La Archidiócesis de Sevilla respalda la tala del ficus centenario, mientras los activistas insisten en que es recuperable
La Archidiócesis de Sevilla ha mostrado su respeto a la decisión judicial de suspender cautelarmente la licencia de tala del emblemático ficus centenario propiedad de la parroquia de San Jacinto en Triana, aunque apoya la decisión de la comunidad parroquial, paralizada después de que un colectivo recurriese por lo Contencioso dicha autorización municipal concedida por el Ayuntamiento hispalense a instancias de la propia iglesia. Mientras tanto, los expertos que han elaborado informes que se han hecho llegar al juzgado por parte de los colectivos contrarios a la eliminación del árbol sostienen que, pese al mal aspecto que presenta al arrancarle los brazos, su estado “no nos deja dudas de su capacidad de reacción”. “A pesar de la importante reducción a que ha sido sometido, por su carácter y capacidad, muy probablemente se vestirá de hoja y podrá seguir prestando sus servicios en el espacio en el que fue plantado hace más de cien años”, afirman.
Mientras el Ayuntamiento de Sevilla ya ha anunciado que presentará alegaciones a la suspensión de la licencia para la tala, la Archidiócesis hispalense incide en su “apoyo, respaldo y comprensión a la comunidad parroquial por las actuaciones llevadas a cabo en todo este proceso”, porque en ellas prima “la seguridad de las personas” y del templo. En un comunicado, expresa su “respeto absoluto y apoyo hacia las decisiones adoptadas en todo momento por esa comunidad parroquial”, pues “lejos de haberse tomado a la ligera, son fruto de un largo discernimiento, tratando de salvaguardar la integridad del árbol centenario pero, por encima de todo, la seguridad de las personas y el edificio”.
En este sentido, el párroco de San Jacinto alega “cinco estudios” que, asegura, avalan la “necesidad” de la tala a cuenta de las repetidas caídas de ramas, la más grave en marzo de 2021 con seis heridos (tres de ellos hospitalizados), a lo que se une la afección de sus raíces a la estructura del propio templo. Mientras, los colectivos contrarios a esta medida avisan de un “atentado incomprensible e inadmisible” al patrimonio arbóreo de Sevilla, recordando el carácter emblemático de este ficus y reclamando otras soluciones. Tras los trabajos previos a la tala que se realizaron, paralizados el pasado jueves por orden judicial, el árbol ha quedado reducido a la mitad de los 24 metros de altura que tenía.
La Archidiócesis apunta a que, “según se destaca en el comunicado hecho público por la comunidad parroquial de San Jacinto, la problemática se remonta a varios años, en los que se han sucedido accidentes que han obligado a la parroquia a adoptar una serie de medidas que han desembocado en la decisión de proceder a su tala. Esta disposición, a pesar de no ser la deseada por nadie, ya fue ratificada por la Junta de Distrito del barrio de Triana a la vista de los acontecimientos”, recuerda la institución eclesial. Asimismo, expone que respeta “las decisiones judiciales adoptadas en relación con este caso”, al tiempo que reitera su “respaldo y comprensión a la comunidad parroquial por las actuaciones llevadas a cabo en todo este proceso”.
Los expertos insisten en que el árbol es recuperable
Por su parte, la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza (AMJA) ha aportado en los juzgados el análisis de cuatro expertos en arboricultura, que insisten en que el ficus se puede recuperar. Así se recoge en la documentación que acompaña su petición para ampliar las medidas cautelares ya adoptadas, consultada por Europa Press, en la que los cuatro expertos (Luis Alberto Díaz, Gerad Passola Parcerissa, Jesús Puerta Domingo y Alejandro Ruiz) sostienen que “a nivel basal no se observan afecciones que pudieran comprometer al ejemplar en un corto espacio de tiempo”.
“Los contrafuertes –continúan tras aclaran que no se pudo realizar ”un diagnóstico previo“ a la tala con el que conocer el estado del ficus– que empoderan al mismo en el patio y las fuertes columnas que se seguían trenzando, multiplicando el reservorio y posibilitando anclajes adicionales, no nos dejan lugar a dudas de su capacidad de reacción”.
De no producirse “ninguna afección sospechosa”, las tareas de mantenimiento y protección como riegos “generosos en hondura y con frecuencias marcadas por la evolución meteorológica”, entre otras medidas que ya han empezado a aplicar técnicos del servicio municipal de Parques y Jardines, “ayudarán mucho en la misión de hacer que este hito vivo siga viendo pasar generaciones”. En esta línea, los expertos insisten en que se debe contar con un equipo multidisciplinar que, “una vez estudiado el asunto, proponga las medidas correctoras que eviten posibles afecciones” y todo ello con la “esperanza en el buen trato al ejemplar y su segura recuperación para el barrio, la avifauna y la salud”.
La asociación profesional AMJA fue la que presentó un recurso solicitando medidas cautelares, que fue atendida por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 9 de Sevilla para suspender la licencia de tala concedida por el Ayuntamiento a la parroquia. La orden de suspensión llegó cuando los operarios contratados por la iglesia habían despojado ya al árbol de toda su copa al completo.
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