El PP continúa su acercamiento a Vox en Sevilla sacrificando ahora los cuadernos educativos sobre sexualidad o igualdad
Fue uno de los momentos más recordados en la campaña electoral de las últimas elecciones andaluzas, en junio de 2022. La por entonces candidata de Vox, Macarena Olona, sacó en un debate electoral lo que definió como un libro en el que se enseñaba a los escolares a masturbarse con el que atacó a Juan Manuel Moreno (PP). Al final resultó que era un cuadernillo didáctico del Ayuntamiento de Sevilla sobre educación afectivo-sexual que incide en la autoestima, la igualdad y la responsabilidad, que no forma parte del programa educativo obligatorio y que se incluye como oferta complementaria para los centros o aulas que voluntariamente lo solicitan. Vox siempre ha tenido entre ceja y ceja en Sevilla esta oferta formativa, y al final parece que se va a salir con la suya porque el alcalde, José Luis Sanz (PP), le ha garantizado que eso se acabó y que en materia educativa él lo que se va a limitar es a arreglar los colegios.
Esta sintonía supone un paso más en el progresivo acercamiento entre ambas formaciones, y es la manera con la que el PP (que no tiene mayoría absoluta) intenta ganarse los votos de Vox para aprobar el presupuesto municipal de 2024. En el pleno municipal de este jueves ha habido varios guiños en forma de respaldo mutuo en varias mociones, con concesiones con las que los populares quieren contentar a la formación de ultraderecha sin llegar al punto de incluirla en el gobierno municipal como viene reclamando.
La portavoz del partido que lidera Santiago Abascal, Cristina Peláez, no ha ocultado en la sesión plenaria su satisfacción por esta declaración de principios del regidor, porque ha sido su primera victoria en lo que considera su lucha contra el “adoctrinamiento ideológico” de los niños tras varios intentos que hasta la fecha le había tumbado la anterior mayoría de izquierdas del Consistorio hispalense. Esta línea de apoyo educativo (que incluye material didáctico, talleres y actividades) se puso en marcha en la etapa del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, manteniéndose desde entonces incluso en el mandato de Juan Ignacio Zoido (PP) como alcalde. De hecho, siempre se ha hecho hincapié en que esta formación está en consonancia con lo que establece la Asociación Española de Pediatría.
Recortable para construir tu cuerpo
Esta oferta educativa complementaria aborda infinidad de temas (alimentación, prevención de riesgos, lucha contra la obesidad, cultura...), pero Vox ha puesto el acento en que se explican “cuestiones del ámbito afectivo-sexual”, se denuncia que hay juguetes sexistas o se anima a usar un lenguaje inclusivo, lo que a su juicio son “conceptos ideológicos y sesgados”. “Es un material marcadamente ideológico, programas con los que pretenden adoctrinar a nuestros niños”, ha reiterado Peláez, que ha puesto especialmente el grito en el cielo con un libro de actividades orientado a pequeños de entre 5 y 7 años que incluye un recortable para que “construyan su propio cuerpo”. “Le pueden poner un pene a una niña”, ha clamado.
“Le puedo garantizar que estará tranquila en esta legislatura porque no se encontrará recortables que impulse este equipo de gobierno”, le ha replicado Sanz, que además ha asegurado a la portavoz de Vox que “no vamos a fomentar ninguna campaña de carácter ideológico” en los colegios. La cuestión ahora, y sobre ello no se han dado más detalles, es qué se considera ideológico, porque para la formación de ultraderecha lo son cuestiones como igualdad, memoria histórica, derechos Lgtbi o la lucha contra el cambio climático.
Sanz, por lo pronto, ha declarado que no es “partidario del lenguaje inclusivo”. “Tampoco lo voy a prohibir, que cada uno hable como quiera, pero tampoco lo vamos a fomentar”, ha apostillado, para a renglón seguido recordar que las competencias municipales en materia educativa son “muy limitadas”. ¿Qué significa eso? Pues que su gobierno “se tiene que limitar a hacer lo que de verdad tiene que hacer en los colegios”, que es convertirlos en espacios “limpios, agradables y seguros” y así sacarlos del “abandono” y la situación “un poquito lamentable” en que asegura que los ha dejado el PSOE.
La batalla de San Fernando
La conexión entre PP y Vox en esta sesión plenaria, con el presupuesto municipal en el horizonte, ha tenido su punto de discrepancia en otra cuestión que el partido ultraconservador considera poco menos que de Estado: que vuelva a ser festivo local el 30 de mayo, día de San Fernando, patrón de la ciudad. Pese a que Vox ha reclamado la necesidad de recuperar la “memoria histórica” de Fernando III, que en 1248 arrebató Sevilla a los musulmanes y cuya figura consideran que se está perdiendo por “cuestiones ideológicas”, los populares han hecho un quiebro y no han respaldado la petición... por ahora. En su propuesta, por cierto, Vox ha abogado por reforzar la formación sobre la figura del monarca castellano en los colegios sevillanos.
El asunto no es menor, porque recuperar este día supondría perder el único festivo que hay en la Feria de Abril, así que el PP le ha dado una patada para adelante absteniéndose (lo que ha propiciado que no se apruebe la medida) con el rocambolesco argumento de “una cuestión de principio de legalidad”: estas cosas se tienen que decidir año a año y Vox quiere una especie de garantía a perpetuidad. A favor de los populares juega que en 2024 coincide el 30 de mayo con otra festividad local, el Corpus, lo que le da tiempo y mientras tanto se mantiene ambiguo ante la formación de ultraderecha al no cerrarle la puerta con la afirmación de que “cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente”. Eso sí, se han comprometido a impulsar con contundencia la figura de Fernando III con becas de investigación, publicaciones y ciclos de conferencias, un programa que consideran que mejora la propuesta de Vox de celebrar desfiles de recreación histórica, velás en los barrios, corridas de toros y una procesión.
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