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Guía práctica para no perderse en las cambiantes estadísticas sobre el coronavirus en Euskadi

Escaparate de un comercio de Vitoria, este lunes

Iker Rioja Andueza

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¿Hay 12.513 positivos en Euskadi, como dice Fernando Simón, o 14.412, como dice Nekane Murga? ¿Las personas en la UCI son 538 o bien 113? ¿Y qué ocurre en las residencias? ¿Cómo es posible que en Gipuzkoa y en Álava hayan fallecido los mismos ancianos que en Bizkaia? La pandemia de coronavirus ha generado un enorme volumen de estadísticas. Pero el hecho de que no sean sistemáticas, que no resulten sencillas de comprender en algunos casos, que se modifiquen una, dos o más veces y, sobre todo, que no sean comparables entre sí hace que a veces sea complicado lograr una visión de conjunto. “Nosotros manejamos una información más extensa y más compleja pero este boletín público es lo que creemos que aporta mayor información a la mayoría de la población”, ha explicado la consejera de Salud, Murga, preguntada por los recientes ajustes estadísticos realizados por el Gobierno vasco.

Ministerio de Sanidad

En relación a Euskadi, el Ministerio de Sanidad ofrece el dato de positivos totales. Como hasta principios de abril solamente había una forma de detectar el virus Sars-Cov-2, la prueba PCR, la cifra no ofrecía mayores problemas. Luego se adquirieron test rápidos o serológicos, que detectan no la enfermedad sino los anticuerpos. Se empezaron a diferenciar unos positivos de otros. Desde hace unos días, en cambio, únicamente se publica el dato de diagnósticos con PCR al entender que un positivo con el test rápido indica que es un contagio antiguo, aunque cuando se produjo quedó oculto para la estadística. En cuanto a los datos de UCI y hospitalizados, ofrece una estadística acumulada que no permite determinar si baja o no la presión asistencial en los centros sanitarios, aunque sí cuántos nuevos casos se han agravado día a día. En cuanto a las personas “curadas”, se han sumado los recuperados y las altas hospitalarias. Finalmente, desde el principio ha incorporado dos datos propios para medir la gravedad de la enfermedad, el porcentaje de contagios y el número de casos derivados de cada positivo (el denominado R0).

Consulta aquí mapas y gráficos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi

Osakidetza

El Servicio Vasco de Salud creó un boletín informativo diario el 18 de marzo, en la tercera semana de la pandemia. Ha ido cambiando de formato y de diseño. Los mayores cambios fueron introducidos el 26 de abril. Se habló de “mejorar” los datos y el informe pasó de 27 a 18 páginas. Una de las omisiones fue el dato diario de pruebas por territorios y por tipo de diagnóstico. Sin embargo, en lo relativo a los positivos y a las pruebas realizadas, los datos de días anteriores al de la presentación de las estadísticas sufrían grandes variaciones sin explicación de un día para otro. De hecho, un vistazo al último informe antes de la eliminación de esa tabla mostraba que el primer positivo en Euskadi se dio supuestamente el 1 de marzo, cuando fue el 28 de febrero. En Gipuzkoa retrasaba la llegada del COVID-19 hasta el 3 de marzo, cuando también el 28 de febrero una joven que había viajado a Lombardía cayó enferma.

En cuanto a la cifra general de positivos, es la suma de PCR y test rápidos y no coincide ya con el Ministerio. La última, 14.412 frente a 12.513. Y esa brecha se va agrandar porque este lunes se han iniciado testeos a unas 9.000 personas con pruebas rápidas. Respecto a los recuperados, ahora el nuevo criterio es también unirle las altas hospitalarias después de dos meses con otra contabilidad separada y más clara. No, este domingo no se han recuperado 5.000 personas de golpe en Euskadi: es sólo otra manera de contar.

