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Las claves de los contratos confidenciales y sin tachones de la UE con Pfizer y Moderna

El contrato de la Comisión Europea con Pfizer.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
21 de abril de 2021 10:22 h

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Hasta 18 euros por dosis y límites a la responsabilidad por parte de las farmacéuticas. Son algunas de las principales claves de los contratos de compra anticipada firmados por la Comisión Europea con Pfizer y Moderna para suministrar las vacunas contra la COVID-19 y que este fin de semana fueron desvelados por la RAI. El de Pfizer es de fecha 20 de noviembre de 2020 y el de Moderna, de 4 de diciembre de 2020.

La UE los ha mantenido ocultos durante meses, primero negándose a publicarlos y luego tachando datos sensibles.

Estos son los acuerdos con los que la UE pagó un anticipo de 700 millones de euros a Pfizer y 318 millones a Moderna, para asegurarse 200 millones y 80 millones de dosis respectivamente.

Precios de las vacunas

La cifra de 15,50 euros por dosis de la vacuna de Pfizer-Biontech de la que se ha hablado desde a menudo no es exactamente correcta: es la media entre dos precios distintos pactados con la farmacéutica.

De hecho, la compañía vendió su suero por 17,50 euros los primeros 100 millones de dosis y a 13,50 euros entre las 100 y las 200 millones de dosis.

Pero luego el precio sube: para todos los pedidos adicionales realizados dentro de los 3 meses posteriores a la autorización otorgada por EMA (por lo tanto, hasta el 21 de marzo), asciende a 15,50 euros por dosis. Después, de nuevo a 17,50 euros. Y parece que el precio volverá a subir en el futuro.

Por el momento, sin embargo, Moderna es la vacuna más cara del mercado: 18,80 euros (22,50 dólares) por dosis.

Límites a la responsabilidad

Los contratos también confirman que, en caso de daños por efectos secundarios, la compensación recaerá casi exclusivamente en los Estados. Las concesiones hechas a las empresas farmacéuticas en el ámbito de la responsabilidad civil se han debatido en toda Europa durante meses. Pero el texto reitera que el uso “se produce en un periodo de condiciones epidémicas y la administración de los productos se realizará bajo la exclusiva responsabilidad de los Estados miembros”.

Las compañías farmacéuticas son responsables solo en caso de mala conducta intencionada o una violación comprobada de las buenas prácticas de fabricación que todas las empresas deben cumplir de acuerdo con la EMA.

Las patentes, por otro lado, permanecen en manos privadas, a pesar de la financiación pública.

Retrasos sin grandes penalizaciones

Como se ha comprobado con el caso de Astrazeneca, que va a entregar un tercio de lo previsto en la primera mitad de 2020, los contratos tienden a proteger a las grandes farmacéuticas frente a posibles retrasos en las entregas.

En concreto, se incluye una cláusula en el contrato de Pfizer por la cual, si la autorización del EMA llega antes del 15 de agosto de 2021 (como sucedió) pero la producción de la empresa es insuficiente para cumplir con los pedidos esperados, simplemente se compromete a revisar el programa de entrega sobre la base de “principios justos y equitativos” sin especificar.

Para Moderna, sin embargo, las condiciones parecen un poco más estrictas: si la entrega se retrasa más de 90 días, los Estados pueden cancelar el pedido.

Costes de producción

Entre los anexos al contrato de Moderna se encuentra un detalle de los costes incurridos para iniciar la producción: desde 85 millones de dólares en materias primas hasta 173 millones en inversiones en estructuras, principalmente en la planta del grupo Lonza. Sin embargo, no ocurre lo mismo en el acuerdo con Pfizer.

Esta semana, la Comisión Europea ha hecho valer la opción para comprar 100 millones extra, hasta las 600 millones para el presente año, según ha informado la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides. La semana pasada, Bruselas también anunció que Pfizer adelantaría 50 millones del cuarto trimestre al segundo, para paliar los reveses de AstraZeneca y Janssen a causa de los efectos secundarios con casos de trombos.

El Ejecutivo comunitario, además, anunció un tercer contrato con Pfizer para 1.800 millones de dosis entre 2021 y 2023 ante las variantes y la necesidad de vacunar menores. 

Bruselas tiene firmados contratos con AstraZeneca (400 millones de dosis, si bien no se esperan más que 100 para la primera mitad del año), Sanofi-GSK (300 millones de dosis), Johnson & Johnson (400 millones de dosis), BioNTech-Pfizer (600 millones de dosis), CureVac (405 millones de dosis) y Moderna (460 millones de dosis). 

La Comisión Europea también ha mantenido conversaciones exploratorias con la empresa farmacéutica Novavax con vistas a adquirir hasta 200 millones de dosis.

Bruselas también estaba en negociaciones con Valneva con vistas a adquirir hasta 60 millones de dosis, pero el fabricante ha anunciado que abandona las negociaciones.

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