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La directora del Instituto de la Memoria no convence a la oposición y no da explicaciones públicas sobre los polémicos contratos a empresas de un cargo del PNV

Aintzane Ezenarro, la primera por la derecha, este viernes en Gogora

Iker Rioja Andueza

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La directora del Instituto de la Memoria (Gogora), Aintzane Ezenarro, ha mantenido una intensa agenda este viernes a raíz de la polémica por las contrataciones de este organismo dependiente de la Presidencia vasca al grupo de empresas Montai, dirigido por el cargo del PNV Aitor Elorza. Ezenarro, por la mañana, se ha citado con partidos de la oposición para intentar hacerles ver la ausencia de irregularidades en esas adjudicaciones. Ya, por la tarde-noche, ha ejercido de anfitriona en un homenaje a políticas republicanas durante la Guerra Civil en la sede del instituto en Bilbao. En su breve alocución no ha dado explicaciones a los periodistas sobre los últimos acontecimientos y ha declinado también atender a los medios de comunicación al margen de los discursos.

Tras los encuentros, fuentes de PP y Elkarrekin Podemos han considerado insuficientes las justificaciones esgrimidas por Ezenarro en torno a la gestión del proyecto Plaza de la Memoria, una carpa itinerante para acercar el testimonio de las víctimas y el respeto a los derechos humanos a pueblos y ciudades vascos. Estos partidos -al igual que EH Bildu, que ya se reunió con Ezenarro otro día- mantienen iniciativas en el Parlamento para conocer el alcance de este caso. Solamente los socialistas, que son socios del PNV en el Gobierno vasco, han evitado la crítica desde que este periódico diera los detalles de las contrataciones, aunque el Ayuntamiento de Eibar, el único en manos del PSE-EE que colaboró con Plaza de la Memoria indicó que Gogora le dirigió a contratar para el proyecto a las empresas de Elorza.

Gogora cuestiona que la cifra de adjudicaciones a las cuatro firmas del grupo Montai ascienda a 785.150,51 euros ya que no todos los contratos fueron ejecutados al 100%. Sin embargo, cuando fueron requeridos los datos por este periódico no ofreció una cifra diferente y se remitió a los datos del Registro de Contratos. Igualmente, destaca que las adjudicaciones directas -la mayoría de pagos se ejecutaron sin concurso- no superaron el tope legal de 18.000 euros hasta 2018 y 15.000 desde entonces, sin entrar a valorar otros elementos como que la beneficiaria del 60% de las adjudicaciones, la filial de Montai Estali La Karpa, no tenía trabajadores o que se creó solamente cuatro días antes de que se inaugurara Gogora.

¿Cómo se seleccionó a Montai en Gogora? Esta compañía era una habitual en la organización de los eventos de la Presidencia vasca -suma más de 65 adjudicaciones de todo el Ejecutivo- y el Instituto de la Memoria confió la gestión de su proyecto estrella, la carpa itinerante, a uno de los trabajadores de estas mercantiles. Se trataba de Haritz Solupe, miembro también del PNV y que en la actualidad es asesor en la Diputación de Gipuzkoa, donde llegó a ocupar un alto cargo. Aparentemente, Solupe marcaba las necesidades y era entonces cuando Gogora realizaba las adjudicaciones. En la actualidad, la Diputación de Gipuzkoa, dirigida por el peneuvista Markel Olano, tiene también en el grupo Montai uno de sus proveedores habituales.

En este escenario, oposición y Gobierno esperan el informe de legalidad encargado por Presidencia a la Oficina de Control Económico, dependiente de Hacienda. El Ejecutivo confía en que las conclusiones lleguen en breve, este mismo mes. Ya en febrero, cuando el Parlamento retome su actividad habitual, se sustanciarán las comparecencias de Ezenarro y del propio lehendakari, Iñigo Urkullu, demandadas por la oposición. Elkarrekin Podemos ha sumado otra más, la del empresario Aitor Elorza.

Aunque había cierta expectación por lo que podría decir Ezenarro en su primera aparición pública, la directora de Gogora ha declinado hacer declaraciones a los medios de comunicación y, en su breve discurso durante el acto de homenaje a las políticas de la II República y de la Guerra Civil, no ha realizado ninguna alusión a un tema que algunos de los asistentes comentaban con curiosidad. Este evento no ha sido contratado al grupo Montai. Sin embargo, sí se ha distribuido un folleto con todas las actividades desarrolladas por Gogora en su historia en el que la protagonista principal es la carpa itinerante. En el libro -en castellano y en euskara- se detallan todas las paradas de la exposición Plaza de la Memoria y los detalles de cada una de las ediciones.

Más dudas en el blues de Hondarribia

Las contrataciones a Montai saltaron a la palestra por vez primera en Hondarribia. Allí, este grupo ha copado durante una década el 70-80% del presupuesto total de actividades sociales, culturales o deportivas. La interventora municipal ha alertado en decenas de informes de que las adjudicaciones 'a dedo' por parte del alcalde del PNV, Txomin Sagarzazu, están fuera de la ley de contratos. Así ha ocurrido durante más de una década, en que el grupo conformado por Montai Produzkzioak, Estali La Karpa, Kultur Kirol Zerbitzuak y Denok Zuzeneko Komunikazioa ha facturado más de 2,3 millones de euros.

En un comunicado, el principal partido de la oposición allí, Abotsanitz, ha vuelto a denunciar el trato de favor que reciben las mercantiles de Elorza. En este caso, ha dado detalles de las adjudicaciones relacionadas con la organización del Festival de Blues. “Al menos durante 2015, 2016 y 2017, los trabajos de alquiler, montaje y desmontaje de las carpas utilizadas durante el festival, así como otros gastos varios, fueron adjudicados a dedo al grupo Montai. Los pagos se realizaron a distintas empresas del grupo, y fueron fraccionados en distintas facturas, para no superar el

máximo legal que, de superarse, obligaría a hacerlo a través de una mesa de contratación“, asegura Abotsanitz, quien ya había alertado sobre Montai y las demás empresas en ocasiones anteriores.

Según los datos aportados, en 2015 Montai facturó un total 60.500 euros a través de cinco facturas, cuatro de Montai Produkzioak y otra de Kultur Kirol Zerbitzuak. “Llama la atención que, por ejemplo, se utilicen distintas facturas para las carpas de la Benta, una factura para la carpa grande y otra factura para las dos carpas pequeñas”, subrayan. En 2016, Montai facturó 53.282,59 euros a través de Estali, Montai Produkzioak y Kultur Kirol Zerbitzuak. “Supuestamente Montai Produkzioak se encargó del cierre y alquiler, Kultur Kirol del retén y la asistencia, y Estali de las carpas, labor que la edición anterior llevó a cabo Montai Produkzioak”, informa Abotsanitz.

Y añade: “En 2017 se repitió la fórmula del año anterior. Montai facturó a través de Montai Produkzioak el cierre de los recintos del festival y alquiler, y a través de Estali las infraestructuras; en total, 51.058,37 euros [...]. Otra circunstancia gravísima que se dio al menos en la edición de 2017 es que, si bien es Estali quien facturó las carpas, esos trabajos los llevó a cabo la empresa asturiana Grupo La Karpa, tal y como se anuncia en su sitio web. Montai subcontrató los trabajos, algo totalmente prohibido en contrataciones públicas”. Esta relación con la empresa asturiana también se produjo en el Instituto de la Memoria.

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