Sí se puede conocer el día a día de los hospitales y de las UCI, esto es, cuántas camas ocupadas hay en cada momento, pero no los ingresos diarios que ofrece el Ministerio de Sanidad o el porcentaje de espacio libre en cada centro. Además, en la cifra de hospitalizados hay un matiz: en la estadística entran clínicas públicas y privadas pero no hoteles medicalizados (Lakua en Vitoria y María Cristina en Donostia), hospitalización a domicilio y el centro San Onofre de IMQ en Vitoria. Es un matiz muy importante, porque en la zona más castigada, en Álava, llegó a haber más gente atendida fuera de los hospitales de la estadística que en ellos.

En Euskadi hay datos diarios por municipios e incluso por barrios o zonas de salud, una estadística no accesible en otras comunidades autónomas. Por el contrario, es imposible conocer el perfil de los fallecidos por territorio o de las personas hospitalizadas. Tampoco hay información sobre la estancia media en los hospitales. Desde el domingo, Osakidetza informa del denominado R0. Según Murga, es el “mejor” indicador para conocer la evolución de los contagios. Sin embargo, en ninguna de sus comparecencias públicas en dos meses lo había mencionado. Ha llegado a haber cinco contagios por cada caso detectado. Ahora está por debajo de uno, lo que se considera positivo.

Consulta aquí mapas y gráficos sobre el estado de alarma en Euskadi

Residencias

La estadística real de la situación de las residencias en Euskadi es, con diferencia, la más compleja y a veces se convierte en inmanejable. De hecho, quien dispone de la información centralizada, el Gobierno vasco, solamente ha ofrecido un dato general en una ocasión. Fue el pasado viernes en el Parlamento Vasco cuando el lehendakari, Iñigo Urkullu, aludió a 499 fallecidos y 1.690 positivos, pero no dio ni más detalles ni un desglose territorial que permitiera un mayor análisis.

Los datos los ofrecen las tres Diputaciones, Álava y Gipuzkoa cada día y, en el caso de Bizkaia, cada 48 horas los positivos y cada mes los decesos. Pero los positivos que se ofrecen es una cifra no equiparable a la de Sanidad u Osakidetza, ya que se excluyen los fallecidos y los recuperados. En realidad, se ofrece un dato de casos “activos”. En todo caso, y sobre todo en Álava, hay días en que la bajada de esos positivos no se corresponde con un incremento de la misma cantidad bien de los fallecidos o bien de los recuperados, o de ambos a la vez. Además, en el caso alavés quedan fuera de todos los registros las residencias municipales del Ayuntamiento de Vitoria (no las de otras localidades). Y no es un dato menor, ya que en la de San Prudencio ha habido 13 defunciones. Se desconoce si hay excepciones no reflejadas en las estadísticas en otros territorios. Hay días en los que se informa de la situación de los centros de discapacitados y otros en los que no se da ningún dato.

Aparentemente, las recuperaciones siguen el criterio de prueba negativa, aunque Bizkaia amagó con ofrecerlos incluyendo altas médicas y rectificó en la siguiente actualización (de 418 la cifra bajó a 120 de golpe). Bizkaia informa de los trabajadores de los centros contagiados y del personal de baja con sospechas de COVID-19. Gipuzkoa no ha ofrecido nunca datos al respecto y Álava dio hace semanas uno muy parcial referido a positivos en los centros forales públicos, aunque hay decenas de casos en los privados.

En cuanto a los centros, Gipuzkoa es el único territorio que casi cada día desglosa los recuperados y fallecidos de las residencias bajo su inspección -no los positivos-, lo que genera el falso efecto de que la mayoría de los centros más castigados están allí. Bizkaia nunca ha ofrecido ningún tipo de listado. Álava empezó a hacerlo, luego optó por una fórmula intermedia en la que anonimizaba los resultados y, finalmente, sólo separa los datos por tipo de centro: público, privado o municipal no de Vitoria.

Consulta aquí un mapa interactivo sobre la situación de las residencias vascas

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