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El PSE-EE y el PP ven la sombra del 'plan Ibarretxe' en la reforma estatutaria del PNV

Ibarretxe, Urkullu y Ortuzar

Iker Rioja Andueza

El 20 de febrero de 2014 el Parlamento vasco constituyó una ponencia de autogobierno para revisar el actual Estatuto de 1979. Aquello ocurrió la pasada legislatura y, tras las elecciones autonómicas de 2016, hubo que volverla a crear porque en la anterior fase no había llegado a ninguna conclusión. Ahora, cuatro años después, este grupo de trabajo ha arrancado al fin su fase decisiva. Sobre la mesa existen ya propuestas concretas de reforma estatutaria. La más esperada, la del PNV, ha sido presentada este mismo miércoles. Persigue un “nuevo enfoque” de relación de Euskadi dentro de España: reconocimiento nacional, más competencias (y blindadas), voz propia internacional y lazos con Navarra e Iparralde. Defiende nominalmente el “derecho a decidir”, pero no hay atisbo de referéndum independentista. Con todo, las formaciones constitucionalistas han avisado a los nacionalistas de que su documento “desborda” la Constitución. EH Bildu, en cambio, afronta la propuesta con “optimismo moderado” y dispuesta a intentar maximizar la autonomía aun sin renunciar a la secesión.

Tras la reunión de la ponencia, de más de dos horas, lo más comentado por parte de los portavoces de las cinco formaciones que componen la Cámara ha sido incuestionablemente la propuesta de bases para una reforma del partido 'jeltzale', coordinada entre el Euzkadi Buru Batzar y el grupo parlamentario y que no es ajena tampoco a las líneas maestras que siempre han esbozado tanto el lehendakari, Iñigo Urkullu, como el consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka. El texto alude en varios momentos al “derecho a decidir”, pero el propio portavoz nacionalista en el Parlamento, Joseba Egibar, ha reconocido que en ningún caso entra a fijar un “procedimiento” para su ejercicio. 

En una larga rueda de prensa, Egibar ha venido a explicar este derecho a decidir 'sui generis' que poco tiene que ver con los precedentes recientes en Catalunya. A su juicio, ya el hecho de abordar en clave de “nación”, “derechos históricos” y “sujeto político” este proceso es un ejercicio del “derecho a decidir”. “¿Cuándo el PNV ha traído posiciones maximalistas?”, ha ironizado el portavoz, uno de los dos parlamentarios más veteranos junto al 'popular' Carmelo Barrio.

En realidad, el único cambio que plantea el PNV en relación a una reforma ordinaria del Estatuto -que se cierra con un referéndum en Euskadi y sólo en Euskadi- es la intención de emular el modelo de la II República y articular una “consulta habilitante” que refrende el texto aprobado por el Parlamento antes de que sea elevado para su análisis y eventual sanción en las Cortes Generales. No es un mecanismo contemplado en el ordenamiento jurídico, pero Egibar ha planteado que un retoque de la ley orgánica 2/1980 de referendos bastaría. Rizando el rizo, ha llegado a sugerir una “reforma exprés” del Estatuto para incorporar una consulta habilitante para reformar el propio Estatuto. 

Los nacionalistas también fundamentan su propuesta en una interpretación amplia de la Constitución, que reconoce los “derechos históricos” forales vascos. Según Egibar, es el enganche “perfectamente legal” que hace posible la reforma y, a la vez, buscar un nuevo esquema para reconocer al pueblo vasco como “sujeto político” y superar las constricciones de la Constitución. El portavoz ha explicado que la nueva autonomía esquivará el marco fijado en los artículos 148 y 149 de la Constitución, que delimitan las competencias autonómicas y las exclusivas del Estado, respectivamente, buscando una nueva “fuente” de poder en la disposición adicional, que es la que refrenda los “derechos históricos”.

