La huelga feminista obligará a suspender el pleno del Parlamento Vasco por falta de quórum, un hecho inédito desde 2001
En 2001, el boicoteo de PP y PSE-EE, por un lado, y de Batasuna, por otro, a los presupuestos del lehendakari, Juan José Ibarretxe, obligó a aplicar el reglamento del Parlamento y suspender varios plenos por falta de quórum en el hemiciclo. Este viernes, con motivo de la huelga convocada por el día de la mujer, la Cámara deberá desempolvar el artículo 63.5 cuando se constate que el pleno, en este caso una sesión de control al Gobierno, no puede constituirse porque “no están presentes la mitad más uno de sus miembros”.
Simbólicamente, el Parlamento se detendrá este 2019. No ocurrió lo mismo el pasado año. Las mujeres electas son 40 de 75. Harán huelga 36, incluidas todas las aforadas de PNV, lo que marcará la diferencia. Con ellas, se movilizarán PSE-EE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos.
Pero 36 no es suficiente para que no haya pleno. Sin embargo, es conocido que un miembro del PNV, Kerman Orbegozo, está de permiso por paternidad y no está acudiendo a las últimas sesiones. Asimismo, al menos dos parlamentarios más no asistirán, el peneuvista Joseba Egibar y Pello Urizar (EH Bildu), éste último de viaje oficial. Faltarán, además, varios hombres de Elkarrekin Podemos, que asumirán labores de crianza y cuidados para facilitar que sus parejas hagan huelga. En esas circunstancias, no será posible alcanzar ese quórum necesario para abrir la sesión.
La imagen de excepcionalidad se apreciará desde el mismo arranque del pleno. Ante la ausencia de la presidente de la Cámara, Bakartxo Tejeria (PNV), y de la vicepresidenta, Eva Blanco (EH Bildu), el encargado de dirigir el pleno pasa a ser el vicepresidente segundo, el socialista Txarli Prieto. Será él quien constate si hay o no quórum. De haber sido un pleno ordinario, ese control de asistencia tendría que haberse producido en cada una de las votaciones, según el artículo 90.
Formalmente, los parlamentarios no tienen derecho a la huelga al no estar sujetos a la legislación laboral ordinaria. De hecho, si se ausentan tampoco ven descontada la jornada de su salario. Sin embargo, los cuatro partidos que apoyan la huelga han tomado medidas en ese sentido. Las parlamentarias del PNV donarán el dinero a una entidad que trabaje por los derechos de las mujeres. Lo mismo harán PSE-EE y Elkarrekin Podemos, una coalición que incluso ha tasado en 150 euros por parlamentaria esa aportación. En el caso de EH Bildu, las aforadas y otros cargos públicos en su situación destinarán el dinero a una suerte de “caja de resistencia” con la que compensar a las trabajadoras de la formación que hagan huelga de modo que todas sufran las mismas consecuencias.
Sondeadas por este periódico, algunas funcionarias del Parlamento y asesoras de los grupos políticos también prevén parar. En el caso del personal no político, la presencia de hombres y mujeres es también equilibrada, incluidas algunas jefaturas. En todos esos casos, sin embargo, sí se aplicará automáticamente la merma en la nómina.
El cartel de Pablo Iglesias
En este contexto, el Parlamento Vasco ha aprobado dos resoluciones que hincan el diente de lleno a las políticas de igualdad. La Cámara, por ejemplo, ha avalado las medidas que está desarrollando el Gobierno de Iñigo Urkullu contra la brecha salarial, aunque con el rechazo de la oposición, que podía haber ganado la votación si no se hubieran ausentado Urizar (por su viaje) y el 'popular' Borja Sémper (enfermo). Aunque en el fondo todos los partidos han deseado acabar con esas desigualdades, el consenso no ha sido posible y se han llegado a votar hasta cuatro textos diferentes.
Igualmente, se ha instado al Ejecutivo a diseñar y poner en marcha esta legislatura una “estrategia de apoyo a personas cuidadoras”, que incorpore la perspectiva de género y medidas dirigidas al reconocimiento y a la puesta en valor de estas tareas. Todos los partidos han avalado la resolución salvo el PP, que se ha abstenido en un punto concreto aunque sí ha dado el visto bueno al resto.
Todo ello no ha evitado el enfrentamiento entre parlamentarias de todos los partidos. Edurne García (Elkarrekin Podemos) ha criticado que los planes del Gobierno contra la brecha salarial son maquillaje, la bancada del PNV no ha podido evitar sacar a colación el cartel del regreso de Pablo Iglesias retirado por machista y el PSE-EE ha lamentado que al PP “ni se le espere” en las movilizaciones del 8 de marzo.
Efectos en todas las instituciones
El efecto de la huelga se hará sentir también en otras instituciones. En el Gobierno vasco la mayoría de las consejeras han vaciado su agenda pública de mañana. Aunque hay excepciones, la titular de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, seguirá con su actividad, ya que se encuentra de viaje oficial en Estados Unidos. Por su parte, la consejera de Trabajo, María Jesús San José, como “autoridad laboral”, supervisará el desarrollo de la jornada y de los servicios mínimos.
Según informa Efe, en el Ayuntamiento de Vitoria, las ediles del Gobierno (PNV y PSE-EE) no asistirán a la Junta de Gobierno Local, lo que motivará la suspensión de la posterior rueda de prensa del alcalde. En Álava, en las Juntas Generales podría suspenderse una comisión y las diputadas harán huelga. En Bizkaia, no hay convocatorias ni municipales ni forales, como en Gipuzkoa.