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Madrid se prepara para una semana crítica por el pico del virus

Ifema

Fátima Caballero

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Madrid superaba este lunes la barrera de los 10.000 infectados por coronavirus. Suma ya 1.263 fallecidos. Es la comunidad autónoma más castigada por la pandemia, y la peor ola en la región aún está por llegar, advierten los técnicos y autoridades políticas. El pico se producirá en los próximos días, según apuntan todos los pronósticos, y la Comunidad de Madrid se prepara para abordar unos jornadas claves, fundamentalmente en dos frentes: un hospital de campaña en la Feria de Madrid que el Ejército ha habilitado a contrarreloj para albergar al mayor número posible de pacientes y una nueva morgue, también improvisada, en el Palacio de Hielo de la ciudad.

La Comunidad de Madrid se enfrenta a este pico con una plantilla sanitaria diezmada en la última década pese al aumento de la población. En cuanto a los facultativos, las memorias del Sermas indican que se pasó de 16.656 en 2010 a 16.492 al cierre de 2019, todo esto sumado a que los sanitarios son uno de los colectivos más infectados por coronavirus: un 12% del total.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anunciaba este lunes que la funeraria pública de Madrid cierra sus puertas porque no cuentan con el equipo necesario para afrontar con garantías el elevado número de fallecidos por la enfermedad: 242 víctimas solo en las últimas 24 horas. Los cadáveres se acumulan en los hospitales, y las funerarias y los crematorios están “colapsando”, apuntan fuentes del Gobierno regional. “Aunque la funeraria municipal no cerrase, la capacidad para enterrar en el plazo normal es imposible”, añaden las mismas fuentes.

El volumen de trabajo de los servicios funerarios en la Comunidad de Madrid se ha multiplicado por seis como consecuencia de la crisis sanitaria por el coronavirus, mientras que el número de fallecidos diario se ha multiplicado por siete. Así lo ha señalado el vicepresidente de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios, PANASEF, Juan José López Vivas, en una entrevista en Telemadrid, sobre cómo está haciendo frente este sector a la emergencia sanitaria. Si la media normal de fallecidos en un día es de 75, ahora esa cifra se está multiplicado por siete, lo que ha llevado al colapso de las cámaras de los hospitales y de los tanatorios.

Para hacer frente a esta situación y en previsión de un escenario todavía peor, el Gobierno ha movilizado la Unidad Militar de Emergencias (UME) que se encarga desde hace unas horas de trasladar a los cuerpos al Palacio de Hielo, en en el noreste de la capital, lugar escogido para servir de morgue porque sus 1.800 metros cuadrados de pista se pueden enfriar hasta los cero grados, y así conservar los cuerpos.

El otro frente, el de los pacientes, se librará desde un hospital de campaña en el recinto ferial de IFEMA inspirado en las llamadas 'Arcas de Noé' de la ciudad china de Wuhan, epicentro de la pandemia mundial. Este tipo de instalaciones estuvieron abiertas durante varias semanas en el país asiático con la idea de atender a los casos leves como una manera de contener la expansión del coronavirus.

Es también la UME la que coordina junto a la Comunidad de Madrid desde el viernes las labores para convertir el centro de convenciones de Madrid en ese enorme hospital: “el más grande del país”, destacaban este lunes todas las autoridades allí congregadas. Conscientes de la gravedad, las tres administraciones han escenificado unidad en la presentación del complejo y por un momento la Comunidad de Madrid, representada por el consejero de Justicia, Enrique López aparcaba los reproches contra el Gobierno a los que estos días se ha dedicado la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso.

Este hospital en IFEMA tendrá 1.300 camas preparadas ya desde el miércoles para pacientes convencionales mientras que un centenar se destinarán a cuidados intensivos (UCI) en los pabellones 5, 7 y 9. En las últimas horas ya hay más de 200 personas ingresadas y este martes superarán las 300. La Comunidad de Madrid se prepara, si fuera necesario, para llegar a las 5.500 camas.

