Fiesta de nochevieja en una residencia de mayores sin mascarilla ni distancias
La residencia privada de mayores Casaquinta, ubicada en el municipio de Ciempozuelos (Madrid), despidió el 2020 con un evento en el que la mayor parte de sus usuarios no llevaban mascarilla y no se respetó la distancia de seguridad en varios momentos de la celebración, tal y como se puede comprobar en el vídeo que el propio centro ha subido a su perfil de Facebook.
La nochevieja fue amenizada en este centro —en el que fallecieron 65 usuarios con Covid-19 en la primera ola de la pandemia— con villancicos cantados por un grupo de usuarios. “Hoy ha sido un día muy especial, por fin han actuado nuestros chicos del coro”, expone el texto que acompaña al vídeo difundido el 31 de diciembre. “Juntos hemos recordado canciones navideñas y bailado al ritmo de sus voces”, añaden en la publicación.
Los miembros del coro que entretuvieron a sus compañeros no llevaban mascarilla, alguno lo portaba en la muñeca, y la distancia entre ellos era reducida, tal y como se percibe en las imágenes. Entre los mayores que asistían a la actuación, la mascarilla también escaseó. Son pocos los residentes a los que se les ve con la boca tapada mientras cantan y dan palmas al ritmo de la música. No solo se echa en falta esa protección, tampoco se percibe que exista una distancia de metro y medio entre gran parte de los espectadores, siempre de acuerdo a las imágenes publicadas. De hecho, en algunos casos, el tiro de cámara permite observar que hay sillas colocadas de forma contigua y con escasa separación.
La directora de la residencia asevera que los usuarios van sin mascarilla por el centro porque “son convivientes siete días a la semana 24 horas al día”. La normativa autonómica establece que salvo casos excepcionales, por afecciones o enfermedades, la cobertura de la boca es obligatoria en los centros de mayores, así lo confirma también una portavoz de la Consejería de Asuntos Sociales a elDiario.es.
El evento estuvo coordinado por dos personas que no son usuarios del centro. Uno cantó y otra dirigió el coro, a los dos se les percibe en algún momento sin mascarilla, aunque en estos casos sí que mantienen una separación con los residentes. En celebraciones de este tipo, los expertos han reseñado que hay que tener cuidado porque elevar la voz se puede convertir en un factor de riesgo al aumentar los aerosoles emitidos.
La directora plantea que los residentes son convivientes para justificar ese evento, en el que la mayor parte de los ancianos no llevan mascarillas. Llega a asegurar que esta decisión está amparada por las normativas de la Comunidad de Madrid por ese motivo. “Ellos conviven como tú en tu casa con tu familia”, asegura en conversación con elDiario.es. “Ellos están aquí. No tienen ningún tipo de relación con el exterior, solo con nosotras. Todo el personal lleva mascarilla y los residentes no están obligados a llevarla”, incide.
Sin embargo, fuentes de la Consejería de Políticas Sociales no sostienen esta afirmación y destacan que “en principio el uso de la mascarilla según el protocolo de Salud pública es obligatorio”. Así figura también en las guías elaboradas específicamente para combatir la infección en las residencias de mayores, que se han convertido en el mayor foco de la pandemia en todo el país, por la letalidad del virus en estos lugares de concentración de población vulnerable.
El último protocolo publicado llega a asegurar que las mascarillas seguirán siendo necesarias en los centros de mayores aunque se inicie la campaña de inmunización contra la COVID-19. “Independientemente de que usuarios y/o trabajadores se hayan vacunado el uso de las mascarillas continúa siendo obligatorio en el centro tanto para residentes como trabajadores y visitantes (excepto aquellas personas que estén exentas por enfermedad o deterioro cognitivo)”, recoge la última guía publicada por la Comunidad y fechada a 11 de enero de 2021, a pesar de que fue consultada por esta redacción el 8 de enero.
En una versión anterior se mantenía la obligatoriedad, al destacar que “todo residente debe portar mascarilla quirúrgica siempre que no pueda mantener la distancia de seguridad, tenga o no sintomatología”. Este documento está publicado en la web de AMADE, la patronal madrileña del sector de la dependencia, y fechado a 25 de noviembre. Es cierto que se citan excepciones, como la “enfermedad o deterioro cognitivo”. A ellas se añade una “situación de discapacidad o dependencia”, que “no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla, o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización”, según contempla el BOE.
Por parte de la directora de la residencia estas circunstancias solo se mencionaron de forma particular: “Insisto ellos son convivientes y están siempre juntos. Entonces, no tienen por qué llevar mascarillas, aparte de sus patologías, que alguno (sic) las tiene respiratorias y no es obligatorio llevar mascarilla”, apuntó. En ningún momento, a lo largo de su conversación con esta redacción, generalizó ese tipo de afecciones a todos los usuarios que salen en el vídeo. Se extendió sobre el hecho de que los residentes “son convivientes”. Asimismo, destacó que no había familiares, que los trabajadores portan mascarilla y que llevan “sin COVID mucho tiempo”. Además, aclaró que el cantante forma parte de la plantilla y se somete a pruebas periódicas.
Gestionada por la Real Asociación de Hidalgos de España
Esta residencia fue uno de los catorce centros intervenidos a lo largo de la primera ola de la pandemia por “un incremento no esperado de fallecimientos”, explicaron desde el Gobierno autonómico. Se trata de un centro que tiene 320 plazas —según datos publicados por Europa Press— y en el que fallecieron 80 usuarios en la primera ola de la pandemia, 64 de ellos con síntomas compatibles de COVID y solo uno con una prueba positiva.
La gestión del centro depende de la Real Asociación de Hidalgos de España. Un colectivo que gestiona una escuela de genealogía heráldica y nobiliaria y también organiza coloquios sobre nobleza. En el consejo asesor de la organización hay apellidos conocidos, como los de Fernando Ramírez de Haro y Valdés, Conde de Bornos y marido de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre; Pedro de Borbón Dos Sicilias y Orleáns, Duque de Calabria o Amalio de Marichalar y Sáenz de Tejada, Conde de Ripalda. En la Junta directiva también se encuentra Cristóbal Colón de Carvajal, descendiente de Colón.
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