“Entender que la prostitución puede ser un trabajo es admitir que podemos permitir esa violencia estructural”
Mabel Lozano (Toledo, 1967) lleva ya unos cuantos años reconvertida en cineasta y activista feminista. Desde esos dos lugares, es una de las personas que más ha investigado la trata de mujeres con fines de explotación sexual en España. Primero lo hizo a través del corto Chicas nuevas 24 horas (2015), y ahora estrena El Proxeneta. Paso corto, mala leche.
En El Proxeneta da voz a uno de ellos, conocido como El Músico. Solo a él, de hecho: toda la película es un monólogo crudo sobre las artimañas que él mismo llevó a cabo desde los noventa, cuando era uno de los “ideólogos” de la trata en nuestro país. Fue condenado y cumplió 3 años de cárcel por captar y esclavizar a unas 1700 mujeres. “Desconocemos su figura y cómo funciona todo, la impunidad, las complicidades con ayuntamientos, abogados. Eso es lo nuevo”, explica sobre esa decisión. A ellas, a las víctimas, en esta ocasión solo se las ve como imágenes recurso en clubs, bebiendo, charlando: “Es lo que hacen. Los chavales cuando van no ven las hostias que les dan, ven eso”.
Explique qué es ANELA, de la que fue socio El Músico.
ANELA es la patronal del proxenetismo. En el 2001, los dueños de los puticlub más importantes de España, se unieron para montar lo que ellos llamaban una asociación de empresarios de clubes de alterne. Ya pedían en sus estatutos regularizar la prostitución. Eso les da patente de corso. El Proxeneta lo dice clarísimo en la película: quien quiera regularizar la prostitución está vendiendo nuestro discurso.
Se desmontó cuando se descubrió que en todos los clubes asociados había trata e incluso menores. Pero antes, la prensa se rifaba a su presidente. Nadie investigó y a todo el mundo le encantó ese discurso buenista de derechos de las mujeres, de somos buenos samaritanos, de qué van a hacer si no los discapacitados, los feos, los viudos… vendió muchísimo porque a la ciudadanía no le importa la prostitución y le conviene creer ese discurso. Que es lo mismo que ha hecho ahora el sindicato OTRAS, vender un discurso buenista de los proxenetas, de leyes garantes con ellos.
¿Pero un sindicato no es lo contrario que la patronal? ¿Cree que OTRAS tiene que ver con ellos?
Tienen el mismo discurso. Para que haya un sindicato tiene que existir patronal y empleados. La patronal son los proxenetas. ¿Dónde van a trabajar los empleados? En clubes, pisos, rotondas.
Pero si sí existe esa patronal, es un hecho, ¿por qué no puede haber un sindicato que se defienda ante ellos?
Porque no es verdad. La mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución en nuestro país lo hacen por cuenta de un tercero, el proxeneta, quien les lleva el dinero. El sistema prostituyente español está pensado para la explotación. El Músico lo cuenta así: tú vas al club y, antes de empezar a trabajar, te cobran. ¿Y quién está ejerciendo? Mujeres migrantes, sin papeles, vulnerables, refugiadas de guerras, que huyen de la pobreza. Les estamos diciendo que en este submundo tendrán una salida.
El proxenetismo está atipificado, no está condenado. No existe esa ley. Si en España todas las caras del proxenetismo estuvieran condenadas, sería diferente. Los proxenetas siguen trabajando con total impunidad y las penas son poquísimas, cuesta muy barato.
¿Puede existir una vía para condenar a los proxenetas pero que proteja a las mujeres que ahora mismo ejerzan la prostitución y no puedan o no quieran salir, o crean que les pone en peligro? Usted defiende que actualmente pueden regularizar su situación, pero a su vez no pueden sindicarse.Usted defiende que actualmente pueden regularizar su situación
Tenemos que trabajar para que no haya “ellas”. En políticas sociales para que puedan elegir. Nunca se aborda así: vayamos a la raíz del problema, que es la feminización de la pobreza, la desigualdad, la violencia de género, el patriarcado. Acabar con eso para que, si tú me dices que eres periodista pero mañana decides ser puta, yo me creeré esa libertad. Ahora no hay, hay una diferencia brutal entre la persona que no tiene nada y la que tiene el poder. Al hablar con una mujer que te dice que está encantada, rascas y al final es que tenía un hijo, estaba sola, no sabía cómo mantenerlo. Son animales mitológicos las putas estudiantes, guapas y con Ferrari, es producto de las fantasías y las películas. Tampoco es lo mismo el primer año que cuando llevan más y ya no suena el teléfono.
Nunca llevamos el discurso al contrario: ¿cómo salen las mujeres de ese círculo de explotación perverso? Es casi imposible, no hay oportunidades ni políticas sociales ni herramientas, ni trabajo. De eso casi nunca se habla. Se habla de la que quiere entrar ¿pero y de la que quiere salir? En España la prostitución es alegal. Aunque no haya un epígrafe de trabajadoras del sexo pueden regularizarse en el de masajistas, artistas… tampoco hay de guionistas de cine, estamos como escritores. No se puede hacer un sindicato de prostitución porque es alegal. Pero si la estás ejerciendo, puedes darte de alta en la Seguridad Social en esos epígrafes y nadie te impide cotizar.
Pero hay unas características propias de la prostitución que las ponen en una situación de peligro y que esos epígrafes no tienen en cuenta.
