Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Un mando de la Policía Nacional recurre la convocatoria de Interior para repartir las codiciadas embajadas

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska (izq.) y el director general de la Policía, Francisco Pardo

Pedro Águeda

10 de julio de 2020 22:08 h

10

Un mando de la Policía Nacional ha denunciado ante la Dirección General la convocatoria por la que se están adjudicando los puestos en la embajadas para los próximos cuatro años, los destinos más codiciados por llevar aparejadas retribuciones que pueden elevar los sueldos hasta situarlos entre los 10.000 y los 25.000 euros brutos mensuales. El inspector jefe Carlos Parro, destinado en el Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac) de la UDEF, alega que no se está respetando la jurisprudencia existente para los puestos de libre designación y que obliga a primar la capacidad, el mérito y la oportunidad.

“La convocatoria deja sin definir los perfiles, méritos y capacidades que han de ser exigidos a los funcionarios concurrentes para optar a ocupar cada una de las plazas convocadas por separado, dejando un amplio espacio de arbitrariedad para la alteración del resultado del proceso, siempre en beneficio injusto del concurrente favorecido”, señala el inspector jefe Carlos Parro en su recurso de reforma, al que ha tenido acceso elDiario.es y con el que pretende anular la convocatoria del pasado 5 de junio, que se está resolviendo estos días, y se convoque una nueva.  

El inspector jefe señala que dicha convocatoria no solo evita exigir una mención del aspirante a su perfil profesional sino que tampoco reclama “unos requisitos generales”. El mando explica gráficamente que se elige con la misma indefinición, por ejemplo, al agregado o consejero de la Embajada española en Panamá que al de Libia, cuando las necesidades de un puesto y otro son muy distintas: si el primero debe ser experto en sociedades offshore creadas para esconder fondos procedentes del narcotráfico, el segundo debería acumular experiencia en terrorismo o inmigración ilegal. 

“Parece una obviedad pensar que esta indefinición es premeditada, y no sería nada más que un acto preparatorio necesario para propiciar la arbitrariedad en la elección de candidatos”, añade Parro en su recurso de reforma ante la Administración. 

La convocatoria, por otra parte, colisiona con el Real Decreto de 2006 que regula las funciones de un consejero de Interior y que describe una tarea de máxima cualificación, destaca el demandante. “Es fácil observar que los resultados de la elección de los funcionarios, tradicionalmente, no han atendido nunca a esta superpreparación profesional”, añade Parro, quien se detiene en designaciones del pasado con “intereses espurios, ajenos a los de nuetro país y los de la Policía Nacional, como son los casos de colocación de funcionarios incursos en procedimientos judiciales penales, muy conocidos por toda la opinón pública”.

La asignación de los puestos de las embajadas por afinidad política o como recompensa alcanzó un estadio superior en la época de Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior y el comisario Eugenio Pino de director adjunto operativo. Pino envió a las embajadas a varios de sus máximos colaboradores en la brigada política que ahora son investigados junto a él por aquella etapa de persecución a la oposición desde el Ministerio del Interior, caso de Bonifacio Díaz Sevillano o José Ángel Fuentes Gago, entre otros. Se convirtieron en todo un “club de los diezmileuristas” dentro de la Policía y ahora se reparten entre el banquillo de los acusados y la imputación que puede preceder a éste. Con el cambio de Gobierno fueron retirados de esos puestos, que pueden ser ocupados entre dos y cinco años con posibilidad de prórroga acordada por el secretario de Estado.

“La libre designación no es un poder omnímodo de la Administración”

El inspector jefe dedica la mayor parte de su escrito a la jurisprudencia existente sobre la elección de puestos de libre designación, incluyendo del Tribunal Supremo y el Constitucional en el sentido de exigir a la Adminsitración una adecuada motivación de la selección en cada caso concreto. “La libre designación no implica un poder omnímodo para la Adminsitración Pública sino el sometimiento a los principios de la Constitución española”, recoge un fallo del tribunal que interpreta la norma fundamental y que data de 1986.

Parro también recurre a un fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que dio la razón a dos sindicatos en 2009 y que descarta que todos los puestos que estén por debajo del nivel 29 no pueden ser de libre designación.

Según ha publicado El Independiente, Interior resolvió el pasado 29 de junio la convocatoria realizada en febrero para designar consejero de Interior en Washington siendo el elegido el comisario principal Carlos Antonio Vázquez Ara. Se da la circunstancia de que este mando policial dirige la División de Cooperación Internacional, encargada de realizar un primer filtro de aspirantes antes de que llegue al órgano del Ministerio que termina proponiendo a un candidato para los destinos en las embajadas. En la semana del 20 de julio se volverá a reunir la Comisión de Destinos en el Exterior en el Ministerio del Interior para resolver sobre las vacantes en los puestos de Consejero y Agregado de Interior en distintas embajadas. 

Etiquetas
stats