“Aquí no se queda ni un niño sin comer”:el barrio del Gurugú de Badajoz prepara su comedor para familias sin recursos
“La crisis no se ha ido, en absoluto. En nuestros barrios sigue igual de viva y azota a las familias”. Este es el testimonio de Ricardo Cabezas, presidente de la Asociación de Vecinos de El Gurugú de Badajoz.
Los comedores escolares de este barrio, y de las zonas cercanas, están repletos. No falta ni un niño a clase. Se dan casos en los que algunos de ellos reciben allí su única comida del día.
El Gurugú es una de las zonas más castigadas por el paro en la ciudad de Badajoz. Desde hace demasiado tiempo sobreviven bajo una economía de subsistencia, sin recursos.
El presidente el funciones de la Junta, José Antonio Monago, sigue sin dar una solución a los 8.000 niños que tienen concedida una beca de comedor escolar en la región, tras cerrarse este servicio el pasado 29 de mayo. Su continuidad en los meses de verano está en el aire.
En el barrio del Gurugú los vecinos no se han quedado de brazos cruzados, y han buscado una solución. Se han puesto manos a la obra para ofrecer el servicio de comedor a niños de entre 8 y 14 años en los meses estivales.
En la pasada edición atendieron a 45 chavales, y este año están desbordados. Aún quedan casi tres semanas para que comience el servicio ya han recibido 60 solicitudes. Cuentan con el respaldo de Fundación Caja Badajoz y Fundación Educco.
“Es muy importante atenderlos a todos, y si nos llegan más niños, los tenemos que atender”, señala Ricardo, que pone de manifiesto que la situación de estas familias es realmente mala. Algunas son receptoras de la renta básica, otras permanecen a la espera de cobrar esta prestación, mientras que en otros muchos casos sobreviven con la pensión del abuelo. Todos en casa.
Algo más que una comida
No se trata solo de aportarles una alimentación saludable. También de darles una alternativa de ocio. “Es una forma de socializar a estos niños, que durante el verano no tienen una alternativa de ocio”.
De este modo, tras el desayuno, se tiene con ellos unas horas de lectura y estudio. Junto a ella, el momento del juego, de la piscina, y de excursiones a toda clase de instituciones presentes en la ciudad y a sitios emblemáticos de Badajoz.