Motivos para recibir (o no) inyecciones de vitamina C

Vitamina C intravenosa

Darío Pescador

19 de octubre de 2020 21:13 h

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Todos sabemos que la vitamina C es importante, pero ¿por qué? La vitamina C o ácido ascórbico es uno de esos compuestos que nuestro cuerpo necesita obtener del exterior, porque no lo sabe sintetizar. Sin embargo es absolutamente esencial. La función más conocida es como antioxidante, para eliminar los radicales libres y otras moléculas oxidantes que resultan del metabolismo cotidiano.

Además la vitamina C es un cofactor, un ayudante de las enzimas, que es necesario para producir colágeno (piel, vasos sanguíneos, ligamentos y huesos) y la síntesis de la hormona adrenalina y de carnitina (una de las moléculas que encargadas de quemar la grasa para convertirla en energía). No es de extrañar que quienes sufrían hace mucho tiempo de escorbuto (deficiencia de vitamina C) sufrían todos los síntomas de la pérdida de colágeno: encías sangrantes, piel y pelo frágiles, y problemas para que cicatricen las heridas. Sin vitamina C nos caemos a pedazos. 

Afortunadamente conseguir vitamina C es muy fácil, y no necesitamos mucha. La dosis mínima necesaria es de 90 mg al día, algo que podemos conseguir con una sola naranja, o mejor aún, con solo 100 gramos de espinacas. Se recomienda una dosis máxima de 2.000 mg, dos gramos al día, pero sobre todo, porque por encima puede tener efectos laxantes, no porque sea tóxica. 

¿Se puede tomar demasiada vitamina C?

La toxicidad de la vitamina C es muy baja, e incluso se ha visto que incluso con dosis altas, el riesgo de piedras en el riñón (ácido oxálico) es un mito. Se considera que incluso dosis de 100 gramos al día son seguras. Pero la vitamina C en pastillas solo puede elevar los niveles de este compuesto en sangre hasta determinado límite, alrededor de 0,22 nM, ya que cuanta más tomamos, menos somos capaces dude absorber, y el resto se elimina por la orina. 

El motivo por el que hay pastillas de un gramo de Todo empezó en los años 70, con el premio Nobel de química Linus Pauling, que en un famoso libro aconsejaba tomar 10 gramos al día (10.000 mg) para prevenir enfermedades, entre ellas el resfriado y el cáncer.  

Los suplementos de vitamina C orales no tienen efecto alguno para prevenir ni el resfriado ni la gripe, un mito muy extendido pero que una revisión de estudios descartó en 2013. Se encontró que en algunos casos el resfriado duraba menos tiempo, pero no se pudo replicar en otros experimentos. Había una excepción: los suplementos de vitamina C sí prevenían el resfriado en deportistas. Esto tiene sentido, ya que el estrés producido por el deporte produce oxidación, y eso agota nuestras reservas de vitamina C. Es normal que las personas muy activas necesiten más.

El caso del cáncer es diferente. Pauling y el doctor en medicina Ewan Cameron publicaron un estudio en 1976 en el que se administraba una dosis muy alta (10 gramos) de vitamina C intravenosa a enfermos de cáncer, y el tratamiento mostró un aumento de la supervivencia de esos pacientes en 20 veces. Sin embargo fue muy criticado desde el punto de vista metodológico, y al intentar aplicarlo en otros tres estudios en la clínica Mayo, no se obtuvieron los mismos resultados. 

Pero aquí está la diferencia: los estudios que no obtenían resultados estaban administrando vitamina C de forma oral, no intravenosa. Los propios autores de una revisión de estos estudios concluyen que no se puede saber si funciona como tratamiento contra el cáncer, y a qué dosis. Se reconoce que la administración de vitamina C intravenosa puede ayudar al tratamiento con quimioterapia, pero aún faltan datos.

¿Cómo funciona la vitamina C?

Los radicales libres tienen mala fama, pero son los “productos de limpieza” que emplea nuestro organismo para eliminar células defectuosas (células cancerosas) o patógenos externos. Necesitamos esos productos oxidantes tanto como mantenerlos bajo control con antioxidantes.

La vitamina C es conocida como oxidante, pero cuando sus niveles son muy elevados se convierte en lo contrario, en un agente oxidante, lo cual puede ayudar a luchar contra las enfermedades. En ensayos llevados a cabo por la clínica Riordan se vio que el ácido ascórbico intravenoso era tóxico para las células cancerosas, y ayudaba a reponer los niveles de vitamina C, que en el caso de los pacientes de cáncer se encuentran habitualmente muy bajos. 

Al mismo tiempo, las dosis tan altas de Vitamina C, que son oxidantes, parecen tener un efecto regulador sobre el sistema inmunitario, ya que reduce la inflamación y reduce la producción de citoquinas pro-inflamatorias.

