En el urbanismo también hay desigualdad de género: radiografía y solución para una ciudad feminista
Las ciudades perpetúan la desigualdad de género. Su diseño se hizo dando prioridad a los coches frente a las personas. Y las mayores damnificadas han sido las mujeres. Mientras los vehículos privados suponen el 29% de los desplazamientos que se producen en Madrid, tienen reservado el 80% del espacio público, unos porcentajes que en mayor o menor proporción se repiten en las principales ciudades del mundo. El uso del coche ha sido mayoritariamente masculino, y aunque las proporciones se han acortado, siguen siendo significativas las diferencias.
Los datos más recientes: un 37,9% de los hombres de la capital utiliza el coche particular frente al 28% de las mujeres, lo que supone un 10% más, según se desprende de la encuesta de Calidad de Vida 2017 del Ayuntamiento de Madrid. La prioridad al vehículo privado que se empezó a fraguar hace ya unas décadas, ha dibujado ciudades menos habitables, dirigidas a la producción. Los cuidados o la reproducción han quedado relegados.
“Incorporar el feminismo al enfoque de la ciudad se ha convertido en una cuestión de derechos”, asegura Miren Vives, urbanista y arquitecta. Una cuestión de derechos que incorporó la Ley estatal de Igualdad de 2007 y también una ley posterior de la Comunidad de Madrid de 2016. La Ley de Igualdad establece en su artículo 31 que “las Administraciones Públicas tendrán en cuenta en el diseño de la ciudad, en las políticas urbanas, en la definición y ejecución del planeamiento urbanístico, la perspectiva de género, utilizando para ello, especialmente, mecanismos e instrumentos que fomenten y favorezcan la participación ciudadana y la transparencia”.
El Ayuntamiento de Madrid presenta este martes un estudio sobre urbanismo de género elaborado por la historiadora Begoña Pernas Riaño y la geógrafa Marta Román Rivas, 'Ciudades igualitarias: Guía práctica de urbanismo y género'. Se trata de una guía, como explica una de sus autoras a eldiario.es, para “que se empiece a introducir la perspectiva de género en las ciudades. ”El urbanismo tiene una importancia capital para explicar las desigualdades. Hasta ahora se habían tenido en cuenta las desigualdades sociales, pero vemos que la de género es una más“, añade Pernas.
Respecto a la ciudad de Madrid, la historiadora considera que las desigualdades de género se han dado por un modelo de urbanismo “muy estallado”. “Se ha apostado por una inversión de capital de grandes infraestructuras, grandes usos, pensando en una movilidad de grandes desplazamientos de casa al trabajo”, explica. Ese modelo ha tenido “efectos” en la ciudad como son los “problemas ecológicos, de vivienda y de ocio” que han afectado a las mujeres.
Uno de los ejemplos de esta apuesta por las grandes infraestructuras es la M30. La circunvalación, para Pernas, es una “decisión política que ha apostado por el tráfico, dejando de lado otros factores. Genera una mayor complejidad de lo urbano y se olvida del uso más peatonal o del transporte público. Al igual que los hombres utilizan más el vehículo privado, las mujeres cogen más el autobús:
El urbanismo feminista “tiene en cuenta todas las etapas de la vida del ser humano, desde la infancia a la vejez, y no piensa exclusivamente en la parte de la sociedad que se encuentra en la etapa del trabajo productivo remunerado, como ocurre todavía hoy en la mayoría de los casos. Incorpora, además, el factor clave que el urbanismo puede asociar a la sensación de seguridad, que tiene un enorme impacto de género”, explica a este diario Rosa Gómez, coordinadora del área de Políticas de Género y Diversidad del Ayuntamiento de Madrid.
Seguridad
Precisamente, la seguridad es otro de los elementos a tener en cuenta cuando se piensa en el urbanismo feminista. La seguridad tiene una componente real pero también tiene una componente percibida. La real también se puede traducir en datos: un 12% de las mujeres aseguró haber sufrido algún tipo de agresión por la calle frente al 7,2% de los hombres en la encuesta de Calidad de Vida.
La inseguridad real se combate con la “diversidad, la densidad” a través de la apuesta por espacios con “diferentes usos”, asegura Begoña Parnes, autora de la guía. La historiadora desaconseja, para acabar con la inseguridad, los lugares fragmentados, es decir, los que se destinan únicamente a lo comercial o únicamente a lo residencial. Para la autora, este modelo genera “lugares hostiles”.
El Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, Habitat, habla de la importancia de implementar medidas encaminadas a pensar el urbanismo de las ciudades con perspectiva de género precisamente en materia de seguridad: “La falta de seguridad y movilidad es un serio obstáculo para alcanzar la igualdad de género en la ciudad, en la medida que limita el derecho de las personas a participar plena y libremente como ciudadanos en sus comunidades”.
“Cuestiones como una adecuada iluminación no sólo de los recorridos principales, y no sólo en función de las demandas escenográficas del turismo urbano, sino de los recovecos, calles secundarias, salidas de metro, paradas de autobús, etc. deberían ser contempladas por los proyectos de urbanización y detectados en los estudios de desarrollo urbanístico”, defiende la coordinadora de Políticas de Género y Diversidad.
“El porcentaje de usuarias de transporte público es mayor que el de usuarios. Asimismo a estos desplazamientos se incorpora el hecho de que se realicen acompañando a niños y niñas, personas mayores, personas enfermas o con movilidad reducida”, asegura Rosa Gómez. “La imposibilidad de un desplazamiento ajustado a las exigencias de la ciudad contemporánea genera exclusión social y laboral. Por ello, en los aspectos que tienen que ver con la movilidad es fundamental la aplicación de la perspectiva de género”, asegura.
En este sentido, el Ayuntamiento de Madrid ha ido introduciendo medidas en favor del transporte público como una forma de combatir la contaminación pero también para favorecer la movilidad, un aspecto donde salen beneficiadas las mujeres. Más carriles de autobús que descongestionan los trayectos y los agilizan pero también la incorporación de líneas en fin de semana. Las líneas 22, 83, 108, 117, 129, 149, 156, 247 y E1 de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid volverán a prestar servicio en domingos y festivos desde el próximo 18 de marzo como venían haciendo hasta julio de 2014. Además, a partir de este lunes, el Ayuntamiento ha reforzado el servicio en seis rutas de la red nocturna.
La política masculina ha priorizado lo masculino
Hasta 2011, Madrid había sido gobernada solo por hombres y sus equipos eran mayoritariamente hombres. Para Begoña ... es un signo claro del diseño de la ciudad. “El desarrollo urbano tiene que ver siempre con las relaciones de poder”, explica. “Es evidente que si los que deciden priorizan las actividades productivas y a eso se suma el poder privado a través de los negocios de poder, generalmente masculinizados, se traduzca en una apuesta por lo masculino”.