Avanzando ¿contigo?

Hago esta reflexión en el marco de las mayores críticas que ha tenido en los últimos tiempos el consistorio teldense, carente en todo momento de un proyecto serio en materia de participación de la ciudadanía. Yo mismo he dicho en infinidad de veces que da la sensación que a esta administración local teldense parece no interesarle la participación, o al menos, no ha hecho gala de ello. Es más, una asociación de ciudadanos y ciudadanas de Telde que apuestan por la participación ciudadana en el desarrollo estratégico de nuestra ciudad no ha sido, siquiera, recibida en dicha concejalía. Y mucho menos en alcaldía.

Claro que en política la competencia entre distintas administraciones genera recelos entre unas y otras. Hace aproximadamente dos semanas el Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Relaciones Institucionales y Participación Ciudadana, organiza en nuestra ciudad un encuentro del movimiento asociativo de Telde para tratar la Ley de Participación Ciudadana. A esta reunión fueron invitados el Alcalde nuestra ciudad y el concejal de participación ciudadana. No venían a otra cosa que a recordarnos, especialmente a los administradores de la “res pública” teldense, que la participación ciudadana es uno de los pilares básicos sobre los que se asientan los sistemas democráticos. Ya lo reconoce la Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 21.1, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 25.a), y la Constitución Española en sus artículos 9.2 y 23.1. Nada llueve bajo el sol, por tanto. En participación ciudadana esta casi todo inventado.

Por todo ello, y si esto es así, parece que en Telde no interesa que la ciudadanía participe, quizás porque se intenta acallar una de las máximas en estas cuestiones, y no es otra que la de juzgar la acción de los gobernantes, para que exista esa sana relación entre participación y democracia. Es decir, el diálogo, la concertación, el respeto y la pluralidad de implicación de la sociedad en el quehacer cotidiano de nuestro ayuntamiento. ¿Dónde están, por tanto, los temores?

No obstante, y a pesar de todo ello, estaremos atentos, estaremos vigilantes, sobre todo, para que en Telde no se vulneren los derechos de la ciudadanía a participar. Ojalá sea así y que a lo largo del resto de la legislatura nos felicitemos de vivir en una ciudad participativa. Ya no lo digo yo, ya no lo dicen los que creen en esa participación real de la población. Señor Santiago, señor Monzón, no tenemos más que recordar las palabras de Aristóteles al decir que “es evidente pues que la ciudad es por naturaleza anterior al individuo, porque si el individuo separado no se basta a sí mismo, será como una parte separada del todo. Y el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada por su propia suficiencia, y no es miembro de una sociedad, no es un hombre, sino una bestia o un dios”. No seamos bestias ni dioses entonces.

(*) Antonio Hernández Lobo es presidente de Coalición Canaria en Telde

Antonio Hernández Lobo