Jugando con fuego
Victoria, sí. De nuevo. Alegría. La cuarta plaza queda a 2 puntos y se ha superado a un rival directo, como el Tudelano. Todo felicidad. No debería porque las sensaciones no fueron todo lo positivas que el marcador reflejó. Sergio Rodríguez alabó el esfuerzo, el trabajo, la entrega, la solidaridad de sus jugadores. Del juego poco habló o nada, no era el día. Porque si este equipo enganchó una racha de 9 jornadas sin perder no fue por su excelsa brillantez -algunos duelos puede que sí- se debió a la madurez que se advirtió en el arranque de la segunda vuelta de la competición. Esta Unión Deportiva Logroñés ya no es tan superior en la posesión, ya no combina con tanta fluidez, ya no va filtrando pases de forma ordenada... bien sea por decisión propia o porque los rivales tratan de torpedear las intenciones de los blanquirrojos, los pupilos de Sergio Rodríguez apuestan por la velocidad, por los chispazos.
Este equipo genera ocasiones, aunque luego falle las más claras. No requiere de un fútbol vivo, con ritmo, apabullador. Al contrario, con espacios los riojanos son letales. Y en Las Gaunas, por dimensiones, casi se generan solos. Ante el Tudelano tiró de manual. Que el rival me presiona arriba, lanzó, buscó a Chamorro y a correr. Que tampoco lo veo claro, espero. Y espero a que Paredes se reivindicara con una jugada de otra categoría. Acción puntual que sirvió para frenar la intenciones de los navarros que cedieron en concentración. En concreto, Meseguer. Se quedó dormido y Chamorro, incrédulo, no desperdició la oportunidad. 2-0 en media hora. Casi dos de dos porque Rayco tuvo una en una transición ofensiva.
Luego vino el descanso y ahí la UDL se echó atrás. Sergio Rodríguez insiste en que fue más mérito y empuje del Tudelano. queda por ver. Sin apenas dos pases seguidos es difícil mirar a la portería contraria. Tampoco es nuevo cuando el equipo va ganando. Pero bueno, como el contrincante no fabrica, pues toca dedicarse a correr detrás del balón, a esforzarse, a trabajar, a desgastarse -al final del partido varios jugadores acabaron fundidos-. La costumbre es hacerlo con el cuero como protagonista, no como aconteció ante el bloque de Íñigo Valencia. Hubo posibilidades de 'matar' el choque con Marcos André, pero Víctor Bravo recortó diferencias y metió el miedo en el cuerpo. Incluso Rayco pudo sentenciar ya en el tiempo añadido, pero hubo que esperar al pitido final.
BUEN ARRANQUE VISITANTE
Porque el Tudelano llegó a Las Gaunas con la lección aprendida para incomodar a una UDL a la que le costó asentarse, nunca lo hizo del todo. Los navarros no se quedaron a esperar en su campo, quisieron ser protagonistas presionando arriba y obligando a los blanquirrojos a tener que jugar en largo casi de partida –para eso estaba Chamorro, para pelear esos balones aéreos-. Este hecho propiciaba que los de Sergio Rodríguez apenas pudieran dar tres pases seguidos, ya que rápidamente perdían el cuero.
Así, los de Íñigo Valencia ya estaban en campo ajeno e intimidando a Miguel que sin tener mucho trabajo sí que tuvo que estar atento ante la cantidad de centros laterales de los visitantes en poco período de tiempo. Por cierto, el guardameta salvó lo que podía haber sido la pifia de la temporada cuando Caneda le cedió la pelota, se le pasó por debajo de las piernas al capitán y se tuvo que lanzar con la mano para evitar la tragedia.
La UDL sólo tenía opciones al contragolpe y en uno de ellos Rayco estuvo a punto de adelantar a los suyos, pero su remate cruzado se marchó desviado. El Tudelano estaba a gusto, dominando los tiempos e imposibilitando lo que le gusta al cuadro riojano. Pero el fútbol tiene estas cosas, Paredes se inventa una jugada que rompe los esquemas y el primero de la tarde es un hecho. Desde el perfil zurdo no encuentra oposición tras zafarse de dos adversarios, se apoya en Salvador que le devuelve el balón, ya dentro del área para retar a Pagola, al cual supera por un lado.
