El Ayuntamiento de Madrid ordena retirar puños en alto y palabras como “revolución” de los Espacios de Igualdad
El delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid, el concejal de Ciudadanos Pepe Aniorte, ha dado órdenes para eliminar de los Espacios de Igualdad los carteles institucionales con simbología de puños alzados, por considerar que está vinculada a la izquierda, y para prescindir de términos como “revolución” de los títulos de los talleres feministas que allí se imparten.
Las directrices se transmitieron al personal que se encarga de la gestión de estos espacios municipales para el empoderamiento de las mujeres y contra las violencias machistas hace unas semanas, según han confirmado fuentes del área de Igualdad a eldiario.es. “Detectamos que los nombres de las actividades eran muy creativos, buscaban impactar más. Nos parece que, al ser un recurso del Ayuntamiento de Madrid, los títulos tienen que ceñirse a los objetivos”, añaden las mismas fuentes. El origen de estas directrices son las quejas de algunos concejales del Ayuntamiento, según han informado a este medio fuentes conocedoras de la decisión.
Las protestas apelan, sobre todo, a la campaña institucional del equipo municipal de Manuela Carmena para el 8 de marzo de este año con carteles en los que se representaban manos en varias posiciones. Una de ellas era en forma de puño en alto y decía: “No será la fuerza, será el feminismo”. Varios Espacios de Igualdad, como el de Berta Cáceres, tenían esa ilustración en su perfil de Twitter y ya la han retirado por orden del área de Igualdad.
La instrucción es que los espacios solo se identifiquen con el nombre y la fotografía de las mujeres que le dan nombre: Gloria Fuertes, Carme Chacón, Hermanas Mirabal, Lucrecia Pérez... “Nosotros no habríamos elegido el puño, no es nuestro estilo. Pero ese no ha sido el motivo, sino poner una imagen estándar y no la imagen de una campaña”, precisan desde el área.
El ahora alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, denunció esta campaña cuando estaba en la oposición y pidió su retirada. “Cualquiera puede ver que consiste en un puño alzado, y al margen de la valoración que nos pueda suponer, un puño alzado tiene una determinada simbología política”, dijo el regidor, que señaló al Consistorio por “entender con carácter muy sectario la celebración de un día para reivindicar la igualdad”. Ahora, este mismo argumentario se ha trasladado a las trabajadoras municipales.
El primer Espacio de Igualdad, María Zambrano, se abrió en el año 2005 en el barrio de Chamberí. Gobernaba Alberto Ruiz-Gallardón en la ciudad de Madrid. Tres lustros después, la capital tiene 14. La corporación municipal de Manuela Carmena creó ocho nuevos y dejó planificados otros cuatro que debería inaugurar el nuevo equipo de Gobierno en 2020: Ciudad Lineal, Barajas, Villa de Vallecas y Puente de Vallecas.
Cada uno de estos espacios, que dependen de la Dirección General de Igualdad, tiene un equipo multidisciplinar formado por una psicóloga, una orientadora laboral y otra profesional para el acompañamiento social. En los puntos, además, se presta atención psicológica y asesoramiento a las mujeres y están coordinados con los recursos contra la violencia de género. Funcionan, en definitiva, como una casa de las mujeres: un lugar al que acudir si necesitas ayuda, como primer filtro, y un punto de encuentro para las vecinas del barrio. Aunque aún no todos los distritos tienen el suyo.
El feminismo y la lucha contra la violencia de género son asuntos inflamables para el nuevo Gobierno municipal por la posición negacionista del tercer socio imprescindible para reunir una mayoría, Vox, que ha dinamitado el consenso institucional sobre esta violencia específica. 2019 pasará a la historia como el primer año después de tres lustros que el Ayuntamiento de Madrid no hace una declaración institucional el 25N.
PP y Ciudadanos repudiaron con firmeza el lunes el discurso del portavoz municipal del partido de extrema derecha, Javier Ortega Smith, que cuestionó la existencia de la violencia machista y la ley integral de 2004 delante un auditorio lleno de mujeres y de supervivientes. Dos días después, el boicot de Vox al acto dividió al Gobierno municipal con la reprobación de Ortega Smith: Ciudadanos votó con Más Madrid y PSOE, mientras el PP se puso de lado porque, a su juicio, reprobar al portavoz por sus palabras atacaba la “libertad de expresión”. Pese a la votación, el malestar interno por la postura negacionista de Vox crece en las filas del PP.