El personal sanitario recibe la Medalla de Oro de Navarra por su labor durante la pandemia: “De la conducta de cada uno depende el destino de los demás”

El personal sanitario y sociosanitario de Navarra ha recibido este jueves la Medalla de Oro, máxima distinción de la Comunidad foral por su labor durante la pandemia del coronavirus. En representación de los cerca de 17.000 profesionales que han sido galardonados, la cuidadora Amaya Iriarte Iribarren, la enfermera Ana Ariztegi Echenique y el médico Carlos Ibero Esparza han recogido el premio de manos de la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite.

El acto, con motivo del Día de Navarra, ha tenido lugar en el Salón del Trono del Palacio de Navarra y ha contado con la presencia de las principales autoridades de la Comunidad foral, aunque con un aforo reducido y cambios en la organización respecto a años anteriores debido a la pandemia.

Los galardonados han agradecido “enormemente” el reconocimiento y la valoración de “la dedicación, el esfuerzo, el riesgo asumido y la atención realizadas” durante la pandemia. Aunque no han desaprovechado la ocasión de apelar a la responsabilidad individual para luchar contra la COVID-19. En este sentido, el premiado Carlos Ibero ha alertado de que la labor de los sanitarios aún “no ha terminado” y ha apelado “a la responsabilidad individual de no ponerse en situación de contagiar”. “Queremos concienciar de que de la conducta de cada uno depende el destino de los demás”, ha pedido este médico.

“El personal sanitario agradece enormemente que se valore su trabajo, pero no hay mayor agradecimiento que su trabajo tenga valor, para ello animamos a seguir en la línea de proveer que dispongamos del tiempo y de los medios necesarios para procurar mejora la salud y la calidad de vida en Navarra”, ha señalado en su discurso.

Ibero es facultativo especialista en Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas del CHN, y médico coordinador de la atención a las plantas COVID-19 en el Complejo, mientras que Iriarte pertenece al personal de la residencia 'Virgen de Jerusalén' de Artajona, uno de los centros que más sufrió durante la primera ola de la COVID-19 y Ana Ariztegi es jefa del Servicio de Cuidados Asistenciales y Atención Domiciliaria en Atención Primaria.

Según el decreto de concesión de este reconocimiento, el Gobierno de Navarra destaca que durante la pandemia “el personal sanitario y sociosanitario ha personificado como nadie la lucha contra la enfermedad”. “La atención abnegada en la primera fila de la atención a pacientes, la actitud frente al riesgo de padecer ellas y ellos mismos la enfermedad o contagiarla a su entorno, la dedicación y el esfuerzo demostrados en condiciones muy adversas que todavía persisten y porque su trabajo habitual es el garante de la salud de toda nuestra comunidad”.