Planas mediará entre la ministra Ribera y las autonomías 'díscolas' con la protección del lobo como Cantabria para procurar un acuerdo
El ministro de Agricultura Luis Planas, de gira este jueves por Cantabria, se ha ofrecido a mediar entre la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica (Miteco), Teresa Ribera, y la Consejería de Ganadería para propiciar un acuerdo que siente las bases de la “cohabitación” futura entre ganaderos y lobos, tras las fricciones que ha abierto el acuerdo de la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad a la hora de elevar la protección del cánido en toda España y que deje en consecuencia de ser especie cinegética.
Planas, que se ha entrevistado con representantes ganaderos y de la pesca, se mostró partidario de una “cohabitación” entre ganaderos y especie, así como entre representantes políticos de las administraciones central, autonómica y local y sindicatos ganaderos, una cohabitación esta que se presenta tan ardua o más si cabe que la anterior dado el enquistamiento de las partes.
Planas ha comparecido junto al presidente cántabro Miguel Ángel Revilla y ha mostrado una sintonía en los pareceres, aunque las palabras contundentes las puso el mandatario cántabro. El ministro ha dicho que está en contacto diario con la vicepresidenta y que ha conseguido que en las reuniones iniciadas ya con Transición Ecológica para el desarrollo de una Estrategia a futuro de preservación del lobo se cuente con representantes de Agricultura (En la primera reunión del pasado día 10 no participó Cantabria, ni las otras tres autonomías 'díscolas' con el nuevo estatus del lobo). El ministro también ha informado que las nuevas ayudas al sector primario, vinculadas a la PAC, tendrán en cuenta el impacto del lobo en el ecosistema ganadero más allá de la mera compensación por daños.
Más contundente, el presidente Revilla mantuvo la postura beligerante de la Comunidad con la Orden del Miteco que impedirá la caza del lobo, salvo en casos muy excepcionales. Revilla ha asegurado que Cantabria recurrirá todo lo recurrible, yendo “hasta las últimas consecuencias” con tal de que el acuerdo no prospere, señalando que en la Comunidad se ha producido un aumento de la población de lobos que está repercutiendo negativamente en la cabaña ganadera, incluso amenazando su superviviencia, algo que a su juicio quedará ratificado si no se frena la tendencia a superpoblación de lobos que el Gobierno dice haber constatado. Revilla es quien ha usado el concepto “cohabitación” entre lobo y ganadero para que el primero “no acabe con la especie humana en el medio rural en que quiere vivir”.
“Mi filosofía personal y política siempre es la de construir puentes y trabajar por los mejores acuerdos para todo el mundo”, ha sentenciado el ministro, quien ha asegurado también que ha “entendido muy bien” el mensaje de Revilla en torno a este problema, resumido en que “además del daño material, hay un daño emocional” en los perjuicios que causa esta especie a los ganaderos y a sus animales.
“Es evidente que hay que buscar un mecanismo para hacer esa cohabitación que respete la biodiversidad, al tiempo que respete también la actividad que legítimamente los ganaderos quieren hacer”, ha insistido el ministro.
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