Un juez sobre los menores transexuales: negar el cambio registral de sexo es “negarles llevar una vida plena y libre”
Un juzgado de Algeciras ha reconocido, por primera vez en Andalucía, el derecho de un menor transexual a cambiar la mención registral de su sexo. David será para todos David, también para la administración, que expedirá su título de bachillerato con su nombre. El juez, que firmó el auto el pasado 12 de mayo, hace el siguiente razonamiento: “Negar lo solicitado por el menor y sus padres sería equiparable a negar la realidad del menor sentida y aceptada por él mismo, su familia y su entorno educativo”.
Nunca hasta ahora, según las asociaciones de transexuales, se había reconocido a los menores transexuales andaluces el derecho a cambiar en el Registro Civil no sólo su nombre, sino también la mención a su sexo. El auto del juez encargado del Registro Civil de Algeciras, al que ha tenido acceso eldiario.es/Andalucía, recoge que “negar a estos menores el derecho a que se les reconozca su verdadera identidad sexual, sin dudas ni ambages, es tanto como negarles llevar una vida plena y libre, sin que se vean obligados a afrontar situaciones que puedan menoscabar su dignidad personal”.
El hecho de que en el DNI se haga mención al sexo no sentido lleva a situaciones “cuando menos incoherentes”, según el juez. Por eso negar la solicitud de David equivaldría a “negar la realidad del menor”, aceptada por él y por todos. “Realidad a la que las instituciones no pueden dar la espalda conduciendo al menor a una situación injusta e indeseable”, concluye.
En conversación con este medio Isabel, la madre de David, insiste en que la resolución es “un descanso” porque ve que su sufrimiento se acaba: “No quería entrar a una discoteca porque le pedían el DNI. Y ves la cara que pone cuando va al médico…”. Los padres de estos chicos relatan a veces episodios de incomprensión con quienes no se creen que esa persona, de la que el DNI asegura que es una chica, parece y es, en realidad, un chico. O al contrario. Pasa con frecuencia, por ejemplo, en la compra de billetes para el transporte público.
Será David en su título de bachillerato
Será David en su título de bachillerato“Cuando lo vi crecer yo no lo veía femenina, no le gustaba ponerse falda, ni quitarme el pintalabios. Pedía regalos que la sociedad asigna a los chicos. Ahora entiendo muchas cosas”, relata Isabel. David dijo a su madre que era un chico hace catorce meses. Antes lo había contado a sus amigos, a quienes había pedido que le llamaran así.
El “tránsito social”, el paso de chica a chico en el instituto, lo hicieron en la primavera de 2015, con la ayuda de una orientadora que resultó estar especializada en este tema, y que ahora trata de dar visibilidad a los menores transexuales con un cuento infantil financiado en Verkami. “A la gente que veo de tarde en tarde no le daba explicaciones. Yo no tengo que explicar de mi hijo: es un chico, y punto. Quizá a la gente más mayor le cuesta más entenderlo”, explica su madre. A la vuelta de las vacaciones de Semana Santa empezó a entrar en el baño de chicos y a aparecer en las listas como David.
En agosto David empezó la hormonación. Sin embargo, para el Estado seguía siendo una chica y en el título de bachillerato debía aparecer con su antiguo nombre. Esto puso en marcha a la familia, que empezó a recoger documentación en noviembre y en abril entregó al juez toda una batería de papeles de todo tipo para demostrar lo que parecía a la vista: David es David. Informes del endocrino y del centro donde ha recibido tratamiento hormonal, informes psicológicos, las actas del “tránsito social” en el instituto, los informes de adaptación, la ficha del joven en el sistema Séneca de la Junta de Andalucía, fotos con familia y amigos y hasta las notas.
La resolución se esperaba desde hace un par de semanas, pero no fue entregada a la familia hasta el miércoles. El muchacho recibió el anuncio de que la petición iniciada en abril sería aceptada el día que cumplió 17 años. Isabel cree que el caso abre una puerta a otras familias en situación similar y puede contribuir a derribar barreras jurídicas y prejuicios. En Málaga, por ejemplo, Alexa es Alexa para todos menos en el DNI. Su familia lleva meses luchando por que el Registro Civil de Torremolinos reconozca su nuevo nombre. “Antes esto se tapaba. Pero ha existido desde que el mundo es mundo”, dice Isabel.
Los motivos del cambio de criterio
Los motivos del cambio de criterioEl fiscal puede recurrir, pero la madre asegura que ha obtenido el compromiso de que eso no ocurrirá. La cuestión está siendo objeto de una evolución jurisprudencial en el Estado y la resolución es pionera en Andalucía. El auto se apoya en un precedente de la Audiencia Provincial de Valencia, que interpreta que la ley que regula el cambio de la mención registral del sexo no debe interpretarse como excluyente de los menores de edad, “pues no se podría entender semejante trato discriminatorio”. El juez de Algeciras dice compartir “plenamente” el razonamiento.
La resolución incluye un insólito (por lo inusual y lo honesto) párrafo para motivar el cambio de criterio: “En autos anteriores mantuve la postura de autorizar el cambio de nombre y denegar el cambio de sexo al pensar, erróneamente, que los problemas cotidianos que tenían que afrontar estos menores se solucionaban con el cambio de nombre en el Registro Civil. Y lo que es más importante, por su uso cotidiano en el DNI. No ha sido así en la práctica”.