El Centro de Infecciones de Transmisión Sexual de Sevilla ultima su cierre total
El adiós definitivo al Centro de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de Sevilla está a la vuelta de la esquina. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) mantiene su hoja de ruta al respecto y, sólo unas horas antes de que más de 25 entidades sociales, políticas y sindicales vuelvan a manifestarse este miércoles en protesta por el cierre de estas instalaciones, daba los detalles del protocolo que lo sustituirá. De paso, enterraba aún más la aspiración de estas asociaciones para que el centro siga abierto.
La concentración está prevista para las 17 horas ante la sede central del propio SAS, en la Avenida de la Constitución. La reivindicación es la misma que propició la constitución de la Plataforma en Defensa del CITS para lanzarse a la calle en una primera protesta el pasado mes de junio: el cerrojazo supone que se atenderá peor a los pacientes en pleno repunte de este tipo de infecciones, ya que se les deriva a una atención primaria colapsada que tardará más en ver sus casos.
El modelo previsto, denuncia la plataforma, es “inviable” y lo que hace es condenar a estos pacientes a “un laberinto burocrático y demoras excesivas que obligarán a los usuarios a recurrir a los servicios diagnósticos y sanitarios privados”. El centro (toda una referencia de éxito desde que abrió sus puertas en 1989) está funcionando a medio gas desde la pasada primavera, tiempo durante el cual el SAS ha estado desarrollando una experiencia piloto para testar su nuevo modelo, aunque según las entidades denunciantes “continúa su desmantelamiento progresivo y el cierre técnico con una disminución de personal y medios que impiden un normal funcionamiento”.
El SAS garantiza una “atención integral”
Así las cosas, y con una protesta convocada haciéndola coincidir con el Día Mundial contra el Sida que se celebra cada 1 de diciembre, el SAS anunciaba este martes que sigue para adelante con un protocolo que –asegura– “aporta eficacia y calidad asistencial”. Los pacientes serán tratados desde atención primaria pero con conexión directa con el ámbito hospitalario para garantizar un diagnóstico precoz.
Al margen de esta “atención integral”, según el SAS el nuevo protocolo trae consigo la integración de seguimiento y consulta en historia digital, garantiza derivaciones y tratamientos y agiliza los tiempos de respuesta. Una vez que el paciente accede al sistema, ya sea por una consulta de atención primaria o por urgencias, se adentra en un circuito asistencial de acto único donde se identifica el síndrome ITS y se prescribe el tratamiento. Además, se gestiona la derivación para completar estudios junto a una segunda o tercera visita de carácter telemático.
La atención en acto único ha sido precisamente uno de los principales caballos de batalla de los colectivos que luchan por impedir el cierre del centro, que presta un servicio en el que al paciente se le hacen las pruebas clínicas y el diagnóstico en una misma consulta. Esta celeridad ha sido una de las claves del éxito de este complejo, que en 2020 atendió más de 14.000 consultas a pacientes llegados desde varias provincias. Además de incidir en que se van a mantener los tiempos de respuesta cortos, desde la administración sanitaria se pone también el foco en la instauración de la teleconsulta para ITS para “hacer de forma dirigida y rápida las derivaciones a diferentes especialidades”.
Aplicación generalizada en enero
¿Y qué pasa con el Centro ITS a partir de ahora? El compromiso del SAS era mantenerlo abierto mientras durase el periodo de pilotaje, que se ha desarrollado en los centros de salud de los municipios de Los Palacios y Las Cabezas de San Juan. En principio, no cerrará hasta que el nuevo protocolo “esté plenamente desarrollado y se monitoricen sus resultados”, pero a la vez ya se anuncia que en enero se implantará en los 33 centros de salud del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla.
Estas fechas, auténticos clavos en el ataúd del Centro ITS, no disuaden a las entidades aglutinadas en la plataforma que ha convocado la protesta de este miércoles, a las que sigue sin convencerles el protocolo. Entre los colectivos y organizaciones que la conforman figuran Marea Blanca, Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, Barrios Hartos, la Federación de Asociaciones LGTBI Arco Iris, La Carpa, Caleidoscopio, el Colectivo de Prostitutas, STOP Sida, la Asociación Trans Andalucía (ATA) y la Red Estatal de Municipios Orgullosos. También están integrados los sindicatos CCOO, UGT, SAT y CGT y las formaciones políticas Adelante Andalucía, Podemos, Más País, PSOE, IU y PCA, además de profesionales sanitarios. En la concentración volverán a clamar en defensa de unas instalaciones que, visto lo visto, tienen los días contados.
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