El protocolo de la Comunidad de Madrid no sirve para reducir los picos de contaminación como los de Getafe
El protocolo que ha presentado este martes la Comunidad de Madrid no sirve para atajar los picos de dióxido de nitrógeno que se están registrando en Getafe. El municipio sobrepasó el lunes y el martes durante tres y cuatro consecutivas, respectivamente, los 200 microgramos de NO, pero solo en una estación, la única que hay en la localidad.
De estar ya funcionando el protocolo anticontaminación –se pondrá en marcha tan pronto publique en el BOE–, esta situación no lo habría activado porque requiere que estos picos se den en al menos dos estaciones de una zona, de las siete en las que divide la región. Si así fuera, se limitaría a 90km/h la velocidad en las vías M-40 y M-45 y en los tramos situados dentro del anillo de la M-45 de las radiales de acceso a Madrid, y a 70km/h en el resto de red de carreteras de la región cuya velocidad permitida sea mayor, como corresponde al escenario 2 (nivel de alerta).
Por eso, el Ayuntamiento de Getafe ha solicitado que “para las limitaciones de velocidad en las autovías se tenga tan solo en cuenta una estación de medición por zona, para que las medidas sean efectivas”. La Comunidad de Madrid, con una extensión de 8.030 kilómetros cuadrados, cuenta solo con 23 estaciones, más una que se incorporará próximamente mientras que solo en la ciudad de Madrid, que ocupa 604,3 kilómetros cuadrados, se miden los niveles de dióxido de nitrógeno en 24 puntos.
Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente argumentan que los puntos de medición “están colocados siguiendo criterios técnicos” que responden a diversos factores y dejan la puerta abierta a “seguir mejorándolos”.
En todo caso, el Ayuntamiento de Getafe no tiene ningún plan para actuar ante episodios de alta contaminación pese a haber registrado episodios de altos niveles de dióxido de nitrógeno el 26 de octubre, el 15 de noviembre, el 17 del mismo mes y otra vez el lunes 20 y el martes 21, un gas tóxico para la salud que emiten los tubos de escape de los vehículos y que inhibe en porcentajes elevados el funcionamiento del sistema inmunitario.
Las consecuencias son más alarmantes a largo plazo, cuando la exposición a estos contaminantes producen “enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, entre ellas el asma”, recoge la OMS en un informe que estima que cerca de tres millones de muertes al año están relacionadas con la exposición a la contaminación de aire de exteriores, de las cuales 16.000 se producen en España.
Este martes, tras aprobarse en Consejo de Gobierno el protocolo marco que obliga a esta y otras 13 ciudades de región de más de 75.000 habitantes a desarrollar medidas propias, la alcaldesa Sara Hernández (PSOE) ha avanzado que se aprobará “un nuevo protocolo informativo y de divulgación sobre las emisiones de dióxido de nitrógeno”. Es decir, no contiene restricciones al tráfico cuando se registran altos niveles. Fuentes del Consistorio consultadas por eldiario.es, sin embargo, aseguran que sí habrá “algunas” sin concretar cuáles.
Contaminación “heredada”
El equipo de Sara Hernández basa su posición en que la contaminación en Getafe es “heredada” por su situación geográfica. “En Getafe no tenemos un problema con la circulación en el casco urbano, sino con las vías que nos rodea tanto a nivel autonómico como nacional. Los planteamientos de la Comunidad de Madrid no serán efectivos para Getafe, puesto que será difícil que se apliquen los escenarios 2 y 3, quedando además por resolver las emisiones de la A-42 y la A-4 cuyo responsable es el Ministerio de Fomento”, recoge el consistorio en una nota de prensa.
Las emisiones de los vehículos cuesta reducirlas incluso con restricciones al tráfico y multas por no cumplirlas, como las que incluye el protocolo anticontaminación del Ayuntamiento de Madrid. Fuentes del área de Medio Ambiente han informado de que el tráfico en la almendra central de la capital disminuyó solo un 3% pese a prolongarse las restricciones durante cinco días, dos de ellos con prohibición de aparcar en la zona SER a los no residentes.
La Comunidad de Madrid da un año a sus grandes municipios para aprobar sus propios planes, para los que recomienda –no obliga– incluir restricciones al tráfico en los cascos urbanos en función del etiquetado de los vehículos a partir del escenario 2. Es decir, dejar fuera a los más contaminantes. Además de prohibir el estacionamiento, restringir las operaciones que generen contaminación en las obras públicas, controlar más las actividades industriales de competencia municipal o aumentar el número de calles que se someten a riego y su frecuencia.
Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente avanzan en este sentido que, a nivel regional, la Comunidad de Madrid prevé firmar un acuerdo con la Agencia Estatal de Meteorología para desarrollar un sistema que permita hacer preavisos con 48 o 72 horas sobre los niveles previstos teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas.