Costas allana el camino al polémico hotel de La Tejita, aún pendiente de la justicia

Obras del hotel de La Tejita.

Jennifer Jiménez

26 de febrero de 2021 15:20 h

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El Ministerio de Transición Ecológica ha determinado que la anchura de la zona de servidumbre de protección para la construcción del polémico hotel de La Tejita, en el sur de Tenerife, es de 20 metros y no de 100 como solicitaban los colectivos en defensa de este paisaje. Este criterio, que ha sido publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 17 de febrero, allanaría en principio el camino para esta edificación. No obstante, aún es susceptible de ser recurrida en el plazo de un mes y existe una causa paralela en la Justicia, donde Salvar La Tejita y la Asociación Tinerfeña Amigos de la Naturaleza (ATAN) han denunciado lo que consideran “irregularidades” que, según han explicado a este medio, no se recogen en la última resolución publicada por Costas. Desde Salvar La Tejita subrayan que sí que van a recurrir y que están estudiando otras actuaciones.

La orden ministerial, adelantada este viernes por el periódico El Día, recuerda que el 25 de noviembre de 2002 se aprobó el deslinde del tramo de costa comprendido desde la Urbanización Costa Bella a Punta del Bocinegro, en Granadilla de Abona. Entonces, ya se fijó que la anchura de la zona de la servidumbre de protección quedaría establecida 20 metros, y se justificaba en que se trataba de “suelo urbanizable con plan parcial aprobado a la entrada en vigor de la Ley de Costas”. A partir de ahí, se analizan una serie de expedientes y la petición de los colectivos Salvar La Tejita y ATAN para que la zona de protección se fije en 100 metros. Esto imposibilitaba prácticamente seguir adelante con las obras del hotel en una de las pocas playas vírgenes que quedan en la isla.

También recoge el BOC la posición de las administraciones públicas, entre las que destaca que en octubre de 2019, la actual Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, emitió un nuevo informe, en el que expresaba “que analizadas las fotografías históricas, de los terrenos considerados (basándose exclusivamente en la interpretación visual), en el año 1977, el grado de urbanización de dichos terrenos era superior al 50 % y por tanto, debía entenderse que no tenían la consideración de suelo urbano”, solicitando, a tal efecto, “el establecimiento de la servidumbre de protección con una anchura de 100 metros”. 

El Ministerio concluye que examinado el expediente y el proyecto de deslinde, “se considera correcta la tramitación del mismo y conforme con lo dispuesto en la Ley 22/1988”, es decir, que procede el mantenimiento a 20 metros de la anchura de la servidumbre de protección en el ámbito considerado, al tratarse de suelo urbanizable programado o suelo apto para urbanizar.

¿Quedan las dunas desprotegidas?

Es una de las principales reivindicaciones de los colectivos ecologistas y en defensa del paisaje. El BOC recoge un informe de la constructora en el que se expresa la supuesta “inexistencia de alteración de la configuración geomorfológica del terreno con respecto al momento de la aprobación del deslinde en vigor”, haciendo referencia a que el campo dunar mencionado en el estudio presentado por las asociaciones Salvar la Tejita y Atán, ya existía con carácter previo a la delimitación aprobada en 2002. “El informe pericial reconoce la existencia de dunas, pero matiza que se trata de dunas de origen eólico, por lo que, al no ser de origen marino, no forman parte del dominio público marítimo-terrestre”, apunta la resolución. 

La Asociación Salvar la Tejita insiste en este punto además en que no se ha justificado  adecuadamente el carácter urbano de los terrenos afectados. 

Sobre este punto, la resolución recoge que “nos encontramos con un sistema dunar que en ningún momento puede considerarse como dunas relictas o dunas estabilizadas, por lo que, de acuerdo con lo indicado en el Reglamento General de Costas, se enmarca dentro del grupo de dunas que se consideran necesarias para garantizar la estabilidad de la playa, por lo que resulta perfectamente justificada su inclusión dentro de los bienes integrantes del dominio público marítimo-terrestre”. 

Años de movilización social

Las obras de este hotel han sido objeto de movilización social en los últimos años. Uno de los episodios destacados fue en julio de 2020 cuando dos activistas subieron a las grúas con las que se construye el hotel para exigir la paralización de las obras.

El Gobierno central ordenaba posteriormente la paralización cautelar de las obras del hotel de La Tejita. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico fundamentaba entonces su resolución en un informe emitido el mismo día por el Servicio Provincial de Costas de Tenerife.

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