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Salarios de 800 euros, contratos por campaña y categoría de auxiliar: los externalizados de BBVA en Málaga se plantan

Sede de BBVA en Madrid

Néstor Cenizo

Pocos conocen a una de las empresas que más factura y con más empleados en Málaga. Sólo tiene un cliente, que es también su dueño: BBVA. Cerca de dos mil personas trabajan para Op Plus Operaciones y Servicios S.A., una subcontrata del gran banco español. Muchos son licenciados, arquitectos o diplomados que realizan las funciones clásicas de un empleado de banca, bajo unas condiciones laborales que se resumen así: 687 euros de salario base bruto, 340 euros de “complemento voluntario personal” y nueve euros diarios de dieta para comer. Muchos se quejan de que si comen en casa pierden una parte esencial de su sueldo. En diez años no les han subido el IPC. Tras la retención del IRPF, raro es que lleguen a 1.000 euros.

Cada día, Manuel (nombre ficticio) añade a su jornada laboral de ocho horas otras dos en el atasco para entrar y salir del Parque Tecnológico de Campanillas. En este lugar están hay casi 2.500 trabajadores con los que BBVA externaliza parte de sus servicios bancarios. Casi 2.000 en Op Plus y gran parte de los 800 de Qipro, la “subcontrata de la subcontrata”, según Manuel, uno de los tres trabajadores de Op Plus que ha accedido a hablar con eldiario.es/Andalucía, todos bajo condición de anonimato.

Lleva ocho años en la empresa, lo que implica dos trienios. Le pagan 23 euros mensuales por trienio, que suma al salario base y el complemento. De las dietas dice lo siguiente: “Si no vas, no cobras; si faltas o estás de vacaciones, no cobras”. Por eso la mayoría ve cómo su sueldo se reduce un 10% en septiembre. “Con 1.000 euros es muy complicado vivir en Málaga. Tengo compañeros que les ha subido tanto el alquiler que les supone un 60 o 70% del sueldo”.

Con todo, no es lo peor. Según aseguran fuentes sindicales, los empleados de Qipro (la “subcontrata de la subcontrata”) cobran menos porque muchos tienen contratos de formación y carecen del complemento voluntario. “Nosotros cobramos 1.000 euros pelaos y mondaos, y a lo mejor el compañero del lado cobra 650 euros por lo mismo”, asegura otro trabajador de la empresa, al que llamaremos Antonio. Enseña la nómina: en torno a 950 euros netos a final de mes. Casi todos los trabajadores oscilan entre los 800 y los 1.000.

María (nombre ficticio) es otra empleada, con su correspondiente licenciatura, que ha llegado a ser jefa de equipo. Sin embargo, renunció: el ascenso llevaba aparejado un aumento de 80 euros, pero también la renuncia a los trienios. “Llevaba un equipo de 25 personas, con gente a mi cargo que cobraba más que yo porque tenía tres trienios. Es muchísima responsabilidad. No me compensaba”, explica. Además, ser jefe implica alargar el horario y eso imposibilita compartir trayecto con otros compañeros. Más dinero en gasolina y más tiempo para buscar aparcamiento, un auténtico tesoro en el Parque Tecnológico.

Contrataciones por campaña

María cobra “ochocientos y pico” euros netos al mes pero asegura que tiene compañeros que no llegan a esa cifra porque están contratados por campaña. Es la nueva política de empresa. En lugar de por obra y servicio (dos años más uno, y a partir de ahí contrato indefinido), ahora Op Plus prioriza la contratación para campañas concretas. A veces son ciertas, como cuando contrató a cientos de trabajadores para gestionar las reclamaciones por cláusulas suelo de BBVA. Otras veces no, y los contratados por campaña se integran en las tareas habituales con un sueldo inferior, según denuncian fuentes sindicales. Los contratados por campaña suman al salario base un plus de 48 euros. 735 euros por trabajar de lunes a sábado, según un miembro del Comité de Empresa.

En estas condiciones, muchos renuncian. La tasa de rotación es altísima, y hay semanas en que salen y entran 50 o 60 trabajadores. Op Plus es conocida en el PTA por sus malas condiciones y los atascos que generan sus miles de trabajadores entrando, cada día, por el mismo acceso y apenas escalonados.

Si Op Plus ofrece estas condiciones es porque incorpora a sus trabajadores al convenio de consultoría y los contrata como auxiliares administrativos. El objeto social de la empresa, modificado en 2010 para adaptarlo al convenio, es prestar “servicios de consultoría, de planificación, organización de empresas y contabilidad, administrativos, organizativos, operacionales, informáticos y de intermediación en la gestión de cobro por servicios prestados por empresas y particulares”.

Auxiliares administrativos y convenio de consultoría para servicios bancarios

Los juzgados rechazaron la petición de los sindicatos de que se aplicara el convenio de banca, pese a que Op Plus parece realizar servicios de banca pura y dura. Revisan la documentación antes de intervenir ante notario. Contratan seguros. Ejecutan las transferencias y los abonos. Tramitan embargos y ejecuciones. Negocian con los clientes por las cláusulas suelo. Gestionan las reclamaciones. Hacen cargos en cuenta. “Toda la operativa del banco”, dicen, a excepción de la atención al público. Alguno ha tenido en sus manos pagarés millonarios por el fichaje de alguna estrella del fútbol. “Si en un préstamo de cuatro millones de euros me equivoco en el porcentaje y cobro 40.000 euros en lugar de 4.000 tengo una responsabilidad”, explica Antonio.

