Recorriendo Cozumel, la isla más colorida de Yucatán

Cozumel es la tercera isla de mayor tamaño de México y la segunda más poblada. Se encuentra a solo 18 km de ferry de Playa del Carmen, la ciudad más turística del estado de Quintana Roo, en la península de Yucatán, y tiene la peculiaridad de que la inmensa mayoría de su territorio está deshabitado. Aquí vas a encontrar playas, historia y ruinas mayas, gastronomía y posiblemente el mejor snorkel y buceo de toda la península de Yucatán, por lo que hay alicientes de sobra para dar el salto y acercarse a conocer esta isla que hace siglos fue un importante punto de peregrinación. 

Pero Cozumel tiene dos caras muy distintas. Por un lado, la del turismo que llega en forma de enormes cruceros de los que desembarcan cada día cientos de turistas, que van un rato a los beach clubs y luego se van sin ver nada más. Y por otro la que pueden descubrir quienes pasan allí al menos una noche y recorren la isla alquilando un coche o una moto para llegar a sus puntos más recónditos, más tranquilos y más interesantes. Por lo que si esa es la Cozumel que quieres conocer, aquí te vamos a contar cómo.

A tu aire: la mejor forma de conocer Cozumel

San Miguel es la única localidad de Cozumel, donde llegarás y desde donde te irás, y donde se concentran los alojamientos, los restaurantes, las zonas comerciales, las agencias turísticas y los centros de buceo. Cada vez que desembarca un crucero San Miguel se llena, y cada vez que zarpa se vacía, por lo que las noches y los domingos, el único día sin cruceros, se respira especial tranquilidad y un ambiente más local. Una única carretera rodea la mitad de la isla, la otra mitad es intransitable, y para recorrerla lo mejor es contar con tu propio vehículo de alquiler, así podrás ir a tu aire y visitar lugares como los que te contamos a continuación.  

Como en el resto de la península de Yucatán, y más allá, en Cozumel también encontramos restos del antiguo periodo maya, aunque es mejor no ir esperando la monumentalidad de los yacimientos de la península, pues San Gervasio, que es como se conoce, es mucho más pequeño y modesto. Es interesante saber que fue un importante centro de peregrinación maya durante el posclásico tardío, entre los años 1200 y 1650, pues hasta aquí se venía para honrar a la diosa Ixchel, deidad de la fecundidad, el amor y la luna.

Por ella tanto el templo como los edificios circundantes estaban repletos de elementos fálicos e imágenes sexuales, aunque la censura cristiana acabó con ellos y poco queda hoy día de aquel culto a la procreación. En medio de la selva perduran restos de viviendas, altares, templos y osarios, y destaca el arco que delimita la antigua entrada desde la costa al santuario en el que aún se aprecian las pequeñas hornacinas donde los comerciantes depositaban sus ofrendas.

Por así decirlo, Cozumel la podemos dividir entre la costa oeste, la que mira a la península y concentra toda la actividad turística, y la costa este, más tranquila y más expuesta al mar Caribe, lo que deja playas más salvajes y menos agradables para los visitantes, pero sí más frecuentadas por los locales. Entre otras cosas, porque no son de pago como los beach club del oeste, de los que ahora te hablaremos.

Cuando dejemos San Miguel y vayamos hasta la costa opuesta nos adentraremos en la naturaleza y comprenderemos por qué los mayas nombraron esta isla como Cuzamil, ‘tierra de golondrinas’, pues las aves y la vegetación, entre manglar y selva baja, pronto nos rodearán por todos lados. En la costa este encontraremos algunos restaurantes donde comer pescado, largas playas donde se llevan a cabo proyectos de conservación de tortugas marinas y, también, algunos rincones donde se forman pequeñas piscinas naturales que hacen las delicias de las familias locales. Son playas que quedan fuera de la vista de los miles de cruceristas que pasan por Cozumel cada año, por lo que aquí salen a la luz dos realidades que no se esconden: el sargazo, que en forma de plaga ahuyenta a los turistas y afecta la flora y fauna marítima; y la basura humana que devuelve el mar, un problema aún mayor que, donde no es necesario ocultarlo, pronto sale a relucir.

Como vértice entre ambas costas se encuentra el Parque Eco Turístico Punta Sur, un espacio protegido con lagunas, playas, manglares y arrecife coralino, donde se encuentra el faro Celarain, y para el que hay que pagar si queremos entrar. Es la reserva ecológica más grande de Cozumel y aquí, además de playas con tumbonas, hamacas, restaurantes y paseos en barca por la Laguna Colombia, encontramos una interesante diversidad biológica de aves, reptiles, anfibios y mamíferos. Además, siempre puede ser curioso visitar el Museo Cultural y de Navegación que se encuentra en el faro, al que se puede subir, y que alberga piezas que van de la época prehispánica hasta los siglos XIX y XX.

Las mejores playas de Cozumel se encuentran en su costa oeste, donde las aguas que quedan entre la isla y la península son más limpias y tranquilas, de profundo color turquesa. Pero claro, como sus principales clientes son los cruceristas, eso hace que sean espacios cerrados y la mayoría de pago, pero perfectamente equipados para disfrutar cómodamente de una arena refulgente bebida en mano. Sunset Beach, Playa Uvas, San Francisco o Playa Paraíso son algunos de los clubes más conocidos. Muchos organizan excursiones a lugares como los arrecifes de Colombia y Palancar, aunque la más famosa es la que va hasta El Cielo, un banco de arena al que solo se puede llegar por mar y donde se concentra una ingente cantidad de estrellas de mar. Ojo con respetarlas si las visitas.

Bucear en Cozumel

Si eres aficionado al buceo, estás en el lugar indicado. De hecho, los fondos marinos de Cozumel son el motivo que llevan hasta allí a muchos visitantes de la isla. Aguas templadas de azul turquesa y una gran visibilidad son el hogar de una gran variedad de vida macro y micro, por lo que no te faltará entretenimiento bajo el agua. Aquí encontrarás una pequeña parte del segundo arrecife de barrera más largo del mundo, que va desde esta punta de México hasta Honduras, pasando por Belice y Guatemala. El Arrecife Mesoamericano es un espectáculo de color y un refugio para multitud de especies marinas, por lo que las inmersiones en esta franja de agua que queda entre la isla y la península se convierte en un lugar altamente recomendable, y prácticamente imprescindible, si te gusta moverte por el mundo submarino.

Cosas ricas que probar en Cozumel

Si vas a Cozumel lo más probable es que visites también buena parte de la península de Yucatán, algo que sin duda te recomendamos encarecidamente. Y si es así, vas a probar la rica y variada gastronomía yucateca, una cocina que también vas a encontrar en Cozumel. Pero en la isla, tal como preguntes un poco, te irán llegando recomendaciones sobre qué y dónde comer, y muchas propuestas coincidirán en lo mismo: el cangrejo real con mojo de ajo en La Perlita, un restaurante de ambiente familiar especializado en pescado fresco y marisco. En San Miguel hay opciones de todo tipo, más turísticas o más locales, y si quieres empezar el día con energía nada como optar por unos huevos tapatios o unos huevos rancheros para darlo todo recorriendo la isla.