Garat entrega al fiscal la agenda con supuestos pagos al PP de Chiclana
El empresario Joaquín Garat Ojeda, de 82 años, que ha denunciado públicamente haber realizado pagos en dinero negro al PP de Chiclana en 2007 y 2008 a cambio de favores administrativos, ha presentado en la Fiscalía una serie de documentos personales con la que pretende demostrar la veracidad de su testimonio.
Esta acusación ha sido rechazada de plano por el supuesto receptor de dichos fondos, el actual alcalde de la localidad, Ernesto Marín (PP). “Digo la verdad, y si no digo la verdad, que me peguen dos tiros”, sostiene el chiclanero.
Hay un antecedente relevante para entender este caso. Las supuestas donaciones de Garat fueron denunciadas por el PSOE chiclanero en agosto de 2012, pero la Fiscalía archivó el caso por falta de pruebas. Entonces, los denunciantes aportaron cuatro pagarés emitidos por Garat al PP por valor conjunto de 47.500 euros y vencimientos escalonados a lo largo de 2007. Estos pagarés nunca se cobraron y, además, Garat no avaló la acusación con su testimonio. Le dijo al fiscal que no recordaba nada de este episodio.
¿Qué ha cambiado entre agosto de 2012 y la nueva acusación del empresario? Primero, Garat asegura que entonces calló algunas cuestiones ante el fiscal porque temía las represalias (administrativas) del PP, en un caso que había sido elevado a instancias judiciales por iniciativa del PSOE. Ahora no tiene nada que perder. Y segundo, el empresario asegura que hizo los pagos en efectivo porque los receptores no querían pagarés, y dispone de una prueba con la que pretende demostrar que realizó aquellas supuestas donaciones. Es una agenda en la que, a modo de diario, registra con una precisión extraordinaria qué hace cada día desde principios de los noventa. Este documento está desde ayer en manos de la Fiscalía.
Garat es un octogenario hiperactivo e histriónico. Se mantiene en forma y presume de salud, pero 82 años no se cumplen sin huella. El gaditano, economista y contable, fue un emprendedor nato durante su juventud y un empresario de éxito en su madurez. Construyó piscifactorías, desarrolló proyectos de ingeniería civil, y, más tarde, hizo fortuna como promotor inmobiliario y como empresario turístico en Chiclana. En aquellos dorados noventa, Garat paseó en su yate por la costa de Sancti Petri a políticos de todos los partidos y personalidades de los negocios. Pero en 2005, cambió su suerte: construyó el campo de golf Lomas de Sancti Petri y esa inversión le llevó a la ruina. Hoy lo ha perdido casi todo y vive de alquiler.
El empresario accedió hace varios días a mostrar su agenda de 2007 en las oficinas abandonadas de la promotora Jacaranda, en Novo Sancti Petri, donde no hay ni agua. Es un tomo con encuadernación marrón y con el sello de Albacora S.A., una de las sociedades de la familia. “Tengo la manía de apuntar todas las cosas que hago desde hace años. En ese dietario yo tengo anotado todo desde 1990, cuando a mi hermano le diagnosticaron Alzheimer y yo me obsesioné con escribir todo para no perder la memoria. Por eso apunto todo, desde por la mañana hasta por la noche. Es obvio que esto no se puede escribir de un día para otro, es algo de años. Yo no soy el langostino de Bárcenas, que apunta o deja de apuntar. Aquí está todo”, relata.
Los apuntes
En la agenda de Garat hay dos anotaciones con las que él pretende demostrar sus pagos a Ernesto Marín, hoy alcalde de Chiclana, y María Luisa Guerra Palillo, del grupo municipal popular, que, según su versión, era la receptora de los sobres. El 10 de septiembre de 2007, registra: “12.100 euros en efectivo. PP. Primer pago OK. Cuenta J.G.O. a Luisilla Palillo”. Esta anotación está acompañada de una letra N mayúscula subrayada con un fluorescente.
El 19 de diciembre, Garat anota otro supuesto pago: “11.500 euros. PP. J.G.O.”. Esta última señal también está acompañada de una letra N mayúscula subrayada. “Esa ene, como la anterior, quiere decir que lo pagué en negro”, aclara. Los dos supuestos pagos coinciden con las cifras de los dos primeros pagarés supuestamente emitidos a un portador del PP y que no fueron cobrados por el banco.
El empresario intenta reforzar la verosimilitud de su relato con el resto de anotaciones de la agenda. El día del supuesto primer pago, anota su conversación con Ernesto Marín para entregarle una placa de homenaje a Bernard Schuster, habitual de la crónica social en el Novo. El día del segundo abono, Garat registra el nacimiento de dos de sus nietas. Tres días después, en la misma doble página correspondiente a finales de diciembre, da testimonio la muerte de su perro Golfo mediante “una inyección en el veterinario”, hecho que documenta con una fotografía del can.
Después de mostrar su agenda, Garat responde a una obviedad: ¿Por qué no la llevó ante la Fiscalía en agosto de 2012? “Pues porque yo tengo montañas de papeles en mi casa, la que se quedó el banco por 500.000 euros, cuando yo había invertido dos millones. Esa cantidad de papeles no la he podido poner en orden y ver qué conservaba hasta hace días”. “Ernesto y Palillo me pidieron que les ayudara con la campaña y al partido, porque yo era de derechas. Yo soy más de derechas que de izquierdas, está claro, aunque cuando he visto que alguien necesitaba ayuda, pues le he dado dinero, para comer, para lo que fuera, sin mirar a quién votaba...”.
¿Y qué le ofrecían a cambio de esos supuestos pagos? “Yo tenía el campo de golf y el de prácticas, los dos tenían muchas dificultades por culpa de la gestión municipal, problemas de riego, incumplimientos, mentiras políticas”, responde.
Garat compareció el 11 de marzo ante los medios de comunicación para revelar sus supuestos pagos a Marín antes y después de las elecciones municipales de 2007, cuando éste aspiraba a arrebatar la Alcaldía a José María Román (PSOE). Lo logró a través de un pacto cuatripartito con IU, PA y PSA. El empresario ha pedido perdón a una ciudadanía que demanda y merece “juego limpio y no corruptelas”.
El alcalde chiclanero ha negado cualquier tipo de implicación en estos supuestos pagos, de los que asegura no saber nada, e incluso ha interpuesto dos demandas por amenazas y por injurias y calumnias contra el promotor. La semana pasada, los populares bloquearon la puesta en marcha de una comisión de investigación sobre el caso y se negaron a dar la palabra en Pleno al denunciante. Garat hizo un desaire, indignado, y vociferó: “Demostraré que digo la verdad”.