Fallece Jim Bridwell, leyenda de la escalada en roca
Este pasado viernes, Layton, el hijo de Jim “The Bird” Bridwell, una de las grandes leyendas de la escalada en roca, confirmaba en las redes sociales la muerte de su padre a la edad de 73 años tras una larga enfermedad.
Nacido en San Antonio (USA) en 1944, Jim se embarcaba en su particular viaje por las inmensas paredes de Yosemite en los años 60 formando inmediatamente parte de ese selecto grupo de legendarios escaladores que cambió radicalmente la forma de entender y vivir la escalada. Una época mítica, con sabor “hippie” y rebelde, que Jim y sus compañeros extendieron por las paredes rocosas de Yosemite y durante la cual lucharon contra el orden establecido. Pero Jim, no fue solo uno de esos rebeldes, “El Pájaro” siempre llevó sus ideas e ideales hasta el final, y tanto en la vida como en la pared, siempre demostró ese profundo apego a la ética y ese admirable coraje que lo hacía único.
Bridwell abrió más de 100 vías en el valle de Yosemite, algunas de las cuales ocupan un lugar fundamental de la historia de la escalada, como The integral (1969), Aquarian wall (1971), Pacific ocean wall (1975), Mirage (1976), Sea of dreams (1978), Zenyatta Mondatta (1981) o Shadows (1989) en El Capitan, y Snake dike (1966), Bushido (1977), Zenith (1978) y Big chill (1987) en el Half Dome. Y qué decir de su mítica ascensión en el día en 1974 a The Nose en El Capitan, junto a Billy Westbay and John Long. Una actividad de 15 horas que supuso toda una gesta en la época.
A Yosemite luego se le unieron Patagonia y Alaska, donde “El Pájaro” completó algunos de los capítulos más importantes de la historia de este deporte como la primera hasta la cima y en estilo alpino de la ruta del Compressor de Maestri en el Cerro Torre en 1979. En 1988 se apuntaría la vía Exocet al Cerro Standhardt y la primera a la Desmochada.
Y aunque no con tanta asiduidad, Bridwell también viajó al Himalaya, donde cabe destacar la ruta abierta en inverno de 1982 en el Pumori (7.145 metros).
Sin duda una vida intensa que vivió cómo quiso, sin ataduras, siendo libre y fiel a su estilo y convicciones. Todo un “guerrero de la roca”.
Descanse en paz