''Las protestas seguirán si el Gobierno no cumple''
Profesores y alumnos de la Facultad de Formación del Profesorado imparten y reciben clases en los jardines y calles próximas al centro.
“Continuaremos con las clases en la calle si el Gobierno de Canarias no cumple con los plazos”. Es la respuesta firme del decano de Formación del Profesorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Marino Alduán, tras los actos de protesta organizados por profesores y alumnos de esta facultad. “Nuestra protesta ha consistido en dar las clases en la calle porque a eso es a lo que nos está forzando el Gobierno Central con su política de recortes” afirma con rotundidad Alduán.
Desde que empezaron las clases el pasado 10 de septiembre, los 2.350 estudiantes de Magisterio se encuentran repartidos por distintos puntos del campus universitario debido a la falta de espacio. Un hecho que ha motivado que dichos alumnos y sus profesores llevaran a cabo en la jornada del martes un acto de protesta recibiendo sus lecciones de música, lengua, pedagogía y ciencias sociales en una plaza pública a la entrada del centro universitario, en los jardines y en el patio interior de la Facultad, tanto en un lateral como en el anfiteatro.
Esta situación no hay pillado a nadie por sorpresa, sostiene Marino Alduán, “la falta de espacio se debe a que se han incorporado los cuartos cursos de grado, al ampliarse estos estudios universitarios de tres a cuatro años y esto supone 500 alumnos más”.
Según Alduán, la ULPGC conocía este problema de espacio, lo planificó correctamente y se ha implicado en la solución del mismo, pero lo que ocurre es que también es “víctima de la política de recortes y restricciones del Ejecutivo nacional que está sufriendo todo el país y en concreto la educación pública”.
El edificio actual de la facultad de Formación del Profesorado sólo tiene capacidad para 1.500 alumnos, sin embargo, en estos momentos, acuden al centro 2.000 alumnos que cursan los grados de educación Primaria, Infantil y Social. Esto ha dado lugar, a una “masificación insoportable de las aulas”, según profesores y alumnos, dónde llegan a estar hasta 90 personas, en lugar de los 50 estudiantes para lo que están preparados estos recintos.
La ULPGC se implicó para que este campus pudiera tener una expansión y planificó el nuevo edificio de Humanidades en Tafira, pero los recortes presupuestarios impidieron esa construcción. Ante esta situación, la Universidad propuso una segunda solución, utilizar las instalaciones del Instituto Santa Teresa, muy cerca de la Facultad. Sin embargo, el curso ya ha comenzado y debido también a las “restricciones presupuestarias” ni siquiera han comenzado las obras.
“Esperaremos al primer plazo que nos han dado, el mes de octubre, para ver si avanzan las obras, y si no se cumple con lo pactado, volveremos a dar las clases en la calle” afirma el decano de la Facultad de Formación del Profesorado.
El Gobierno de Canarias se ha comprometido a que, a mitad de octubre, la Facultad de Formación del Profesorado pueda disponer de tres aulas grandes para los cursos mayores y que, en enero, haya una ocupación completa del instituto, incluidas las instalaciones deportivas.
En estos momentos rotan todos los cursos de las aulas taller de este edificio: ocho cursos están en La Granja, otros dos en Tafira, dos más en el edificio de Humanidades y, además, la educación física se imparte en el campus de Tafira.
“Es imposible funcionar con unos elementos de coherencia en estas condiciones”, ha subrayado el decano, quien ha insistido en que la solución a la problemática no se puede demorar más y que en enero tiene que estar disponible el Instituto Santa Teresa en su totalidad.