Suárez Gil, ingresado en el hospital Insular por un ataque de pánico
José Miguel Suárez Gil, expresidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria y conocido conseguidor empresarial, ha sufrido la madrugada de este miércoles un ataque de pánico por el que ha tenido que ser ingresado de urgencia en el hospital Insular, según ha asegurado su nuevo abogado, Luis Miguel Vázquez Carus, en el juicio que debía celebrarse a las 09.30 por violación reiterada de la orden de alejamiento de su exesposa, la abogada Josefina Navarrete.
La juez titular de Penal 5 de Las Palmas de Gran Canaria, Natalia Suárez, ha decidido suspender el juicio contra el exdirigente empresarial y político grancanario que en enero de 2011 le puso una pistola en la cabeza a su exesposa cuando esta le comunicó su decisión de separarse, un suceso que conmocionó a la sociedad isleña y que acabó con el conseguidor de subvenciones públicas una temporada en la cárcel por graves coacciones y amenazas a su expareja, aparte de por reiteradas violaciones anteriores de esa orden judicial.
Sin embargo, el motivo de la suspensión no ha sido la silla vacía del de nuevo acusado en la sala de vistas número 21 del Edificio Judicial de Las Palmas de Gran Canaria, sino la ausencia de un testigo clave para el ministerio fiscal, un policía nacional, cuyo testimonio es fundamental para ambas partes. Eso sí, el cuadro clínico presentado este miércoles por el abogado del conocido como Zorro Plateado fue cuestionado informalmente por la juez, al preguntar los motivos, pero también en qué planta del centro hospitalario se encontraba el acusado. No hubo más detalles.
El juicio ha sido fijado para el viernes 27 de junio, también a las 09.30 horas, con o sin Suárez Gil en el banquillo o ataques sobrevenidos similares, como quedó constancia en la sala a la hora de concretar las agendas de los numerosos testigos citados, entre expertos en pulseras judiciales, guardias civiles, policías nacionales, psicólogos y médicos forenses.
Suárez Gil también está pendiente de otro juicio, por tenencia ilícita de armas precisamente a raíz del encañonamiento de su exposa y el registro policial de su vivienda en la carretera de El Fondillo, en Tafira Baja. El ministerio fiscal pide tres años más de prisión para el empresario ya en libertad, y la acusación particular de Josefina Navarrete eleva la petición a cinco años.
Al juicio de este miércoles tampoco acudió otro testigo, Alejandro Suárez, hijo del expresidente cameral.