Hablan las víctimas: “El perdón no me dice nada”
ETA se ha pronunciado y ha pedido disculpas a las víctimas, aunque especialmente a las que, según su criterio, no tuvieron relación con el “conflicto” con España. Un conflicto iniciado, siempre según su teoría, con el bombardeo de Gernika de 1937. ¿Qué les parece a las víctimas el comunicado? eldiarionorte.es ha reunido –telefónicamente– las reflexiones de dos voces cualificadas. Él es Josu Puelles, hermano de la última víctima de la organización terrorista en España, el policía nacional vasco Eduardo Puelles, asesinado en 2009. Es vicepresidente de Covite. Ella es Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, que sufrió un atentado en 1993. Las preguntas han sido las mismas para ambos.
¿Acepta el perdón de ETA?
Rosa Rodero: El perdón no me dice nada... Pero, bueno, me alegro de que se haya hecho. hasta ahora nadie ha sido capaz de hacerlo en este país. Es un pasito más para la paz en Euskadi. De todos modos, deja a algunas víctimas fuera y no me parece lógico.
Josu Puelles: Ni yo ni mi familia, como muchas víctimas, hemos solicitado el perdón de nadie. No queremos el perdón de la banda terrorista. Esto es hipócrita y cínico desde el punto de vista moral y ético. Enmascaran tras el perdón una retórica en la que hablan de unas víctimas que han de ser reconocidas y otras no. El perdón no es genuino, no es generalizado.
¿Le parece un paso o un cambio de lenguaje?
J.P.: No, no es un paso. Está intentando imponer un relato a través de su propaganda para blanquear su pasado. Los muertos siguen estando bien muertos, sobre todo aquellos que según ellos han tenido responsabilidad en el 'conflicto'. No se afronta el terrorismo desde sus causas. Y la causa es que se trató de imponer un proyecto político totalitario. Es ese proyecto el que pretenden que salga incólume.
R.R.: Hay un cambio de lenguaje, sí, pero siempre se quedan con algo en la manga. Ahora que todo tuvo su motivo, con lo que no puedo estar de acuerdo. Pero quiero decir que hablo en mi nombre como víctima. Todas somos iguales y todas merecen mi respeto, pero no acepto que haya quien hable en nombre todas.
ETA justifica su actividad por el bombardeo de Gernika.
R.R.: Me parece absurdo. Todo puede venir de la represión franquista y es cierto que esos señores nunca han pedido perdón, pero en la democracia ETA tuvo que haber desaparecido. No se hicieron las cosas y así nos ha ido. La memoria se tiene que escribir como se tiene que escribir.
J.P.: Es un delirio. ETA es el último reducto del franquismo. El único muro contra la libertad en el País Vasco en la democracia ha sido ETA. ETA no es una respuesta a la Guerra Civil. Es un delirio mezclar las cosas. Por eso, duele especialmente el 'totum revolutum' del plan de paz del Gobierno vasco, Aquí hay que focalizar en 858 asesinados y 50 años de terrorismo.
¿Cómo espera que se produzca el final de ETA?
J.P.: ¿El final? Su objetivo ha sido derrocar la democracia, por lo que su final debería ser el acatamiento de la democracia. Y colaboración con la justicia. Que se aclaren 300 asesinatos pendientes de resolver, cosa que ETA en ningún momento se ha planteado. Lo demás será propaganda terrorista.
R.R.: Quiero ver una Euskadi en paz. Mis hijos ya han sufrido bastante y no quiero que lo hagan mis nietos. Tienen que saber que por el camino de la violencia no se va a ningún lado. Tampoco me parece bien lo de los vencedores y vencidos. Hablar de eso sería un paso atrás y empezar de nuevo. En fin, esperemos que ETA desaparezca en 15 días y no haya más muertos. Nunca más. Eso es lo importante.