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Un pueblo de Granada, a punto de perpetrar en una fuente protegida una restauración tipo 'Ecce Homo de Borja'

La evolución de la controvertida reforma de izquierda a derecha

Álvaro López

6 de septiembre de 2021 20:19 h

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Almuñécar ha estado a punto culminar una polémica restauración, equivalente a aquella tan sonada del Ecce Homo del municipio aragonés de Borja que fue restaurada por una artista aficionada. El desaguisado ha tenido su propio 'revival' en este municipio costero de la provincia de Granada. La reforma de una fuente con más de cien años de historia, ubicada en un barrio de época medieval asentado sobre restos romanos, ha generado una fuerte polémica por la intervención que se le hizo la pasada semana, hasta el punto de que el mismo equipo de Gobierno, que la presentó el miércoles, dio orden para que se deshiciera dos días después y se demoliese, después de que lo solicitara la Junta de Andalucía al no haber sido informada de la restauración arquitectónica.

La reforma, que se enmarca dentro de un plan de renovación de las fuentes del barrio histórico de San Miguel, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) desde los años 70, fue encargada a un artista local que, según el propio Consistorio, ha hecho “varios monumentos” en Almuñécar. Sin embargo, en este caso parece no haber acertado con la intervención del llamado “Grifo de la Coja” que ha sido durante dos días, según el PSOE, el Ecce Homo del municipio. Porque la obra ha resultado ser poco apropiada para el entorno y la ornamentación ha sido excesiva, teniendo en cuenta el estado original de la fuente.

Rocío Palacios, portavoz de los socialistas en el Consistorio, denunció ante los medios la restauración. La concejal del PSOE, que reconoce que las fuentes que hay en el barrio necesitan una intervención porque se encuentran en mal estado, sostiene que con el Grifo de la Coja se ha llevado a cabo un atentado contra el patrimonio de la localidad. Entre otros motivos, porque se hizo sin que se respetara ningún criterio artístico o histórico. Lo cierto es que el cambio de imagen del grifo es más que llamativo porque antes de ser restaurado presentaba una apariencia austera, al estar apenas adosado a una pared, y tras la reforma se asemejaba a una imagen más propia de un camposanto.

Una fuente protegida

De esa forma la califican las voces más críticas con la reforma llevada a cabo por el equipo de Gobierno que encabeza el Partido Popular junto con Ciudadanos y Más Costa Tropical. Además, fuentes municipales aseguran a elDiario.es Andalucía que la restauración no solo se hizo con un gusto estético discutible, sino que no se informó del proyecto a los técnicos municipales ni a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. Algo que tenía que haber ocurrido porque la fuente se encuentra en un barrio protegido como BIC y, según recoge el Plan de Protección del Conjunto Histórico-Artístico de Almuñécar, todos los elementos y espacios urbanos, entre los que se incluyen las fuentes, tienen la misma protección.

Fuentes de la Consejería de Cultura confirman a este periódico que no se les comunicó la restauración y que, al enterarse, solicitaron que se deshiciera. “La Delegación de Fomento se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para dar solución al proceso administrativo”, señalan. Es decir, la obra, que ha durado alrededor de tres meses, se hizo incumpliendo los criterios estéticos y los procedimientos administrativos. “Que en pleno siglo XXI tengamos que luchar porque se conserve el patrimonio local y porque se respete por quien tiene la responsabilidad de vigilarlo y conservarlo hace que este tema resulte triste”, dice la portavoz socialista en el municipio, Rocío Palacios.

“Es un elemento que no afecta a ningún bien”

Al respecto, el concejal de Cultura, Alberto García Gilbert (PP), asegura que la obra se deshizo porque “no era lo que habíamos pedido”. Es un proyecto que “aún está en marcha y que no se había terminado”. Argumenta que la orden se dio el mismo día que se presentaron los trabajos, negando que hayan dado marcha atrás por la presión ejercida por el PSOE y la polémica que se ha generado el nuevo aspecto del Grifo de la Coja, aunque fuentes de la Junta explican a este medio que ha sido el Gobierno andaluz el que ha pedido que se deshaga. “Como no nos gustaba cómo estaba quedando, seguimos trabajando en darle una imagen adecuada. No sabemos cuándo terminará la restauración”, dice Gilbert en todo caso.

Además, sobre la necesidad de pedir permiso a la Delegación de Cultura, García Gilbert sostiene que “es un elemento ornamental que no afecta a ningún bien”. Dice que sí se ha abierto un procedimiento administrativo para hacer la intervención a través del “arqueólogo municipal que es el que la da el visto bueno”. No obstante, niega que Cultura tenga que dar permiso para este tipo de obras porque “simplemente hay que informar de que se va a hacer”. Este medio ha pedido documentación al respecto, pero no ha recibido nada por parte del Consistorio.

Sobre el dinero invertido, García Gilbert afirma que “no se puede cuantificar porque no ha salido de ningún presupuesto ni se ha encargado a una empresa”. El edil explica que la reforma ha salido del contrato de mantenimiento que tiene el Ayuntamiento de Almuñécar. “No se ha hecho ningún proceso de contratación porque no se ha hecho con una empresa externa, sino con un técnico del Ayuntamiento”.

“No se va a hacer una obra que requiera levantar una calle, salvo embellecer algo que ya estaba”, argumenta para aclarar por qué no es necesaria una petición de permisos. “Nosotros repintamos todos los meses la fachada de la Cueva de los Siete Palacios y todos sus elementos y se sigue el mismo procedimiento porque simplemente es ornamentar lo que hay. Hay cosas para las que no hay que pedir por que no afecta al bien”. Por último, afea la actitud de los socialistas al criticar la restauración: “Me hace gracia que el PSOE proteste por la reforma cuando ellos tenían la fuente abandonada cuando gobernaban en la Junta de Andalucía. Era un grifo remetido entre cemento”.

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