¿Qué hacer con Libia?
Los 28 países aliados y los seis que participan en la operación comandada por la Alianza Internacional en Libia se han reunido en Berlín para discutir el progreso de la operación, la situación actual de la población libia y cómo actuar a partir de ahora. En este debate entra el dilema de si recurrir a medios adicionales necesarios para la protección de la población y acelerar el proceso de cambio en Libia sin que conlleve más trauma para los libios.
De un lado están las principales potencias que lideran la Alianza, París y Londres, que apuestan por que la OTAN intensifique sus operaciones contra las fuerzas gadafistas a fin de proteger a la población y dar salida a una crisis que sigue enquistada. En palabras del ministro de Asuntos Exteriorses francés, Alain Juppé, no se está haciendo “lo suficiente” para proteger a los civiles. El Elíseo considera que “la OTAN debe cumplir su papel plenamente”. El discurso del jefe de la diplomacia francesa va en la línea de lo expresado por su homólogo británico, William Hague, quien defiende también que la OTAN intensifique su actividad, dado que Gadafi sigue mostrándose fuerte en sus plazas y obliga a replegarse constantemente a los rebeldes. Para Hague se deben “intensificar nuestros esfuerzos en la OTAN, motivo por el cual Reino Unido ha aportado en las últimas semanas aviones adicionales capaces de atacar objetivos en tierra que amenazan a la población en Libia”, porque “siempre hay más cosas para hacer”.
Por otro lado, el jefe de operaciones aliadas del cuartel general militar de la Alianza, general Mark van Uhm, ha rechazado las críticas insistiendo en que hacen “un buen trabajo” con los medios a su disposición. “Con los medios que tenemos estamos haciendo un gran trabajo y estamos cumpliendo nuestra misión. No nos compete decir que queremos más”, aseguró. “Si te dan más, puedes hacer más”. Mientras, la portavoz de la Alianza, Carmen Romero, ha informado de la disposición de 200 aviones para llevar a cabo “operaciones manteniendo un ritmo operativo elevado utilizando los medios que tenemos a nuestra disposición”.
Sin embargo, esta semana EEUU cumplió con lo prometido y retiró de suelo libio 50 aviones de ataque a tierra, que hasta ahora estaban bajo mando de la OTAN aunque mantiene a varios de estos a disposición de la Alianza Atlántica en caso de que fuera necesario. Junto a él, Francia y Reino Unido se encuentran entre los países que más ataques a tierra están realizando contra objetivos militares del régimen, aunque Bélgica, Canadá, Noruega y Dinamarca, entre otros, también están participando en este tipo de operaciones.
Del lado español, nuestro país aporta cuatro F-18 y un avión de abastecimiento en vuelo para el mantenimiento de la zona de exclusión aérea y otra fragata F-100, a la que se une un submarino y un avión patrulla. Sin embargo, el Ejecutivo ya ha dejado claro que no pondrá a disposición de la OTAN sus cuatro F-18 para ataques a tierra contra objetivos militares del régimen como tanques, baterías antiaéreas o depósitos de municiones como hacen otros aliados. En esta línea se han expresado otros países como Turquía o Países Bajos, que no participarán en bombardeos.
Dos meses más
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha aprovechado la ocasión para anunciar en Berlín que el Gobierno español solicitará la semana que viene al Congreso de los Diputados que autorice prorrogar su participación durante dos meses más en la zona de exclusión aérea.
En rueda de prensa antes del inicio de la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en la capital germana, ha subrayado el compromiso de España con la operación militar en Libia, pero ha dejado claro que España no contribuirá a los ataques a tierra que realizan algunos de los aliados y socios contribuyentes. “España escogió una opción”, ha recalcado la ministra. “Y es la que España mantiene”.
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