Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE
Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.
Mercados navideños de inspiración europea para celebrar la Navidad en Japón
Tokio, 23 dic (EFE).- Las calles de ciudades niponas como Tokio, Osaka y Yokohama se visten de luces, decoraciones y mercados navideños similares a los europeos para celebrar unas fiestas que este país, en el que solo un 1 % de la población es cristiana, adoptó sin implicaciones religiosas.
En Japón, donde la Navidad se popularizó después de la Segunda Guerra Mundial por influencia estadounidense, las tradiciones vinculadas a estas fechas son muy diferentes de las occidentales.
Cada Nochebuena cenan pollo frito, una práctica instaurada por la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC), y la tarta de fresas con nata sustituye a los polvorones, mantecados y turrones que cada Navidad colman las mesas españolas.
Los japoneses reemplazan la habitual cena familiar de la noche del 24 de diciembre por las citas románticas, convirtiendo este día en una especie San Valentín, que aprovechan para pasear bajo las luces que llenan calles y plazas mientras disfrutan de la emoción característica de esta época del año.
Son las iluminaciones, decoraciones y mercados navideños los encargados de extender el espíritu y la ilusión de estas fechas hasta cada rincón del país nipón al más puro estilo occidental, imitando a los que tanto turismo atraen en ciudades europeas como Viena y Estrasburgo.
Los mercados preparados para la ocasión son el lugar de encuentro preferido por muchos durante las tardes previas al día de Navidad, al terminar su jornada laboral o escolar, disfrutando de un rato agradable rodeados de amigos, familia o en pareja.
Las risas, los regalos y el aroma a chocolate caliente y salchichas alemanas llenan las plazas de las ciudades japonesas en las que el espíritu navideño está tan presente como en los mercados europeos que parecen sacados de un cuento.
Roppongi Hills, el mercado navideño de Stuttgart en Tokio
Patrocinado, entre otros, por la Embajada de Alemania en Japón, este mercado, ubicado en la plaza O-yane, recrea el ambiente festivo tan típico de mercados de ciudades como Stuttgart en el barrio tokiota de Roppongi Hills.
Los puestos de comida con 'pretzels', salchichas y cervezas alemanas, además de vino caliente ('glühwein') para aquellos que prefieren algo con lo que calentarse, mientras disfrutan de tiempo de calidad con sus seres queridos, llenan el espacio decorado en tonos rojos y verdes.
Las risas destacan sobre los clásicos navideños en inglés que suenan a través de los altavoces colocados estratégicamente en la plaza, poblada mayoritariamente por japoneses que disfrutan de platos típicos de la cocina alemana.
También hay casetas dedicadas a la decoración con adornos para los árboles, estrellas o figuras de Papá Noel en tonos brillantes, pero no hay portales de Belén, habituales en Europa debido a la religiosidad intrínseca de esta fiesta.
Otros cubículos, destinados a que los visitantes encuentren el regalo que buscan, como velas aromáticas, completan la oferta navideña de este mercado capaz de transportar al visitante a una ciudad europea en Navidad.
Ebisu Garden, un mercado francés coronado por Baccarat
El mercado de Ebisu Garden se inspira en los franceses, cargados de magia y ambiente festivo, al estar patrocinado por la embajada de este país.
Las luces y el enorme árbol ubicado en el centro de la plaza dan la bienvenida a los grupos de amigos que se hacen múltiples fotos y vídeos con esta escena de fondo, como si se tratase de una postal navideña.
Detrás del árbol se encuentran diferentes puestos de comida y bebida donde triunfan los dulces franceses artesanales, una delicia para quienes visitan este mercado como cierre perfecto para sus días.
Además, los puestos ofrecen recuerdos y decoración navideña para ultimar los preparativos para esta fiesta, así como joyas y otros posibles regalos.
Delante del árbol se abre paso una calle poblada de árboles iluminados a cada lado que conduce al mayor atractivo de este mercado: la lámpara de araña de la compañía francesa Baccarat.
Esta pieza, que este año celebra su 25 aniversario, es una de las más grandes del mundo, con una altura de unos cinco metros, una anchura de tres metros, un total de 8.500 piezas de cristal y 250 luces.
La creación de esta obra requirió destreza y muchas horas de trabajo para captar, ahora, la atención de todos quienes acuden a este mercado para sentir un poco más de cerca la Navidad.
Sara Rodríguez Pachón
0