Solo en Madrid ya hay 10.575 personas confirmados con coronavirus−frente a los 9.702 del balance del domingo − de las cuales el 90% se encuentra hospitalizas, 942 personas ingresadas en la UCI. Los hospitales madrileños están al borde de su límite, motivo que precipitó que se hayan organizado los hoteles medicalizados que también están funcionando ya durante los últimos días. Los profesionales reportan urgencias abarrotadas, UCIs saturándose y escasez de equipos para los sanitarios, en un momento en el que la “curva” de contagios de COVID-19 todavía no ha llegado a su pico.

Con estas previsiones, el recinto ferial se prepara para ser la zona cero del COVID-19 en Madrid en un intento desesperado por contener la pandemia y evitar que la sanidad madrileña termine de colapsar, reconocen desde el Gobierno regional. En un principio los pacientes serán derivados desde los diferentes hospitales de la región para lo que la Comunidad de Madrid ha puesto a disposición también los autobuses públicos, pero también se espera que vayan llegando los pacientes desde sus propios domicilios. Para ello, se han habilitado zonas de triaje y el Hospital de la Paz servirá de laboratorio. IFEMA también va a servir como centro para el reparto de todos los equipos de protección individual (EPI) de la Comunidad de Madrid, con un gran almacén de 21.000 metros cuadrados.

Se ha diseñado un procedimiento para lo que está por venir. Una vez que el paciente llegue al hospital de IFEMA, y previo triaje, pasará a un control de enfermería en función de su situación clínica, explicaba este lunes el director médico de este centro hospitalario, Antonio Zapatero. Durante los turnos de mañana y tarde, los enfermos serán atendidos por médicos de Atención Primaria supervisados por médicos especialistas en medicina interna y en otras especialidades. Los profesionales del SUMMA se hacen cargo de los turnos de noche, con apoyo del SAMUR, que también colabora por el día en admisión, triaje y soporte en la colocación de equipos de protección.

Esta decisión de movilizar a la Atención Primaria para el gran hospital de campaña ya ha generado las primeras críticas en el sector sanitario. Son los hospitales los que soportan la mayor carga asistencial, pero más allá de los grandes centros, los de Atención Primaria se han estado encargado de hacer el seguimiento domiciliario. “En parte supone desmantelar la atención que brindaban hasta ahora los centros ambulatorios, considera Alda Recas, presidenta de la Asociación madrileña de enfermería, que alerta de que hay otras muchas funciones de atención domiciliaria que pueden quedar en el aire.

Con motivo del hospital de campaña en IFEMA, la Atención primaria está viendo modificado su funcionamiento ya que se han cerrado las urgencias de las noches y los fines de semana además de cerrarse, por zonas, varios centros de salud. Según explican desde la Comunidad de Madrid, durante el fin de semana, un centenar de profesionales de los ambulatorios se han incorporado al hospital de habilitado en IFEMA con el objetivo de tratar a pacientes con infección de coronavirus.

La Mesa de Atención Primaria del Colegio de Médicos lamentaba este lunes que “ahora la Atención Primaria esté bajo las órdenes de los diferentes hospitales”, cuando lo ideal, aseguran, sería que la siguiera sirviendo de filtro y soporte para no sobrecargar los hospitales y “evitar que los pacientes lleguen a estar en estado de gravedad”.

“Sólo se está mostrando, la punta del iceberg de la crisis sanitaria: el número de pacientes ingresados en UCI, y no los miles de pacientes atendidos precozmente para evitar que lleguen a estar en estado de gravedad”, destacaba el colegio profesional en un comunicado. Hasta ahora, la Atención Primaria se estaba ocupando del seguimiento telefónico de más de 20.000 pacientes en sus domicilios que aunque en muchos de los casos no disponen de la prueba diagnóstica, presentan sintomatología leve y precisan de una atención mínima.

Desde el Gobierno regional no quieren hacer comentarios a estas críticas, su objetivo, dicen, está puesto en hacer frente a los pacientes que precisaran atención hospitalaria los próximos días. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, explicaba que después de este pico que se espera para esta semana empezarán a bajar los contagios por coronavirus ya que comenzarán a notarse las medidas de confinamiento. Aunque el ministro de Sanidad, Salvador Illa, avisa: “Llegar al pico no significa resolver el problema, es la primera etapa. Después queda doblegar la curva y acabar con el virus”.

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