Ya, pero da igual. Todo es una mentira: en Alemania se pueden dar de alta como trabajadoras sexuales y no lo hacen, hemos visto que menos del 2%. Tú hablas con cualquiera de las del sindicato OTRAS, estas mujeres catalanas, y no quieren legalizar. Hasta ahora ellas tenían ese discurso de regularizar y legalizar, pero ya no quieren porque saben que es garante con los proxenetas. Ahora quieren despenalizar. Porque se han dado cuenta de que hacerlo como en Alemania, Holanda o Bélgica es explotación extrema. No pueden, se endeudan. Es un sistema pensado para que la mujer esté explotada.
Pero entonces no es el mismo discurso el de ANELA y OTRAS, como me decía al principio.
ANELA quiere que ese sindicato exista. Pero si tú hablas con ellas no quieren regularizar la situación. Lo que quieren es despenalizar, como en Nueva Zelanda. Es la ciudadanía la que no se entera y no son conscientes de lo que hay. Ese discurso de ANELA de 2001, sobre derechos civiles, vende fenomenal. Pero en Europa estamos viendo que no se ha erradicado la trata. Y no se han dado cuenta de algo importante: si es un trabajo normal, un hombre que necesite a 40 mujeres para su club puede ir al INEM en España y si estás en el paro y tienes 20 años ¿tú te vas a presentar a puta?
Hay quien defiende que podría estudiarse un tratamiento especial para evitar esa situación.
Lo que está dando mejor resultado de cara a proteger a las mujeres son las leyes nórdicas, no punitivas contras las mujeres sino contra los proxenetas, verdugos, amos, y contra la demanda. Porque esto se genera por la demanda. El Músico dice esa frase, “son nuestros cómplices, vendemos gracias a ellos”. De cientos de miles de millones de hombres que están demandando cada día cuerpos nuevos. Hay que educar en que un ser humano no se compra. Entender que la prostitución puede ser un trabajo es admitir que podemos permitir esa violencia estructural.
Lógicamente, ¿tenemos en España mujeres como para surtir de carne fresca todos los macroburdeles, pisos y rotondas? El Proxeneta lo dice muy claro, hay países de explotación y países de captación, pobres y con altos niveles de corrupción. De Rumanía, Nigeria, Paraguay. Ahora están entrando venezolanas. Necesitas chicas nuevas 24 horas.
El Músico emplea unas expresiones deshumanizadoras horribles. Habla, por ejemplo, de que una mujer queda “obsoleta” en 3 años ¿Cómo era escuchar eso? ¿Él está arrepentido?
Es así. Para hacer eso has tenido que tener una falta de empatía grande hacia seres humanos. Eso es la delincuencia. Sorprende la naturalidad con la que habla también de las complicidades, de cómo un delincuente busca a otro delincuente. Cuando lo lleva a primera persona parece que se retrotraiga, pero él lleva años colaborando con la policía. En este caso, se juega la vida. No porque hable de mujeres y prostituyentes, sino porque cuenta cómo es el entramado financiero. Testaferros, banqueros, empresas fantasma para blanquear. Todo funciona porque la cantidad de complicidades es brutal. Son grandes herramientas para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Él al principio no quería dar la cara. ¿Cómo fue ese proceso?
Ahora mismo está en una situación complicada, de mucho peligro. Ha creado revuelo en los clubes, les hace daño. Cuenta cómo se crean las empresas fantasmas para blanquear que, como dan pérdidas, encima Hacienda les devuelve dinero. Acabamos de estrenar, ten en cuenta además. Va a dar mucho que hablar. Rompe todos los códigos de delincuencia sobre el negocio, que es lo único que les importa.
Pidió perdón a una víctima de trata, Amelia Tiganus, gesto que fue elogiado y criticado.
Está sacado de contexto. Estaba en la presentación, la única en la que ha estado, con nuestro amigo común policía. Era una manera de decir ‘estoy aquí, es verdad’. Para que no quede ninguna duda de que sea ficción. Está condenado y sentenciado. Como estaba Amelia le salió pedirle perdón, a ella y a las miles que ha explotado. No estaba preparado. Fue un acto reflejo espontáneo del que se ha hecho mucha pornografía. No va a estar en más, su vida ya corre bastante riesgo. Era importante que diera la cara para poner rostro a verdugos y proxenetas, pero no estamos paseando a un proxeneta. Es su historia, entró en la prostitución a los 17 años en clubs de Barcelona, es un gran ideólogo de la trata en España y creador de ANELA. Es un testimonio único.
También constituye un recorrido por los hitos de la trata en los 90, cómo aumentó en el 92 o con la inmigración del 2000.
El dinero es el termómetro de los vicios, dice. En las épocas de gran bonanza había dinero para vicio pero no había mujeres así que fueron a buscarlas a esos países. Es significativa esa transición de la prostitución, entre comillas, “normal” (aunque ya en manos de chulos y macarras) a esta forma tan perversa de explotación, que es la trata.
¿Está en contacto con víctimas, supervivientes o que actualmente ejerzan? ¿Han visto la película y qué opinan?
Colaboro con APRAMP. A las supervivientes les encanta: este hombre corrobora lo que han dicho siempre y se les ha cuestionado. Pero además cuenta cosas que ellas no saben sobre cómo funciona la materia prima de ese negocio.
ANELA continúa. ¿Goza de menos impunidad que en los tiempos de El Músico o nada ha cambiado?
Ya no tiene fuerza. Pero tras ella han surgido muchas otras pequeñas, mismos perros con distintos collares. No gozan de menos impunidad porque las leyes son iguales y además siguen siendo invisibles y anónimos, les tenemos miedo. Sigue habiendo proxenetismo consentido. Muchos clubes que El Músico regentó siguen abiertos.