Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El Defensor del Pueblo pide soluciones urgentes para Los Asperones, el barrio malagueño que los políticos crearon y al que no dan respuesta

Descubrimiento de la placa en el Colegio María de la O | N.C.

Néstor Cenizo

Para descubrir la placa que da nombre a la Plaza de los Derechos de la Infancia, en el barrio malagueño de Los Asperones, la niña Gisela ha subido varios escalones, cada uno con un derecho de la infancia. “Necesidades básicas cubiertas. Educación. Salud. Oportunidades”. Son derechos básicos, pero están cuestionados en este lugar, donde el 97% está en pobreza extrema, el 89% no tiene titulación académica y la esperanza de vida no llega a los 50 años, y la salud está en entredicho: hay un alto índice de enfermedades pulmonares, que podrían estar vinculadas a que el tejado de muchas de estas infraviviendas es de amianto.

Este jueves se ha celebrado el Día Internacional de los Derechos de la Infancia en Los Asperones. En el patio del colegio María de la O, donde se ha descubierto la réplica de la placa, había niños y un buen número de autoridades políticas. Estaban, entre otros, Luis Verde, concejal de Educación del Ayuntamiento de Málaga, y Juan Jesús Bernal, delegado de la Agencia Andaluza de la Vivienda (AVRA), dependiente de la Junta de Andalucía.

32 años después

Son las dos administraciones que deben resolver un problema creado por ellas mismas hace 32 años, cuando trasladaron a este lugar aislado a 150 familias, metiéndolas en infraviviendas sin servicios y prometiéndoles un realojo que nunca llega. La Junta cedió el terreno y el Ayuntamiento levantó el barrio. Prometieron que sería una solución transitoria, pero en tres décadas todas las promesas han caído en saco roto. 

Se trata de un lugar sin parque infantil, donde la luz se fue hace meses y no ha vuelto y con zonas, como la Fase II, donde los niños deben recorrer varios kilómetros por carreteras sin arcén para ir a cualquier sitio. El 87,56% de los habitantes quieren abandonar la barriada, según los datos del estudio Asperones, 30 años de exclusión. Por eso, Jesús de Maeztu, Defensor del Pueblo Andaluz, les ha lanzado un mensaje: “Estamos desde 2005 diciendo que hay que erradicar esta realidad. Ya es hora”.

Los Asperones es el reverso de la Málaga de postal que buscan los cruceristas, aunque está tan deliberadamente aislado que apenas se ve. Aquí no se vota, porque llevan tanto tiempo recibiendo promesas vacías que nadie confía en las soluciones políticas.

El Defensor del Pueblo inició una investigación sobre su situación hace varios años, pero la archivó al crearse la mesa de trabajo entre administraciones. La realidad es que esa mesa apenas se ha reunido tres veces, por lo que el Defensor ha reabierto el expediente de oficio. Algo excepcional. “Les he dicho que esta debe ser la última vez que nos dicen: ”Sí, sí, sí“. No puede ser que estén en casas prefabricadas desde 1987”, ha protestado el Defensor.

Patxi Velasco, director del colegio y una de las personas más implicadas en la lucha por el traslado, denuncia que la mesa está parada, y que no ha servido para ningún avance material. “El compromiso era que se iban a reunir para abordar el desmantelamiento en octubre, y no pasó”.

Presión a los políticos

Actos como éste sirven para ejercer una presión amable que enfrente a las administraciones con sus propios incumplimientos. Velasco hace de presentador y showman, tratando de involucrar a los políticos. Tienen un lema: “Los pequeños primero”.

Les pinta a los políticos el dedo meñique y cuenta a los críos que para salir del barrio necesitan la ayuda de “los que son un poco capitanes”. No les recuerda que fueron esos mismos políticos (o sus antecesores) quienes los metieron. “Tú ya hablas con [Juanma]Moreno y con [Juan] Marín”, le espeta al delegado de AVRA, que no parece tomárselo demasiado bien. “Intentamos hacerlo con humor, y si se han sentido un poco presionados es fantástico. Necesitamos dos cosas: cronograma y presupuesto”.

También anda por allí Ángel Narváez, el rector de la Universidad de MálagaUniversidad de Málaga, porque este barrio encajonado entre un vertedero, desguaces y el cementerio, tiene enfrente el lustroso Rayo Verde, el “ecosistema innovador” de la Universidad. “Os voy a convencer de que cruzando la carretera podéis tener una carrera magnífica”, les dice.

Dos universitarios y 65 graduados

Algunos lo han hecho y otros van siguiendo camino. Asperones luce con orgullo dos estudiantes universitarios, y este jueves descubrió trece nuevas estrellas en su particular mural de la fama. Ya hay 65, una por cada graduado de Secundaria, incluyendo madres e hijos que lo han logrado estudiando juntos. “Hoy hay niños que han visto a su madre recoger una estrella, así que entra en la casa alguien que estudia y se cambia un modelo social”, comenta Velasco.

“Estamos creando una cultura académica. Cada vez se implican más y hay más niños con posibilidades. Los niños en el barrio quieren estudiar y ser como Bruce Lee [así se conoce en el barrio al primer estudiante universitario]”, explica Manuel Moreno, educador de INCIDE.

“Esta es la Plaza de los Derechos de la Infancia, que esperamos que sea provisional”, ha dicho Maeztu. Mientras llega el prometido desalojo, se trata de que las administraciones garanticen los derechos básicos de los niños.

Etiquetas
stats