¿Y si al final el nuevo municipio fusionado en Extremadura se llama Don Benito-Villanueva?

“Para mí, todo lo que no sea Don Benito-Villanueva me va a parecer mal” aseguraba la dombenitense Yolanda Izaguirre el pasado 17 de mayo cuando la Comisión de Trabajo para el estudio, identificación y propuesta de la denominación del futuro municipio, la tercera ciudad más grande de Extremadura, presentaba una petición para ampliar el plazo de entrega de las dos propuestas hasta este lunes, 30 de mayo.

Casi tres meses han pasado desde el 7 de marzo cuando la Junta de Portavoces de ambos ayuntamientos aprobaba por unanimidad la composición de esta comisión de trabajo. 7 mujeres y 7 hombres pertenecientes a diferentes ámbitos de la investigación, la docencia, la filología y la cultura a nivel regional y nacional han debatido y estudiado desde entonces las diferentes opciones.

La constitución de esta comisión se llevaba a cabo, después del “sí” al proceso de unión, junto a otras cuatro, necesarias para continuar el proceso marcado en el proyecto, como son la de coordinación de los trabajos previos a la fusión y de la gestión del período transitorio, la de hacienda y patrimonio, la de urbanismo y ordenación del territorio y la de recursos humanos. Pero ninguna ha generado tanta expectación como la que propondrá este lunes, 30 de mayo, el posible nombre de la nueva ciudad tras la fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena.

A pesar de que tanto los alcaldes como los plenos de ambos ayuntamientos acordaron que no tendría ninguno de los nombres actuales, lo que sí es cierto es que Don Benito-Villanueva es una de las opciones que más se baraja tanto en la calle como en las redes sociales.

Petición de firmas

Más de medio millar de vecinos han firmado ya la petición “No al cambio de nombre de Don Benito-Villanueva” en la plataforma change.org. Y lo hacen convencidos de que “cada pueblo tiene su identidad y su historia y deberían mantener su nombre”. Sin embargo, la posibilidad de que este sea uno de los dos nombres finalistas de la comisión podría generar tensiones si se tiene en cuenta lo acordado en los plenos.

De hecho, si tiramos de hemeroteca, en casos similares de uniones de municipios en España, siempre se han juntado los nombres de los pueblos que se unían, como es el caso de Peñarroya-Pueblonuevo, Oza-Cesuras o Cerdedo y Cotobade.

Las Vegas, Las Cruces de Santiago, haciendo referencia a los patrones de los dos municipios, Vegas del Guadiana o La Unión son otras de las propuestas que se escuchan en la calle. Ángela Rayego y María Riballo, villanovenses ambas, son claras “La Unión nos gusta como reflejo del resultado de la consulta”. Sean cuales sean las propuestas finales, una vez que la Comisión haga público los dos nombres finalistas, estos se llevarán a los plenos de ambos ayuntamientos, que serán los que decidan finalmente la nueva denominación.