El juez que criticó la memoria histórica se rinde tras los varapalos del Supremo, el Constitucional y Estrasburgo
El Supremo, el Constitucional y Estrasburgo. Son los tres tribunales que se han pronunciado ya en favor de la decisión de Pedro Sánchez de exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos y que han provocado la rendición del juez José Yusty, que intentó desde un juzgado de Madrid paralizar el proceso. El magistrado, que criticó abiertamente la Ley de Memoria Histórica, aceptó uno de los recursos presentados por el entorno del dictador para intentar frenar la exhumación.
Tras meses de lucha, Yusty se ha batido en retirada y ha aceptado que no tiene competencias para evitar que los restos de Franco salgan del Valle de los Caídos tras el inequívoco fallo del Supremo, que dejaba claro en su auto de hace unas semanas que no cabía escudarse en problemas urbanísticos para impedir la decisión del Gobierno.
Yusty había aceptado uno de los recursos presentados por el entorno de Franco en contra de las obras que hay que acometer para llevar a cabo la exhumación y que básicamente consiste en levantar una lápida de mármol. “Al fin y al cabo, se trata de levantar una losa, extraer los restos y reponer el solado original”, resumió el Supremo en su sentencia.
El magistrado del Juzgado número 3 de lo Contencioso-Administrativo de Madrid se posicionó en contra de la exhumación –aceptando la paralización de las obras como medida cautelar– a raíz de un recurso que habían rechazado otros tres jueces. Fueron escritos que llegaron en cascada a los juzgados. Los escritos se basaban en unos informes periciales encargados por la Fundación Francisco Franco y llegaban a advertir del peligro de derrumbe.
En el Gobierno siempre mantuvieron que el juez Yusty no tenía competencias para pronunciarse en contra de un acuerdo del Consejo de Ministros y planteó –a través de la Abogacía del Estado– la recusación del magistrado de ese caso. Yusty se había posicionado abierta y públicamente en contra de la Ley de Memoria Histórica aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero. “El Gobierno, con oscuras intenciones, ha hecho revivir, todos los hechos y situaciones que llevaron a nuestra Patria a aquellos momentos difíciles”, llegó a afirmar por escrito.
Pero Yusty ha mantenido vivo durante varios meses el proceso que inició el 26 de febrero al suspender la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, municipio en el que se encuentra el Valle de los Caídos, hasta este jueves. El juez ha asumido que no tiene competencias para paralizar el proceso de exhumación tras el pronunciamiento del Supremo, que dio vía libre el Gobierno, que pretende sacar los restos la próxima semana, aunque asegura que el informe en el que basaba su negativa –elaborado por arquitectos próximos a la Fundación Francisco Franco– era “documentado y preciso”.
La retirada de Yusty se produce varias semanas después del fallo del Supremo, pese a que había asegurado que no tenía “prisa” por concluir el procedimiento. Este jueves ha procedido al archivo de la causa coincidiendo con los pronunciamientos del Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en favor de la exhumación de Franco.
El Constitucional ha inadmitido un recurso de los nietos del dictador en contra de la exhumación “por manifiesta inexistencia de vulneración de los derechos fundamentales alegados” por la familia Franco y asegura que la exhumación acordada por el Consejo de Ministros “responde a motivaciones como son los principios democráticos y el fomento de los valores”.
Estrasburgo también ha rechazado el intento de la Fundación Francisco Franco al notificarle que no atenderá su recurso de amparo con el que buscaba impedir la exhumación se los restos del dictador.
El Gobierno recibió vía libre del Supremo para proceder a la retirada de los restos de la basílica del Valle de los Caídos el pasado 24 de septiembre. A partir de ahí, el Ejecutivo se puso a trabajar en el dispositivo para sacar el féretro. El Consejo de Ministros avaló la semana pasada llevar a cabo el procedimiento antes del 25 de octubre. En esta ocasión, el Ejecutivo no dio una fecha cerrada –como hizo con el 10 de junio la anterior ocasión y que fue suspendida de manera cautelar por el alto tribunal ante el recurso de los nietos de Franco– a falta de cerrar algunos flecos técnicos y de seguridad.
La vicepresidenta, Carmen Calvo, ha asegurado que a principios de la semana que viene se llevará a cabo la exhumación y ha deslizado que el traslado del féretro se realizará con un helicóptero como fórmula que menos “incomodidad” genera a los ciudadanos para evitar complicaciones en el tráfico.
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