Que el gol dejó tocado al Tudelano fue evidente. Para muestra el 2-0. Los navarros montan la contra tras un saque de esquina, pierden la pelota hay un despeje-pase de Salvador que se convierte en una asistencia a Chamorro porque Meseguer se queda rezagado y habilita al delantero. El ‘9’ sólo tiene que cruzar ante Pagola. Después de veinte minutos de control navarro se pasó a la pegada de una UDL que olvidó la falta de acierto de las dos últimas citas y que, prácticamente, cerró el choque en dos momentos. Incluso, Ñoño pudo hacer el tercero nada más festejar el segundo pero su jugada personal no culminó en gol por el aplomo del meta visitante. Tranquilidad, por lo tanto, en las filas blanquirrojas que sin cuajar un partido redondo se iba al intermedio con todo casi hecho.
No se sabe muy bien si para evitar sorpresas, la UDL le dejó el cuero al Tudelano en la segunda parte. Era claro que los de Sergio Rodríguez esperaban su oportunidad a la contra, con espacios. No tuvo prisas, en este sentido, el conjunto local que con el paso de los minutos fue comprobando la falta de profundidad y de llegada de sus oponentes. Aun así, Marcos André, que relevó a Chamorro, pudo reencontrarse con el gol, pero su galopada acabó en saque de puerta porque su lanzamiento se fue demasiado cruzado. Pecó de egoísta el brasileño que tenía a Rayco para empujar.
El Tudelano, mediada la segunda parte, modificó su sistema. Instaló tres centrales, metió mucha gente por dentro y apostó por dos extremos. Era la posibilidad de meter un gol y creer en poder sumar algo positivo. La UDL sesteaba, daba la impresión de que no quería poner una marcha más. Se conformaba. Con estar ordenado, no cometer errores de bulto y aguantar los timoratos ataques de los adversarios era suficiente.
El riesgo estaba ahí y llegó cuando Víctor Bravo recortó distancias. Córner sacado en corto, insignificante oposición de los riojanos y el zurdo que suelta un zapatazo que tras tocar en la espalda de un defensor supera a Miguel. Ni el trivote con César Remón impidió que el dominio continuara siendo de un Tudelano que insistía en poner centros laterales. Menos mal que los de Íñigo Valencia no atinaron en ninguno, que no generaron ninguna ocasión más salvo una postrera de Meseguer con un remate franco que se fue a un lado. Segundos antes, Rayco pudo celebrar la victoria, pero tras regatear a Pagola se fue escorando tanto que su tiro pegó en el poste. Al final, lo que quedan son los 3 puntos, pero aunque se logró el fin seguro que Sergio Rodríguez -al que le encanta el medio- no está contento con el desarrollo.
FICHA TÉCNICA
UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos (Sotillos, min. 77), Caneda, Zubiri, Paredes; Muneta (César Remón, min. 63), Arnedo, Salvador, Ñoño; Rayco y Chamorro (Marcos André, min. 58).
Tudelano: Pagola; Iñaki Jiménez (Mika, min. 84), Unai Zamorano (Fernando Delgado, min. 66), Meseguer, Andrés Barrera; Óscar Vega, Ardanaz, David Lázaro, Víctor Bravo; Ion Vélez (Adán Pérez, min. 54) y Esnáider.
Goles: 1-0, min. 21: Paredes. 2-0, min. 29: Chamorro. 2-1, min. 74: Víctor Bravo.
Árbitro: Nicolás Garcelán Docio (Comité Valenciano). Amonestó a los visitantes Óscar Vega (min. 7), David Lázaro (min. 18) y Fernando Delgado (min. 87).
Incidencias: 3.863 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador. Se guardó un minuto de silencio por la memoria de Enrique Castro ‘Quini’.
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