Seis espectáculos confirmados para el Lope de Vega se quedan fuera de la programación

La controversia en torno al teatro Lope de Vega de Sevilla, cerrado por el Gobierno municipal debido a la presunta necesidad de acometer obras urgentes y sin fecha de reapertura a la vista, no parece que vaya a apagarse pronto. Después de que la delegada de Cultura del Ayuntamiento hispalense, la popular Minerva Salas, anunciara que todos los espectáculos previstos para la nueva temporada serían realojados en otros espacios de la ciudad, SevillaelDiario.es ha podido comprobar que son varias las propuestas que se han quedado fuera, y que en muchos casos, además, será difícil su recuperación.

Cabe recordar que el pasado 6 de octubre, la delegación de Cultura anunciaba el calendario previsto para el Lope, reformulado “por el peligro que supone para las compañías, los profesionales que desarrollan su trabajo en el edificio y el público”, pero “manteniendo su compromiso con los artistas de reubicar las funciones en espacios como el Cartuja Center, la Sala TNT y el Teatro Alameda”, según explicaban en nota de prensa. El Ayuntamiento daba así por zanjado el reto de trasladar una programación que el último director del teatro, Carlos Forteza, había dejado cerrada antes de la extinción de su contrato el pasado mes de junio, y por cumplidos los compromisos adquiridos. Sin embargo, seis de los 14 espectáculos confirmados se han quedado fuera.

En concreto, se trata de El proceso de Kafka, a cargo del Centro Dramático Nacional, bajo dirección de Ernesto Caballero y con un reparto encabezado por Carlos Hipólito, que estaba programada para el 14 y 15 de octubre; Don Ramón María del Valle-Inclán, de Xavier Albertí para el Teatro Español, interpretado por Pedro Casablanc y programado para el 21 y 22 de octubre; o Las guerras de nuestros antepasados, basado en el libro homónimo de Miguel Delibes adaptado por Eduardo Galán, dirección de Claudio Tolcachir e interpretación de Carmelo Gómez y Miguel Hermoso, programada para 25 y 26 de noviembre.     

Espectáculos no previstos

Los otros espectáculos que se quedan provisionalmente fuera son Bate Fado, de Jonas & Lander, en colaboración con el Consulado de Portugal y con una decena de artistas sobre el escenario, que iba a actuar el sábado 2 de diciembre; la actuación de la cantante María José Llergo, programada el viernes 8 de diciembre; y la proyección con música en directo de Tiempos modernos, de Charles Chaplin, con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y partitura de Timothy Brock, para el 15 y 16 de diciembre, a los que cabría sumar otras colaboraciones con la ROSS como las de Marina Heredia (viernes, 24 de enero) y Manuela Nogales (viernes, 26 de abril).

Por otra parte, la programación de reubicación anunciada por Minerva Salas incluye algunos espectáculos que no estaban en el plan presentado por Carlos Forteza en junio, como la versión de ¡Ay Carmela!, de José Sanchís Sinisterra anunciada para el 20 de octubre en la Sala TNT, con María Adánez y Joaquín Notario en el elenco; o El beso de la mujer araña, basada en la novela homónima de Manuel Puig, con Carlota Ferrer en la dirección y con Eusebio Poncela e Igor Yebra como protagonistas. Ambas producciones, pertenecientes a la compañía madrileña Pentación, se alejan sensiblemente de la línea mantenida por el último director del Lope de Vega en sus últimas temporadas, en la que se eludía “lo más evidentemente comercial y se apostaba por la colaboración con el talento local”.

Las compañías afectadas con las que ha podido contactar este periódico no han logrado confirmar por el momento si sus propuestas serán reprogramadas en el futuro, o si quedarán en el cajón indefinidamente. El motivo aducido es que, una vez que la mayoría de los espectáculos salen del centro o teatro en que han sido creados, pasan a manos de distribuidoras que deben jugar con las fechas y la disponibilidad de agenda de los artistas; cuanto más solicitados son o más numeroso es el elenco, más difícil es reprogramar.

Traspaso brusco

En cuanto al Ayuntamiento, la consulta de SevillaelDiario.es al respecto no ha obtenido respuesta por el momento. Lo que parece claro es que “el compromiso con los artistas” que Minerva Salas afirmaba haber mantenido, se ha producido hasta ahora solo en ocho espectáculos, algo más de la mitad de los programados. Y la incógnita se extiende a las compañías programadas inicialmente para los primeros meses del año, algunas de las cuales todavía no tienen noticias del Ayuntamiento hispalense ni de su nuevo responsable en este ámbito, Ruperto Merino.

Por otra parte, distintas voces del sector de las artes escénicas han lamentado algunos aspectos de la adaptación de la programación del Lope a sus nuevos espacios, desde las diferentes características de los escenarios al hecho de que hayan esperado hasta el mes de septiembre para realojar las propuestas, teniendo todo el material entregado desde junio; pasando por el retraso de la salida a la venta de las entradas, la lógica ausencia de publicidad o la falta de un catálogo impreso, como el que cada temporada editaba el Lope, donde el respetable pueda consultar la programación.

No menos llamativo resulta el hecho de que, tras la extinción de su contrato, el anterior director del Lope, Carlos Forteza, no fuera llamado a una reunión de traspaso, práctica habitual en el normal funcionamiento de un coliseo de estas características. Y todo ello, a la espera de un informe pericial de las reformas que el Lope de Vega necesita, ya que el actual cierre -que podría demorar años- se decretó por una carta del director técnico del teatro, Jordi Farnés.