Fiestas Tetuán
Mar Álvarez (Petit Pop): “Eres cantautora de todo lo tuyo, si estás con tus hijos surge convertirlo en canciones”
No suele ocurrir que la actuación estrella de unas fiestas sea en horario de tarde y para público infantil, pero sucederá este sábado en las fiestas de Tetuán con el concierto del grupo asturiano Petit Pop. El recinto ferial volverá a ser un año más el parque Rodríguez Sahagún (día 2 de julio, 20.00 horas), un escenario ideal para un grupo que pone a los niños en el centro de su universo.
Muchos padres y madres también lo pasarán bien, sin duda, porque en Petit Pop suenan acordes del pop noventero de su juventud llegado de Gijón. De hecho, el grupo está formado por miembros de Pauline en la playa (Mar Álvarez), Nosoträsh (Covadonga de Silva, Cova), Undershakers (Lara González, también Mar), Penélope Trip o Edwin Moses (Pedro Vigil).
Hemos hablado con Mar Álvarez para ir bien informados a bailar junto con nuestros hijos el sábado al Rodríguez Sahagún.
–Vamos a empezar por los básicos, Mar. ¿Qué se van a encontrar quienes acudan al concierto del sábado?
Hacemos un concierto para familias, es ahí donde hemos orientado nuestro trabajo: las composiciones, los directos, los discos… porque el repertorio, que es todo nuestro, habla de la vida familiar, de los hijos, de los padres...siempre en un tono de humor y tirando de los referentes del pop-rock de todos los tiempos. Lo mismo te encuentras un rock and roll, que una canción un poco más rapeadilla, un tema más punk, otro más ska… cada canción tiene musicalmente aquello que pedía y las letras son siempre muy cómplices con los niños. Simpáticas y optimistas.
–Ya lleváis doce años con Petit Pop…
Sí, el primer concierto que damos es en 2010 y ya esa primera vez nos llamamos Petit Pop. Contactaron conmigo y me preguntaron si tenía algo para niños. No tenía nada –tenía un niño de un año, era lo que tenía–, pero llamé a Cova y a Lara y les propuse montar algo para este concierto. Toda la vida hemos tenido banda y hemos compuesto así que nos pareció muy natural, ya que ya teníamos cerca niños, algunas propios y otras de familiares.
–Algunos de los asistentes a aquel primer concierto o se aprendieron las canciones del primer disco son ya adultos, ¿habéis sabido algo de ellos?
Nosotros tenemos una escuela de música en Gijón, Sonidópolis, que lleva seis años funcionando. La abrimos un poco al calor de Petit Pop y los que fueron en principio nuestros fans y nuestros inspiradores han pasado a ser nuestros alumnos; y algunos de ellos tienen sus propias bandas. Estamos viéndolos crecer.
–Tengo entendido que la idea germinó en un AMPA, ¿no?
Sí. Mi hijo acaba de pasar al instituto, pero iba a un colegio de Cimadevilla, que es el barrio histórico de Gijón. Un colegio muy chiquitín, muy chiquitín (éramos unas 80 familias) y me propusieron llevar la extraescolar de música. Me daba pereza infinita montar una actividad al uso y monté una banda que se llamaba Los Eléctricos (luego, como eran todo niñas, Las Eléctricas). Les enseñé los rudimentos de los instrumentos, empezaron a tocar, les grabé un par de discos y fueron el germen de Sonidópolis. Pensamos, “si esto funciona con un grupo, por qué no con 25” (que son los que tenemos ahora). Efectivamente, funciona.
–Reflejáis en las canciones un mundo muy cotidiano de la crianza y el punto de vista de los niños, os imagino con una libreta, observando y anotando ideas para luego componer
Hasta ahora no ha hecho falta porque nuestra propia familia nos ha alimentado. Mi hijo tiene 13 años, Cova tiene un hijo de 13 y una hija de 15 y Pedro una hija de 13. Todos hemos asistido como público a su crecimiento en primera línea. Cuando tú hablas de lo que te pasa en tus canciones, como hacemos en Pauline en la Playa, Nosoträsh y en todos nuestros proyectos paralelos, ya tienes esa costumbre. Si lo que te pasa es que estás con tus hijos, surge con naturalidad convertirlo en canciones. Eres cantautora de todo lo tuyo.
Si el lunes por la mañana no se levanta, si le dices que hay que compartir, que vamos a la playa, que no llegas a las extraescolares…es lo que nos pasa y es una buena manera de comunicarnos con ellos. Obviamente, los padres a veces tenemos que dar un poco la chapa, es nuestro papel. En nuestro caso en vez de decirle al niño “tienes que compartir” componemos Soy un roñica, nos reímos un poco de nosotros mismos y metemos una moraleja al final. Los padres se ríen, los niños se sienten identificados y conviertes un sermón insufrible en algo que digieres sin enterarte.
–Siempre tendéis al humor, a veces sacáis también la vena lírica…
Sí, también hay canciones más melancólicas. Las madres echan la lagrimita con La Niña Pirata, cuidado
–Esa y Por qué, por qué son mis favoritas
Por qué está totalmente basada en hechos reales, salió cuando nuestros niños estaban preguntando todo el rato. Hubo que hacer una oda.
–Pero, decía, también aparece a veces un cierto lado político, no en el sentido partidista o ideológico, pero habláis de movilidad ciclista, de ecologismo, o salen los niños montando una manifestación contra los zoológicos en un vídeo
Bueno, sí, político no porque jamás hemos trenzado nuestra carrera musical con la política, tampoco en nuestros otros proyectos, pero sí se ve un poco la fórmula que elige una para estar en el mundo. Si la naturaleza está lo mejor posible será bueno para todos, con algunos carriles bici iremos más seguros, si los zoos se convierten en sitios más agradables para los animales cuando los vayamos a visitar estarán más lustrosos y contentos…Vamos, creo que son cosas de sentido común.
–Volvamos a la necesidad biográfica y vital que os lleva a componer para niños. En ese momento, ¿os ponéis a escuchar otros grupos para público infantil o usáis vuestra propia cultura musical? ¿Os ofrece la experiencia más libertad creativa que la de vuestros otros proyectos?
Tiramos de nuestro propio bagaje musical y del que no es propio también porque ninguno de nosotros pensó en ningún momento de su vida hacer un tema glam o de ska. Petit Pop nos da la libertad de poder tirar del hilo que nos apetezca. Todo lo encasillado que está uno con su proyecto de cabecera –a los adultos nos encanta hacer secciones y colocar las cosas en un sitio para toda la vida– no lo estamos en Petit Pop, porque con los críos eso no sucede. Podemos experimentar y hacer lo que nos dé la gana con cada canción, ese es el estilo. Cada canción tiene lo que necesita y podemos ir del folk al punk sin despeinarnos.
–Recientemente habéis publicado dos singles, Fan de póster y Riega Antón, ¿veremos pronto un nuevo disco de Petit Pop?
Ahora tenemos dos dificultades. Por un lado el tiempo, cada vez cuesta más reunirse. Luego, nuestros niños se han hecho un poco mayores y hemos perdido ese día a día que nos daba toda la temática. Aunque tenemos muchos niños cerca por Sonidópolis y la familia no es lo mismo amanecer el lunes con un adolescente de trece años que con un niño. Hay que hilar un poco más fino para componer, cuesta más, pero estamos en ello, la idea es sumar canciones a estas dos y hacer un disco, a ser posible físico porque somos muy fans del formato. Incluso librodiscos, que hemos hecho y nos gustan mucho, o igual sacamos un vinilo, que sería super cool.
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