Las fuertes lluvias obligan al corte de agua en una de las comarcas gallegas más afectadas por los incendios del verano
La Xunta de Galicia ha movilizado diferentes medios ante lo que identifica como un “arrastre de tierra de caminos y sedimentos de los propios ríos” en la comarca de O Barbanza, a causa de las fuertes lluvias producidas en las últimas horas en la zona.
Según informa la Consellería de Medio Rural a Europa Press, los técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán (CIF) “descartan” que el arrastre haya sido de cenizas del gran incendio forestal que tuvo lugar en O Barbanza el pasado mes de agosto.
El Gobierno gallego ha enviado medios para comprobar las causas y “alcance de la turbidez del agua”, así como su posible afectación a los bancos marisqueros de la Ría de Arousa.
El fuego de O Barbanza, que comenzó en la parroquia de Cures, municipio de Boiro (A Coruña), quedó extinguido tras arrasar unas 2.200 hectáreas durante más de una semana de los primeros días de agosto. El incendio provocó la activación de la alerta por proximidad a viviendas y desalojos, quemó el monte de A Curota, en donde viven manadas de caballos salvajes, y se extendió a los municipios de A Pobra do Caramiñal y Ribeira.
La Xunta señala que expertos determinaron que la afectación en los suelos por el fuego fue “en general baja”, “solo moderada en puntos concretos”, en los que se adoptaron medidas paliativas por parte de personal de Augas de Galicia --dependiente de la Consellería de Infraestruturas--, en coordinación con los técnicos del CIF de Lourizán. Además, se “evalúa la adopción de más medidas, en las zonas que sea preciso actuar, para frenar la erosión”.
Versión contradictoria
En un comunicado, el Ayuntamiento de A Pobra do Caramiñal apuntó la tesis que el Gobierno de Alfonso Rueda niega: que las lluvias “arrastraron las cenizas de los recientes incendios en la comarca” a la captación del río de As Pedras, que lleva agua a la estación potabilizadora de Roupión. La empresa concesionaria ha realizado trabajos para el restablecimiento de la red, con cortes en unas 250 viviendas de zonas como Santa Cruz, Entrerríos, A Banda, A Casa Queimada, entre otras.
Debido a que el agua no es apta para el consumo por la presencia de impurezas, se ha procedido a que vaciar el depósito para volver a llenarlo con agua que se recibe del Ulla. Igualmente, se detectó una afectación a los manantiales de agua del depósito de Vilas, con cortes en unos 80 domicilios en núcleos como Vilas, O Cruceiro Novo y Campomuíños, entre otros.
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