitantes.
Usansolo se queda a las puertas de cumplir el requisito de la legislación estatal. Los últimos datos fijan la población de este barrio en 4.512 habitantes según el INE y el precedente del municipio guipuzcoano de Itsaso demuestran que no es fácil saltarse ese requisito. En 2020 el Tribunal Supremo anuló la constitución de este municipio como independiente de Ezkio al entender que, al tener menos de 5.000 habitantes, no cumplía con el requisito de población mínima recogido en la Ley estatal 27/2013, o Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. El recurso ante los tribunales lo presentó el Gobierno central que entonces presidía Mariano Rajoy. Es cierto que en el momento de la segregación Itsaso no llegaba a los 200 vecinos. Usansolo casi roza el límite legal de población. Pero también es cierto que el Supremo establece jurisprudencia atribuyendo a la Administración central las competencias para fijar las condiciones en este ámbito. El primer y fundamental obstáculo será, por tanto, el criterio competencial. Es decir, si pueden acogerse a la legislación de Bizkaia o si prevalece la estatal, como parece que demuestra el precedente de Itsaso.
El Ayuntamiento de Galdakao, que gobierna EH Bildu, ha remitido ya a la Diputación Foral de Bizkaia toda la documentación sobre la desanexión en la confianza de que el Gobierno foral otorgue el visto bueno al proyecto y lo remita a las Juntas Generales, que serán finalmente las que tengan la última palabra al respecto. Fuentes del consistorio aseguran que todo el proceso se ha realizado con el visto bueno de la Diputación foral y que, por lo tanto, no tiene por qué haber problemas para que se tramite la desanexión. “La Ley tiene diferentes interpretaciones”, dicen. De momento, los servicios jurídicos de la Diputación están analizando los distintos informes y la memoria económica presentada por Usansolo sobre la viabilidad del municipio. También las posibilidades con la que cuenta la iniciativa para salir adelante o no. El consistorio confía en tener un veredicto antes del verano, aunque desde la Diputación no se marcan plazos.
El PNV, de perfil
Pero, aunque obtenga el visto bueno del Gobierno foral para pasar a tramitarse en las Juntas Generales, el hecho de que el PNV se haya puesto de perfil en este proceso supone la segunda gran piedra a salvar para que el resultado de la consulta popular se materialice. En la votación del ayuntamiento de Galdakao para dar vía libre a la consulta los concejales del PNV se abstuvieron. De hecho, la iniciativa salió adelante solo con los votos a favor de EH Bildu, Auzoak, Usansolo Herria y Podemos, la abstención del PNV y el voto en contra del PSE-EE y de un concejal no adscrito. El concejal del PNV, Fernando Izagirre aseguró entonces que no deberían crearse “falsas expectativas para la población de Usansolo”, dando por sentado que el proceso chocaría contra un muro. “A día de hoy, no se cumplen los requisitos legales”, decía. Por si esto fuera poco, la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, aseguraba hace unos días que el PNV apoyará la segregación de Usansolo, sí, pero matizando que “cuando se cumplan todas las garantías legales”. Y recordaba que, pese a que fue el PNV el que cambió la legislación para reducir el número de habitantes mínimo, “lamentablemente, la legislación española es de rango superior, algo que ya saben en el equipo de Gobierno de Galdakao”. “Estamos bajo la legislación española”, decía mientras animaba a Usansolo a seguir “preparando el camino” para cuando se cumplan las condiciones que marca Madrid. Esto supone que será difícil que en las Juntas Generales el proyecto cuente con el apoyo del PNV si no está garantizado que no habrá un recurso posterior del Gobierno central.
Usansolo tendrá que seguir saltando obstáculos para ser un pueblo, como hace desde que puso en marcha la iniciativa en 2011. De momento lo que tiene es el respaldo de los vecinos. Que no es poco.
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