PSE-EE y PP recuerda el precedente del 'plan Ibarretxe'

Al PSE-EE no le ha convencido este planteamiento. Los socialistas, socios del PNV en el Gobierno, entienden que la del PNV es una “interpretación muy extensiva” de la Constitución. Su portavoz, José Antonio Pastor, ha recordado que no sólo la 'carta magna' indica (artículo 2) que la única fuente de soberanía “reside en el pueblo español” sino que “la doctrina” del Tribunal Constitucional advierte de que los Estatutos no pueden “modificar” por la vía de los hechos la configuración general del Estado. 

Los socialistas, ha explicado Pastor, están abiertos al debate de una reforma estatutaria, sobre todo para dotarle de un barniz social aunque también para incorporar el concepto “nación”, pero siempre que se trate “de un nuevo texto dentro del ordenamiento jurídico vigente” y desde la constatación de que el texto de 1979 “ha sido una experiencia de éxito”. En el texto elevado a la ponencia, el PSE-EE subraya que no se puede repetir la experiencia de 2004: “el conocido como 'plan Ibarretxe' precisamente rompía esa premisa básica de seguridad jurídica”. “Es un hecho que debería tenerse en cuenta en la nueva redacción”, insisten los socialistas, que en todo caso separan su coalición de Gobierno con el PNV de sus (importantes) discrepancias en el Parlamento sobre esta materia.

El PP también ve en la iniciativa del PNV un “plan Ibarretxe 2”. Incluso detecta aspectos “exactamente iguales a los de Catalunya”. “Plantean la independencia de Euskadi con la aquiescencia de España”, ha llegado a decir Borja Sémper, aludiendo a que se busca “vaciar de competencias la presencia de España en Euskadi”. “España, las leyes españolas, dejaría de tener vigencia en Euskadi”, ha insistido Sémper, visiblemente enojado. El PP, que ya ha mostrado su deseo de no tocar el Estatuto, ha asegurado que no va a participar en la “destrucción de la España constitucional” y que empleará toda la “fuerza” para evitarlo. “La fuerza de la política”, ha matizado. “Quizás no tengamos mayoría, pero tenemos voz”, ha zanjado.

Sólo Podemos mantiene una consulta como en Quebec

EH Bildu, por su parte, ha recibido con “optimismo moderado” la propuesta del PNV. De hecho, en privado observan que coincide bastante con su propia alternativa, en la que la izquierda abertzale ha rebajado sus pretensiones históricas maximalistas para explorar también una mayor autonomía dentro de España. De hecho, el ejercicio del “derecho a decidir” planteado por escrito por EH Bildu también coincide con el de los 'jeltzales' en incorporar como novedad solamente la consulta habilitante previa al acuerdo con el Estado. Fuentes de la coalición explican que el suyo es un ejercicio de realismo y mano tendida para buscar el acuerdo y puntualizan que las bases lo han refrendado en asamblea a pesar de que textualmente se plantean conceptos como que la Constitución española encierra un “principio democrático” que permite el desarrollo del autogobierno vasco. El texto completo, por cierto, ha sido difundido este miércoles encartado en el diario 'Gara'.

El único 'pero' de EH Bildu al PNV, según la portavoz, Maddalen Iriarte, es que es “preocupante” que las referencias a la consulta habilitante no consten el documento de la reforma estatutaria y se dejen para cuando se acuerde el “procedimiento” para su consecución. “No quisiéramos que el PNV dé pasos atrás”, ha repetido Iriarte tanto en euskara como en castellano.

Desde Elkarrekin Podemos, su portavoz, Lander Martínez, ha salido de la reunión satisfecho porque se abandonen posiciones maximalistas y se explore el acuerdo, aunque entiende que no es posible un proceso semejante con mayorías del 51% y el 49% en contra. Se da la circunstancia de que el documento de la coalición de Podemos, IU y Equo es el único que defiende el derecho a decidir en los términos de la celebración de una consulta más allá del plano teórico. La formación propone seguir el modelo de “claridad” de Canadá con Quebec. Defiende que el nuevo Estatuto sea “cuasiconstitucional” aunque el reconocimiento nacional vasco “no implicaría una soberanía diferenciada”.

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