El concurso para el arrendamiento del antiguo hotel Taoro, propiedad del Cabildo, se declara otra vez desierto

Imagen de archivo del antiguo hotel Taoro, en Puerto de la Cruz y con más de 100 años de existencia

Tenerife Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

El concurso activado por el Cabildo de Tenerife para conseguir arrendar el antiguo hotel Taoro (de 1890) en Puerto de la Cruz ha vuelto a quedar desierto, y ya van más de tres veces. Así ha ocurrido tras los servicios de la Corporación insular encargados de decidir sobre este proceso comprobar que la única empresa presentada al concurso no cumplía los requisitos técnicos y económicos establecidos por los pliegos.

La noticia, adelantada este miércoles por La Opinión de Tenerife, supone otro varapalo al proceso de reestructuración empresarial aprobado por el Cabildo de Tenerife y a su plan para dar actividad y generar ingresos públicos a través de arrendamientos de numerosos inmuebles de su propiedad que en la actualidad envejecen y se estropean a marchas forzadas.

Por ahora, el Cabildo de Tenerife no ha conseguido vender ni arrendar empresas y estructuras productivas como la señalada, los tres casinos que son de su titularidad y los inmuebles agropecuarios y agroindustriales de las antiguas Teisol y Bío Granja, estas instalaciones radicadas en el término municipal de Santa Úrsula.

El Cabildo de Tenerife comunicó en abril de 2017 que había iniciado los trámites para sacar a concurso público el arrendamiento del antiguo hotel Taoro, sito en Puerto de la Cruz.

El Consejo de Gobierno insular, reunido el miércoles 26 de ese mes con carácter extraordinario, aprobó los pliegos de condiciones para la explotación en régimen de arrendamiento tanto del edificio donde se ubica el establecimiento hotelero como de una parcela anexa que había sido cedida por el Ayuntamiento portuense.

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, dijo entonces que esta iniciativa confirmaba el “empuje” que la institución insular quiere dar a Puerto de la Cruz “ante una demanda histórica de los portuenses”.

Alonso explicó en su momento que la licitación llevaba aparejada la obligación de rehabilitación por parte del adjudicatario, “un modelo similar al que se propuso en su día con el hotel Mencey de Santa Cruz”, también del Cabildo y hoy explotado por la compañía hotelera Iberostar.

El presidente insular resaltó el “atractivo” del concurso porque se ofrece un conjunto amplio de usos, “si bien el Cabildo es partidario del uso como alojamiento para que se convierta en un elemento de dinamización turística en Puerto de la Cruz y sea compatible con el modelo de ciudad que se propone para el municipio”.

El adjudicatario, que estaba planteado que fuera beneficiario del arrendamiento durante 40 años, debía abonar al Cabildo un total de 941.000 euros anuales. No obstante, estaba exento de pagar el canon hasta compensar el coste de la inversión realizada hasta un máximo de 18,8 millones de euros. Esta inversión tenía que estar realizada en el plazo de cinco años desde la concesión del recinto.

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