Precisamente esto ha puesto a la vitamina C de actualidad durante la pandemia de COVID-19 porque lo que mata a las personas enfermas no es tanto el virus, sino la “tormenta de citoquinas”, una reacción exagerada de su sistema inmunitario. Igual que con la gripe común, la vitamina C oral no ha probado tener ningún efecto para prevenir la infección ni mejorar la enfermedad, pero la administración intravenosa de vitamina C está empezando a mostrar resultados positivos, reduciendo la mortalidad. Simplemente no ha habido tiempo material para hacer los ensayos que demuestren definitivamente su eficacia. 

La falta de pruebas, y el hecho de que hay pocos riesgos de efectos secundarios, está haciendo que algunos biohackers y muchas personas en clínicas privadas decidan recibir inyecciones de vitamina C para protegerse contra el cáncer y otras enfermedades en el futuro. Incluso se llegan a recomendar para perder peso, ya que la deficiencia de vitamina C impide quemar adecuadamente las grasas, pero no hay ningún estudio que demuestre que una megadosis sirva para adelgazar. 

¿Qué hacer? La bioquímica hasta el momento indica que hay motivos para pensar que estas inyecciones pueden ser efectivas en algunos casos para prevenir y tratar enfermedades. La pandemia de COVID-19 puede ayudarnos a despejar las dudas antes de lo que pensábamos.

¿En qué se basa todo esto?

Vitamin C for preventing and treating the common cold

Vitamina C para la prevención y el tratamiento del resfriado común

El hecho de que los suplementos de vitamina C no reduzcan la incidencia de los resfriados en la población general indica que no se justifica la administración sistemática de suplementos de vitamina C, aunque ésta puede ser útil para las personas expuestas a breves períodos de ejercicio físico intenso. Los ensayos de suplementación periódica han demostrado que la vitamina C reduce la duración de los resfriados, pero esto no se repitió en los pocos ensayos terapéuticos que se han llevado a cabo.  

High-dose intravenous vitamin C combined with cytotoxic chemotherapy in patients with advanced cancer: a phase I-II clinical trial

Altas dosis de vitamina C por vía intravenosa combinadas con quimioterapia citotóxica en pacientes con cáncer avanzado: un ensayo clínico de fase I-II

Los perfiles farmacocinéticos anteriores y posteriores a la quimioterapia indicaban que la absorción de vitamina C por parte de los tejidos aumentaba después de la quimioterapia, sin que aumentara la excreción de ácido oxálico en la orina. 

Supplemental ascorbate in the supportive treatment of cancer: Prolongation of survival times in terminal human cancer.

El ascorbato suplementario en el tratamiento de apoyo del cáncer: Prolongación de los tiempos de supervivencia en el cáncer humano terminal.

El análisis de las curvas de tiempo de supervivencia indica que las muertes se producen para alrededor del 90% de los pacientes tratados con ascorbato a un tercio de la tasa para los controles y que el otro 10% tiene un tiempo de supervivencia mucho mayor, con un promedio de más de 20 veces el de los controles.

Vitamin C and cancer: what can we conclude--1,609 patients and 33 years later?

Vitamina C y cáncer: ¿qué podemos concluir... 1.609 pacientes y 33 años después?

Tres ensayos aleatorios doble ciego controlados por placebo realizados en la Clínica Mayo usando vitamina C oral para pacientes con cáncer fueron negativos. 

IVC Protocol Vitamin C Research: The Riordan IVC Protocol for Adjunctive Cancer Care Intravenous Ascorbate as a Chemotherapeutic and Biological Response Modifying Agent

Protocolo de investigación sobre la vitamina C del CIV: El Protocolo IVC de Riordan para el tratamiento complementario del cáncer El ascorbato intravenoso como agente modificador de la respuesta química y biológica

La administración de vitamina C por vía intravenosa a pacientes con cáncer tiene varios beneficios potenciales que la convierten en una opción de cuidado complementario ideal: Los pacientes de cáncer a menudo se ven privados de vitamina C, y la CVI proporciona un medio eficiente de restaurar los almacenes de tejidos. Se ha demostrado que el CIV mejora la calidad de vida de los pacientes con cáncer mediante una variedad de mediciones. El CIV reduce la inflamación (medida por los niveles de proteína c-reactiva) y reduce la producción de citoquinas pro-inflamatorias. En altas concentraciones, el ascorbato es preferentemente tóxico para las células tumorales y es un inhibidor de la angiogénesis.

Intravenous vitamin C for reduction of cytokines storm in acute respiratory distress syndrome

Vitamina C intravenosa para la reducción de la tormenta de citoquinas en el síndrome de dificultad respiratoria aguda

La neumonía Covid19 es una enfermedad de desarrollo extremadamente rápido con una alta tasa de mortalidad. La principal patogénesis es la lesión pulmonar aguda que causa el SDRA y la muerte. Los antioxidantes deben tener un papel en el manejo de estas condiciones. Estudios clínicos e informes apropiados demuestran que la administración oportuna de altas dosis de vitamina C por vía intravenosa mejora el resultado de la infección por Covid19.

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