Los recortes sobrevuelan la primera jornada de la campaña vasca y Urkullu se reivindica frente a la izquierda
Que la COVID-19 acarreará consecuencias sociales y económicas es un diagnóstico compartido. En Euskadi, en Galicia, en España y en decenas de países. Lo que se ha puesto encima de la mesa en la primera jornada de la campaña de las elecciones vascas es si ello conllevará recortes. La candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, que se postula como alternativa, está advirtiendo de que fruto de esta crisis -se ha hablado de una caída de hasta 3.000 millones en ingresos, tanto como el presupuesto anual de Osakidetza- Iñigo Urkullu piensa en “recortes” inminentes si forma nuevamente Gobierno. El lehendakari, candidato a la reelección y claro favorito según todas las encuestas, se ha revuelto y ha negado que piense en afilar la tijera: “El PNV en políticas sociales no tiene complejos de los que se dicen de izquierdas. Nadie la da lecciones al PNV”.
La estrategia de EH Bildu parece clara. Este viernes, en Irún, ha movilizado junto a Iriarte a uno de sus oradores más destacados, el diputado Oskar Matute, líder de Alternatiba y representante del flanco izquierdo de la coalición abertzale. Matute ha hablado de que toca elegir entre una salida para las “elites” o para el “pueblo”. Y en la izquierda abertzale existe el convencimiento de que las políticas del PNV miran más a Confebask, la patronal vasca. Iriarte, por su parte, ha garantizado que si ella llega a Ajuria Enea -sería la primera mujer en hacerlo, y en Euskadi tampoco ha habido diputadas generales o alcaldesas de capitales- no habrá recortes en Sanidad, en Educación o en cuidados.
Para Urkullu, en cambio, plantear en las elecciones vascas del 12 de julio una disquisición entre “izquierdas” y “derechas” está “absolutamente obsoleto”. En Radio Euskadi ha dicho “no” preguntado si siente que son más progresistas que el PNV otros partidos y ha recordado que la renta de garantía de ingresos vasca, modelo del nuevo ingreso mínimo vital estatal pero que también ha sufrido 'tijeretazos' desde que se creó en 2008, ha sido premiada a nivel mundial.
Izquierdas y derechas
Este periódico preguntó en una de las campañas de 2019 al entonces candidato Aitor Esteban si el PNV era de izquierdas o de derechas. Ésta fue la respuesta: “No sé qué somos. Somos nacionalistas vascos del Partido Nacionalista Vasco. Jelkides, jeltzales. No me rompo la cabeza. Yo sinceramente creo que somos bastante difíciles de clasificar como derecha. Evidentemente no somos izquierda, no. Pero creo que seremos el partido más centrado de todo el panorama político que hay en España. Seguramente sea así. Nuestras políticas, donde podemos ejercer poder, también con nuestros votos en el Congreso y en el Senado, se sitúan en un ámbito social y progresista. Incluso somos pioneros a nivel de todo el Estado en políticas sociales que se han hecho en Euskadi. Por otra parte, tenemos una idea clara de que la economía tiene que funcionar y no todo es subidas o bajadas de impuestos generalizadas. Tiene que haber un cierto orden pero regulación para una distribución de la riqueza. Veo al partido, como siempre, muy centrado y en línea con una mayoría de la sociedad vasca”. En el Parlamento vasco, la bancada de la derecha de la presidencia la ocupa el PNV, la de la izquierda EH Bildu y en el centro -de derecha a izquierda- se han sentado esta legislatura PSE-EE, PP y Elkarrekin Podemos.
Precisamente en esta coalición, la reflexión de Urkullu también ha sorprendido. Podemos e IU tienen como principal bandera un tripartito de izquierdas con EH Bildu y los socialistas, ahora socios del PNV y que no se replantean otra fórmula de Gobierno. Roberto Uriarte, diputado, exlíder en Euskadi y persona de la confianza de la candidata, Miren Gorrotxategi, ha ironizado que rebuscará en el programa del PNV para encontrar la prohibición de las puertas giratorias o el impuesto a las grandes fortunas.
El PNV ha crecido en votos en los últimos años y algunas predicciones apuntan a un resultado histórico este 2020, en niveles previos a la escisión de EA de 1986. Urkullu, valorado dentro y fuera de Euskadi por su perfil moderado y desde lo que él califica como “humanismo social”, ha ido acaparando con los apoyos procedentes de caladeros diversos, como el del PP, pero también de formaciones de izquierdas. En un encuentro con jóvenes de EGI, la cantera del PNV, ha destacado como valores propios la igualdad de género, los derechos de los migrantes, la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el cambio climático. Su promesa es que Euskadi podrá salir más tarde del agujero económico, pero que no dejará a nadie atrás.
El otro socio del Gobierno vasco, el PSE-EE, se ha pronunciado en los mismos términos. “Somos la garantía de que la salida a esta crisis sea justa y que no dejemos a nadie atrás. Venimos de una legislatura en la que los socialistas hemos centrado las instituciones en la agenda ciudadana, porque Euskadi no se puede permitir el lujo de perder el tiempo, ahora menos que antes, si cabe”, ha enfatizado Idoia Mendia en su acto central. Mendia ha defendido también las políticas de Pedro Sánchez desde el Gobierno de España. El presidente visitará Euskadi este fin de semana.
Quien sí considera que el PNV tiene un modelo similar al de la izquierda es Carlos Iturgaiz, candidato de PP+Cs y que insiste en que Urkullu sigue la estela de las políticas de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Iturgaiz quiere mayor dinamismo económico para Euskadi, que vuelva a ser ese “enjambre de fábricas”. Su candidato por Álava, Carmelo Barrio, ha manifestado en la Cadena Ser su rechazo a una subida de impuestos y también que sí puede haber recortes, como en EiTB, en las “embajadas” en el extranjero o en la financiación de centros educativos del “Estado francés” en los que se enseña en euskera.
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