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El expediente por la reunión secreta de un tribunal de las oposiciones vascas sobre el que hay sospechas de filtración terminó sin medidas disciplinarias

El exdirector de Recursos Humanos de Osakidetza, Juan Carlos Soto, con Xabier Balerdi

Iker Rioja Andueza

El expediente abierto a los seis vocales del tribunal de Traumatología de la OPE del año pasado del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) por haber ocultado una reunión días antes del examen de esta especialidad, sobre la que recaen sospechas de que se produjeron filtraciones, se resolvió internamente con un “apercibimiento”, es decir, sin la adopción de medidas disciplinarias. Los dos investigadores de lo ocurrido en las pruebas de esta categoría, Lierni Lekuona y Luis Javier Ronco, ya reseñaron en su informe que, a pesar de lo “irregular” de la actuación, era “indemostrable” que ese encuentro hubiera tenido efectos en los resultados de la oposición, en la que no ven pruebas de que se produjera 'pucherazo'.

Osakidetza inició una investigación luego de que los tres anestesistas del hospital de Mondragón denunciantes de las anomalías de la OPE 'adivinaran' ante notario que los cinco opositores de este centro, colegas de uno de los vocales del tribunal, Íñigo Echevarria, iban a obtener plaza, algo que se produjo. Asimismo, otro de los miembros de ese comité, Enrique Uriarte, responsable de Traumatología de Basurto, denunció con claridad la existencia de filtraciones para beneficiar a opositores muy concretos de los hospitales de sus compañeros en el tribunal. Aludió incluso a que, durante la corrección, apreció que los exámenes más brillantes parecían “fotocopias” entre sí y que se asemejaban “una barbaridad” a la plantilla de corrección, elaborada por el propio tribunal. Mientras, los aspirantes de Basurto sacaron notas malas y quedaron “en el quinto coño” en el ránking.

En su declaración, se felicitó también de que la prueba teórica se externalizase al Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP). En verdad, fue una externalización a medias, como en otras categorías. El IVAP no dispone de personal médico y acabó confiando la redacción del examen teórico a facultativos propuestos por el propio Servicio Vasco de Salud. En el caso de Traumatología, según documentación oficial, el encargado por el IVAP fue el propio Uriarte, aunque en ningún momento de la investigación interna aparece ese dato.

Lo que hizo saltar las alarmas de los investigadores de Osakidetza fue una reunión mencionada solamente por el propio Uriarte en su declaración. No constaba en las actas oficiales y en ella no participaron ni la presidenta ni la secretaria del tribunal, que se han mostrado enojadas al conocer de su existencia. Fue un encuentro en el hotel Astoria de San Sebastián y los colegas de Uriarte en el tribunal lo ocultaron en sus comparecencias. Incluso uno de ellos, Alberto Hernández, negó que se hubiera producido ya después de que Uriarte hubiera dado los detalles

La investigación concluyó con una apertura de un expediente a los seis vocales que se reunieron en el Astoria a pesar de que todos ellos coincidieron en rebajar la importancia de la cita. Osakidetza, en todo caso, ya limitó el alcance de las posibles medidas disciplinarias al remarcar que ello no tuvo incidencia en las notas de la OPE a pesar de las sospechas de filtraciones. Según ha podido saber este periódico, ese expediente ya ha sido resuelto y el Servicio Vasco de Salud lo ha zanjado con seis escritos idénticos de “apercibimiento” por conducta “irregular”, tantos como vocales se juntaron en el hotel de San Sebastián, conocido por una canción de La Oreja de Van Gogh.

Esa resolución no implica ningún tipo de consecuencia ni en el ejercicio de la medicina ni tampoco en la propia composición del tribunal o en el final de la OPE. Las plazas definitivas de Traumatología se adjudicaron el 23 de enero de 2019. El final del proceso ha cumplido con las expectativas de las partes afectadas en tanto que siempre alegaron que fue un encuentro “informal”, una “quedada” o “café” sin ningún tipo de connotación negativa.

Se da la circunstancia de que durante la toma de declaración conjunta a todo el tribunal por parte de los investigadores cuando descubrieron la reunión en el Astoria, el vocal Uriarte moduló notablemente su discurso. En solitario, había hablado claramente de filtraciones y de que ello era un problema sistémico de todas las oposiciones médicas de Osakidetza. En grupo, en cambio, pareció ir de la mano de todos sus colegas. Es más, el grupo ha actuado de manera coordinada durante estos meses en su defensa en el expediente informativo.

La publicación por parte de este periódico del audio con la incendiaria comparecencia de Uriarte ha provocado un cisma entre los miembros del tribunal de Traumatología. Ninguno de sus cinco compañeros conocía el alcance de sus palabras durante la investigación interna, ya que la información enviada por Osakidetza en un primer momento a la Fiscalía no recogía en ningún momento los datos aportados. El Gobierno vasco ya admitió que sólo se ha enviado todo el material en segunda instancia a la juez que investiga este caso, Yolanda Varona. Se interpretó en primer término que era una documentación “ingente” y que no era “esencial” para la investigación que llevó a cabo el ministerio fiscal antes de derivarla a un juzgado de Vitoria, sede de Osakidetza y donde se celebró la OPE.

En el caso de Traumatología, no hay ningún imputado aunque sí es una de las once especialidades señaladas por la Fiscalía en su informe preliminar. La juez, de hecho, ya ha pedido algunos datos sobre ella, concretamente el centro de trabajo de cada uno de sus opositores para comprobar si los mejores resultados coinciden con la procedencia de los vocales del tribunal. Hasta la fecha, las únicas personas imputadas son los autores de las pruebas teóricas de las categorías de Anestesia, Angiología y Digestivo. Fuentes judiciales esperan que la causa judicial quede en 'stand by' durante un tiempo ya que a finales de este mes asumirá la instrucción una nueva magistrada, Ana Jesús Zulueta, que regresa a su sala después de haber reforzado la Audiencia Provincial de Álava con motivo del juicio del 'caso De Miguel', el mayor de corrupción en Euskadi.

 

  

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