En 2007, BBVA anunció que instalaría este “centro de operaciones de alto valor en Málaga”. El comunicado, que sigue disponible en la web de BBVA, explica que la creación de Op Plus se enmarca en un plan de transformación e innovación para mejorar la “ratio de eficiencia del grupo”, transformando el “modelo de operaciones”, de modo que “sólo aquellas actividades que requieran ser ejecutadas en presencia del cliente se realizarán en la propia oficina”. “La elección de Málaga para el nuevo Centro Op Plus se explica por las favorables condiciones que ofrece desde el punto de vista de la calidad de vida, de la fuerte capacidad de incorporación gradual de licenciados superiores y de la disponibilidad de edificios e infraestructuras”, dice la nota.

Una portavoz de BBVA explica que Op Plus da empleo en Málaga a “cerca de 2.000 trabajadores”, y Quipro a unos 800. Sin embargo, asegura que sus operaciones “no forman parte de la actividad bancaria” y son similares a las que proporcionan otras empresas proveedoras de servicios al sector bancario. “Las condiciones laborales de los trabajadores de OP Plus y de Qipro están enmarcadas en el convenio colectivo de aplicación a este tipo de actividad, con mejoras que se encuadran en el ámbito de la Empresa”, señala.

El banco no ha respondido a las siguientes preguntas: “¿Qué responsabilidad tiene BBVA en las condiciones laborales que ofrecen estas empresas? ¿Qué servicios prestan a BBVA los trabajadores de Op Plus y Qipro? ¿Realizan funciones que antes se realizaban en las oficinas de BBVA? ¿Considera BBVA que las condiciones laborales que ofrece actualmente Op Plus corresponden a puestos ”cualificados“? ¿Qué porcentaje de trabajadores de Op Plus están actualmente contratados ”por campaña“? ¿Qué campaña se desarrolla actualmente? Once años después, ¿cree BBVA que se ha alcanzado el objetivo [de Op Plus]?”.

Op Plus no devolvió las dos llamadas que realizó este medio.

De 200 trabajadores “cualificados” a “cerca de 2.000 empleados”

En 2007 Op Plus integraba en Málaga a 200 trabajadores “cualificados” (según la nota del BBVA), que hoy son más de 1.800. Toda la operativa de Op Plus ha sido trasladada progresivamente a Málaga desde otros centros en Madrid y Murcia, aunque los trabajadores aseguran que la amenaza de mover el centro a otra ciudad si hay protestas es recurrente. Op Plus y Qipro se reparten en dos grandes edificios de cristaleras verdes: uno lo ocupan por completo sus trabajadores y otro lo comparten con los ingenieros de la multinacional informática Oracle. Dicen que basta un vistazo a los coches aparcados en los aparcamientos para saber a quiénes corresponde cada cual.

Según los datos del ranking de empresas de El Economista, Op Plus cuenta con un 45% de trabajadores eventuales y superó los 72 millones de euros en ingresos en 2016. Esto es lo que le cuesta a su único cliente, BBVA, mantener su estructura. El banco alcanzó en el primer trimestre de 2018 sus mejores resultados en tres años: 1.380 millones de euros de beneficio.

Op Plus no hace publicidad. No lo necesita. Sólo trabaja para BBVA, de cuyo grupo forma parte. Sus empleados están identificados hasta tal punto con el banco que el dominio de sus cuentas de usuario es de BBVA y tienen sus ventajas en la contratación de los productos bancarios. Los tres trabajadores refieren la misma anécdota: un trabajador fue abroncado por reclamar judicialmente al banco los gastos de hipoteca y notaría.

En los últimos meses el ambiente se ha caldeado, con un punto de inflexión: en agosto del año pasado un becario publicó en la Intranet una noticia titulada “El lujo de irse de vacaciones”. Generó comentarios, muchos se movilizaron a través de una página de Facebook y el comité cogió fuerza. El ambiente no se relajó cuando en noviembre la empresa invitó a un plato de migas y dos cervezas, ni cuando en diciembre se renovó el convenio estatal de consultorías, con sus mejoras.

La semana pasada, unos 950 trabajadores rechazaron la propuesta de Op Plus en la mesa que negocia el nuevo convenio de empresa. Hay una manifestación convocada para este sábado. Entre los trabajadores circula un vídeo en el que se ve a un miembro de seguridad arrancar los carteles de la convocatoria del exterior del edificio.

“Vayas por donde vayas las conversaciones son ”vaya mierda cómo estamos“. Los que no están fijos se aguantan y callan”, dice un trabajador. “Sólo pedimos una nómina decente, que no llegue agosto y te encuentres con 860 euros”. Otro concluye: “La realidad es que no les estamos reclamando 200 euros más al frutero del barrio, sino a una empresa que gana miles de millones de euros, y que te lo dice en un correo”.

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