La ponencia de autogobierno, en riesgo de posponer la reforma del Estatuto hasta “después de verano”
La ponencia de autogobierno, creada en el Parlamento vasco hace cuatro años con el ánimo de analizar una posible reforma del Estatuto de Gernika, pareció coger velocidad de crucero a principios de febrero cuando el PNV y el resto formaciones presentaron sus propuestas políticas en plena crisis catalana. Pero en este final del primer trimestre de 2018 y dos reuniones después de aquella sesión de febrero, la última de ellas este martes, este grupo de trabajo continúa sin tener un calendario para poner negro sobre blanco un texto articulado que pueda actualizar el Estatuto de 1979 si no se queda en el camino como el denominado 'plan Ibarretxe' de 2004.
Varias fuentes parlamentarias sitúan ya “después del verano” el momento en que se activará el cronómetro de ocho meses previsto en el programa de Gobierno de PNV y PSE-EE una vez que se formalice el encargo de redacción del borrador, previsiblemente a un equipo de expertos externos. De momento, continúa con pequeños avances una fase intermedia. Este martes, la coordinadora de la ponencia, Jone Berriozabal (PNV), ha entregado a los partidos un documento recopilatorio con todas las propuestas y con todas las aportaciones del medio centenar de políticos y expertos que comparecieron en la Cámara durante una primera fase.
Las fuentes consultadas explican que ese trabajo, de cierta extensión y escrito por las dos caras, no fija ninguna conclusión sobre la reforma estatutaria o sobre el mayor punto de fricción, la articulación del derecho a decidir. El texto, que no será público por decisión de los partidos, no resalta posibles coincidencias mayoritarias en torno a distintas cuestiones -en un inicio se lo denominó “síntesis”- sino que se limita a recoger los distintos puntos de los diferentes documentos y comparecencias de estos años de ponencia.
La reunión del martes tampoco entró a analizar su contenido. “Ni siquiera lo he leído aún”, admitía a la salida Maddalen Iriarte, portavoz de EH Bildu. Y es que se ha abierto un plazo hasta el 13 de abril para que los grupos lo lean, revisen y presenten posibles alegaciones con tranquilidad. La siguiente reunión, fijada el 18 de abril, debería trabajar ya con el documento.
Sí parece más claro el deseo mayoritario de la ponencia de activar cauces de participación ciudadana para enriquecer el proceso de reforma estatutaria. Entre los acuerdos alcanzados en el grupo de trabajo, se ha decidido situar en mayo y junio la colaboración con Eusko Ikaskuntza (Sociedad de Estudios Vascos), que con motivo de su centenario tiene abiertas mesas de trabajo para la elaboración de un 'Libro blanco de los territorios de Vasconia', en el que la institución analiza el futuro del País Vasco. Algunos partidos han rechazado por precipitado activarlo ya el 21 de abril, como planteaban otros.
Asimismo, y para evitar la brecha digital, además de la plataforma por Internet Adi, el Parlamento articulará canales de participación por medios más tradicionales de modo que toda la ciudadanía tenga facilidades para hacer llegar sus aportaciones. En concreto, se ha pensado en un número de teléfono y en el correo postal.
En este escenario, ningún partido político excepto EH Bildu ha querido valorar en público los avances de la ponencia. Su portavoz Iriarte ha destacado que este foro está ya en su “fase crucial” y, mirando a Catalunya, ha apelado a construir en ella no sólo un nuevo Estatuto sino un “dique de contención” frente a los “ataques de España”. “Ahora son los catalanes pero mañana pueden ser los vascos”, ha augurado. Irónicamente, Iriarte ha dado tres opciones para construir el nuevo estatus vasco: “soberanía, soberanía y soberanía”.