El baile de las tasas turísticas y la moratoria (primera parte)

Por José Juan Sansó y Javier Santacruz.

Damos por hecho que el gobierno canario que se forme seguirá manteniendo la agenda verde frente a la crisis climática, y en este sentido tendrá dos objetivos difíciles de conciliar, por un lado llevar a cabo las actuaciones que correspondan en coherencia con dicha agenda verde y por otro, tratar de encapsular la actividad turística ante cualquier eventualidad que pueda afectarle.  

La actividad turística,  en comparación con otras como la agrícola o la industrial, no es ni especialmente emisora de Gases de Efecto Invernadero , ni consumidora de recursos y es posible aplicar  soluciones a la mayoría de sus efectos medioambientales negativos con las tecnologías actualmente disponibles, siempre lógicamente que no sobrepasemos un volumen de turistas inmanejable. Pero siendo honestos, hay una variable que echa por tierra todo lo anterior, el queroseno. 

La mayoría de nuestros visitantes para llegar a Canarias usan vuelos de larga distancia. Y estos vuelos y en general todo el transporte aéreo  está en la lupa de todos las instancias científicas, políticas y de los movimientos sociales comprometidos con la lucha contra el calentamiento global, por la incidencia del consumo de queroseno en el Calentamiento global. 

Por otro lado, la posibilidad de sustituir el  queroseno por otros combustibles sintéticos que tengan  como base el Hidrogeno verde se encuentran en las primeras fases de investigación, por lo que no podemos considerarlo alternativa viable para aplicar en estos cruciales años de emergencia climática.

En cuanto a la cuestión medioambiental se refiere, tenemos la fortuna de vivir  en territorio europeo, pues Europa, pese a las fortísima presión de los lobbies energéticos,  se mantiene, como uno de los líderes mundiales en la lucha contra el calentamiento global, como queda bien reflejado  en las cumbres mundiales del Clima, donde Europa presenta siempre las opciones más avanzadas. 

Como muestra de lo anterior y descendiendo a nuestro entorno inmediato, Europa  en el año 2005 implantó una figura que son los Derechos de emisión de CO2 que son como unos permisos que pagan las  grandes empresas y productores de energía por sus emisiones contaminantes, y que “estimulan” a estos pagadores a buscar fórmulas alternativas al CO2 para evitar estos pagos de derechos. La paulatina conciencia por un lado del avance del Calentamiento global y  la constatación de que los vuelos aéreos emiten una gran cantidad de CO2 ha llevado a que, a partir del 1 de enero del 2023, el tráfico aéreo y marítimo se sume al  pago de estos derechos, esto indudablemente traerá consigo un encarecimiento de los billetes.  Ante esta situación los empresarios turísticos canarios han liderado un movimiento social y político en las islas para quedar exentos de esta figura, y el gobierno canario, actualmente en funciones, ejerciendo como portavoz del mismo  ha negociado la exención en el  pago de estos derechos a los vuelos que tienen como origen o destino nuestras islas, logrando que quedemos exentos hasta 2030 en los vuelos interinsulares y los que conectan Canarias con la Península. 

Por otro lado, a finales de 2020,  un informe de la Agencia Europea de Seguridad Aérea corrobora una investigación científica que afirma que el impacto climático de la quema de queroseno en altitud es tres veces superior a lo que se creía y la Comisión Europea reconoce este hecho que modifica los datos oficiales, pues esta  investigación    demuestra  que el queroseno es más dañino de lo que se pensaba, pues además de CO2 emite otros gases como los óxidos de nitrógeno (NOx) y sus derivados, el hollín, los aerosoles de sulfatos y el vapor de agua, así como el impacto de una mayor nubosidad inducida debido a la estelas de condensación. La Comisión Europea reacciona y decide crear la llamada tasa sobre el queroseno, que aún no ha entrado en vigor. Es probable que la prohibición de vuelos cortos en Francia desde el miércoles 24 pasado sea una reacción a esta nueva tasa y derechos, para evitar así el pago de los mismos, no conviene olvidar que estos vuelos los realiza mayoritariamente Air France, empresa pública. Pues bien, la reacción en Canarias ante esta tasa sobre el queroseno ha sido una vez más de rechazo y por ahora parece haber logrado quedar al margen de su pago.