La calle franquista de Rajoy y otros desprecios del PP a las víctimas de la dictadura
“He vivido muchos años al lado de la Escuela Naval de Marín, en la calle Salvador Moreno. Ahora no sé por qué le han quitado el nombre a la calle, yo le sigo llamando así”. Así se refirió este jueves Mariano Rajoy a la calle en la que vivió en Marín (Pontevedra) y que fue renombrada incluso antes de la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica debido al pasado franquista del que fuera ministro durante la dictadura.
El presidente del Gobierno manifestó no entender por qué la habían rebautizado con el nombre de la escritora gallega Rosalía de Castro, pero no es la primera vez que algún miembro del PP desprecia a las víctimas del régimen con comentarios burlones y ninguneos a la memoria histórica.
“Algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarlo”
Estas fueron las palabras que dirigió en 2013 el portavoz del grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, a las víctimas de la dictadura que luchan por encontrar a sus familiares enterrados en fosas. Sus palabras, pronunciadas en un programa de 13TV, la cadena de la Conferencia Episcopal, le valieron la denuncia de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica por “injuria grave con publicidad”. Cuatro años después la Fiscalía no determinó que hubiera delito en sus palabras y rechazó investigar al diputado.
Hernando no solo hizo este tipo de alusiones en 2013 y dos años más tarde insistió en que las víctimas del franquismo se habían lucrado con la ley asegurando que tuvo que poner “límites y fechas” para frenar el cobro de subvenciones que se usaban “para otras cosas”. Sus declaraciones polémicas no se quedaron ahí y este año, preguntado por un posible traslado de los restos de Franco del Valle de los Caídos afirmó: “Me gusta que los muertos descansen en paz. Esto de estar todo el día con los muertos de arriba para abajo supongo que será entretenimiento para algunos”.
Cero euros para la ley
Aunque Hernando aludiera a un supuesto enriquecimiento de las víctimas con la Ley de Memoria Histórica, lo cierto es que el Gobierno al que pertenece lleva desde 2013 sin destinar ni un solo euro a la misma. Desde su llegada a la Moncloa, Rajoy tomó varias decisiones para dejar sin efecto la ley de Zapatero; la primera, la supresión de la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura.
Dos años después, los Presupuestos Generales del Estado dejaron de contemplar la partida que se destinaba a financiar las exhumaciones. Algo que le han reprochado organismos internacionales como la ONU, pero de lo que el presidente se jacta en público. Preguntado sobre el por qué no había derogado la norma, Rajoy respondió que había hecho otra cosa que significaba lo mismo: “Bueno, la dotación presupuestaria ha sido cero. La medida es cero y fue cero todos los años”.
“Todo el día con la fosa de no sé quién”
El vicesecretario de comunicación del PP también se ha referido al tema en tono burlesco. En un acto del partido en Madrid, en el año 2008, Pablo Casado aludió a las personas de izquierdas como “carcas” que están “todo el día con la guerra del abuelo, la fosa de no sé quién, la memoria histórica”.
Mofas al abuelo de Zapatero
El abuelo de José Luis Rodríguez Zapatero, fusilado por los franquistas durante la guerra civil, fue objeto de mofas en público por parte de dirigentes populares en varias ocasiones. “¡Habla de tu abuelo! ¡Ya saca a pasear el abuelo!”, espetó el exdiputado popular Vicente Martínez Pujalte en 2006 en el Congreso cuando intervenía el expresidente. Unos años más tarde, durante la campaña electoral de 2011, fue el expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, que aseguró que no le había “transmitido la ternura y el cariño que normalmente le transmiten los abuelos a sus nietos”. El abuelo de Zapatero había sido asesinado antes de que él naciera.
Las trabas para renombrar los callejeros franquistas
Varias ayuntamientos españoles están inmersos en el proceso de rebautizar las calles que aluden a figuras vinculadas con el régimen franquista en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, que en su artículo 15 obliga a las Administraciones públicas a tomar medidas para “la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.
Sin embargo, en algunas ciudades el proceso está siendo lento, en parte por la oposición del PP municipal a la medida. En Alicante, por ejemplo, los conservadores interpusieron un recurso contra los cambios, que ha obligado al consistorio en cumplimiento del mandato judicial a reponer los nombres franquistas. En Madrid, se abstuvo durante la votación en el pleno –el proceso se mantiene paralizado cautelarmente por un recurso de la Fundación Francisco Franco–. En A Coruña, el grupo municipal aseguró que modificar las calles causa un “grave perjuicio a los ciudadanos”.
No solo ha ocurrido con las calles, también con las querellas contra el franquismo que han presentado varios consistorios. En Barcelona, el texto aprobado por el pleno para permitir interponer la querella no contó con el apoyo de los populares. En Madrid, la decisión de Carmena de hacerlo fue tildada de “ridícula” y en Zaragoza, la moción contó con el voto en contra del PP.
“Será porque se lo merecían”
El todavía alcalde de la localidad de Baralla (Lugo), Manuel González Capón, aseguró que “quienes fueron condenados a muerte será porque se lo merecían” para responder a una intervención en el pleno en la que la oposición le pedía que condenara los crímenes del franquismo al igual que lo estaba haciendo con actos violentos de Resistencia Galega.
“Franco hizo muchas cosas por España”
Otro alcalde gallego, en este caso el de Beade (Ourense), que ha presumido siempre de honrar el franquismo, afirmó en una entrevista en La Opinión de Coruña que “Franco, con sus errores, hizo muchas cosas por España”. Senén Pousa, que cuenta con un retrato del dictador en su despacho, aseguró en una entrevista en El País en 2013 que “nadie en el PP” le había “recriminado nunca honrar al franquismo”.
Un homenaje a las víctimas del franquismo, “revival de naftalina”
En el año 2003 el PP fue el único partido del arco parlamentario que no participó en el acto de homenaje a las víctimas del franquismo convocado en el Congreso por todos los grupos. Al acto acudieron más de una decena de asociaciones de familiares, represaliados y exiliados por la dictadura, pero el PP justificó unos días antes que no asistiría porque definió el homenaje como un “revival de naftalina” con el objetivo de “querer volver al pasado”, afirmó el diputado Luis de Grandes.