Los líderes de la UE regalan buenas palabras a May pero se niegan a renegociar el Brexit y acotar la salvaguarda de Irlanda
Ya lo dijo la presidenta lituana hace tres semanas en relación con la discordia sobre Gibraltar en el acuerdo del Brexit: “Hemos prometido prometer... Y, tarde o temprano, solemos cumplir”.
Aquello fue el 25 de noviembre, el día que se aprobaba el acuerdo de retirada del Reino Unido y la declaración política sobre la relación futura entre Reino Unido y la UE. Semanas después, la reflexión de Dalia Grybauskaité sigue vigente: los líderes de la UE a 27 han prometido –sin más garantías– a la primera ministra británica, Theresa May, que el backstop es lo que es: un último recurso en caso de que no haya un acuerdo comercial entre la UE y Reino Unido al final del periodo de transición, el 31 de diciembre de 2020. Y, según el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, los británicos tienen que aclararse sobre qué tipo de acuerdo comercial quiere con la UE: si a la canadiense o a la noruega, por ejemplo.
En todo caso, los cincos puntos de las conclusiones aprobadas en la medianoche de este jueves, insisten que nadie quiere que el backstop entre en vigor, y que si entra en vigor, será sólo temporal: el lenguaje es templado, pero no cambia nada el acuerdo de retirada que no cuenta con apoyos en Westminster.
Incluso, de acuerdo con algunas informaciones, las conclusiones finales son incluso más duras de lo previsto en el borrador inicial, en el que al parecer sí había más compromiso de que el backstop no era lo deseable y que se darían mayores garantías de que no sería necesaria su aplicación.
De acuerdo con fuentes del gobierno británico, May ha dicho en la reunión que estaba convencida de que podía encontrarse un camino para que el acuerdo del Brexit fuera aprobado en los Comunes. La primera ministra, según las fuentes, les ha apremiado a trabajar con ella para facilitar a los diputados garantías adicionales que necesitan sobre el backstop: “Tenemos que hacerlo bien. No nos guardemos nada. Trabajemos juntos intensamente para que funcione el acuerdo por el bien de nuestra ciudadanía”.
La primera ministra ha dicho que ella cree que hay “una mayoría en el Parlamento que quiere seguir con lo aprobado en el referéndum y dejar la UE con un acuerdo”. Ella ha dicho, “pero tenemos que cambiar la percepción de que el backstop puede ser una trampa de la que el Reino Unido no pueda escapar”. Y ha añadido: “No tengo dudas: el mejor resultado para todos es aplicar este acuerdo de manera ordenada y hacerlo ahora”.
“No tenemos ningún interés en arriesgarnos a un no acuerdo por accidente con todo el caos que puede generar”, ha asegurado: “En los últimos dos años, creo que he demostrado que pueden confiar en mí para hacer lo que es correcto, y no siempre ha sido fácil. Más allá de lo complicado que podría ser para mí políticamente. Hoy les pido que confíen en mi juicio, que el paquete que les he descrito da a nuestro acuerdo las mejores posibilidades de éxito”.
May ha sostenido: “Hay una mayoría en mi parlamento que quieren dejar la UE con este acuerdo,. Con las garantías adecuadas, se puede aprobar. De hecho, es el único acuerdo capaz de pasar por mi Parlamento”.
Pero, de momento, lo único que ha conseguido de los líderes europeos es cariño político y buenas palabras. Y tiempo, algo de tiempo, hasta el 21 de enero, para conseguir algo más tangible que vender en casa.